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Camino hacia la escuela con mi hermanito a mi lado, si, hay un asesino suelto, pero lo "bueno" (note el sarcasmo), es que si podemos ir al colegio, que emoción.
Dejo a Key en su salón y me dirijo al mío, estudiamos en el mismo colegio, Básica por un lado, pre-escolar por otro, y el Liceo por otro.
Soy una rara por así decirlo, osea, no tengo amigos, Paola ya ni me hablaba, por lo que siempre que llego a la institución me voy a la sala de computación a investigar más sobre los espantosos secuestros/asesinatos de los niños del año pasado y lo anoto todo en mi libreta.
Cuarto desaparecido:
-Mía Romero, tenía once años de edad, la vieron por última vez en la piscina pública (si aquella en donde murió José Ávila), jugando con sus flotadores y muñecas. La encontraron en las cañerías, gracias a que un tipo vagabundo se estaba bañando en ellas (asqueroso, lo sé) encontró demasiado cabello y lo que al parecer era un caminito de sangre, el tipo lo siguió y encontró el cuerpo degollado de la niña y algo escrito en las paredes, algo así como "Una de varios", o "Esta es la primera" O que-se-yo, no se entiende el texto. El vagabundo aterrado fue corriendo a la policía, estos no le creían, pues decían que estaba loco. Al final la policía por insistencia terminó yendo y encontrándose con el cuerpo en descomposición de la niña.
Quinto desaparecido:
-Gregorio Torres, no se sabe cuántos años tenía, la mamá no quiso declarar y no dio información de su hijo, se cree que tal vez tenga quince (me dio miedito, yo tengo dieciséis), nadie lo vio por última vez, la única fue su mamá, la que, como dije antes, no quiso dar explicaciones. Se halló en su cuarto con su boca cortada por los extremos de esta a modo de sonrisa, un disparo en su frente y todo su cubre camas y colchón llenos de sangre, los vecinos dicen que no se escuchó nada. Su madre por el momento es una sospechosa.
Sexto desaparecido:
-Verónica Álvarez, Tres añitos (esta es la más pequeña), vista por última vez en los brazos de su tía en medio de la plaza. Fue encontrada en la misma plaza cubierta por una bolsa rota de basura, no tenía dos de sus dedos izquierdos, tenía cortadas por todas partes. Los forenses dicen que fue asfixiada con una almohada y luego fue que hicieron los cortes.
Eso son todos por hoy, anoto todo en mi libreta, con la hora, día y año exacto en donde murieron.
Extrañamente, todo esto ocurre en un día en específico, el Treinta y uno de octubre, cada año el mismo día desaparecen exactamente doce niños, ni uno más, ni uno menos.
Recojo mis cosas dejando la pequeña libreta al lado de la computadora para que no se me olvidara.
Guardo todo en mi bolso, cartuchera, pega, etc. Me levanto de la silla quito todo de la computadora, borrando en el historial, a nadie salvo la policía le permiten investigar nada. Apago la computadora y me voy de allí, apagando la luz igualmente.
Entro justamente cuando suena el timbre, me siento en uno de los últimos puestos y espero a que la arrugada y tirana profesora Eva empiece a explicar la clase. Saco mis cuadernos y cartuchera, y busco mi libreta.
¡Carajo!, ¡Mierda!, ¡Y más carajo!, ¿Dónde diablos está la endemoniada libreta?, Solo espero que no la encuentre ningún chismoso o profesor que pueda decirle a nadie.
Muevo mi pierna derecha en señal de nerviosismo, apenas empieza la clase, lo que quiere decir que en un hora es que tendré tiempo para buscar la libreta ¡una maldita hora para buscar aquella estúpida libreta!.
- Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco (Nació Caracas, 24 de julio de 1783-Santa Marta, y murió el 17 de diciembre de 1830), más conocido como Simón Bolívar, fue un militar y político venezolano, fundador de las repúblicas de la Gran Colombia y Bolivia.- Empieza a dictar la historia del Libertador Simón Bolívar, ¡Yo no quiero saber nada Sobre Simón Bolívar!
Bufo de aburrimiento dando golpes con el lápiz en el escritorio, mientras observo el reloj. Cuando quiero que el tiempo pase lento, pasa demasiado rápido y cundo quiero que pase rápido, pasa demasiado lento.
-¡Profesora!-Me levanto bruscamente de mi asiento. La profesora Eva me dedica una mala mirada.
-¿Si?-Pregunta bajando sus gafas con sus arrugadas manos.
-¿Puedo ir al baño?-Pregunto rápidamente.
-¿A qué?,-Pregunta alzando una ceja.- ¿No puedes esperar un poco más?-Limpia sus lentes y vuelve a ponérselos.
-Si quiere un pupitre ensangrentado, no hay problema.-Respondo alzando mis hombros. Qué pena.
-Ve rápido, tan solo tienes quince minutos.-Respondo con una mirada penetrante.-Empezando ahora. 1...2...3.-Empieza a contar con sus dedos cada segundo.