Los Desaparecidos

#4: Interrogatorio

🍂❤️~~❤️🍂

Salimos del liceo corriendo desesperados, inmediatamente siento un dolor inmenso en la muñeca puesto que el chico frente a mí seguía sujetando con fuerza mi mano.

Nos dirigimos a mi casa primero, para cambiarme de ropa y dejar mis cosas. Primero en las escaleras de entrada tenemos una maceta de rosas rosadas y blancas, a favor de mi madre; en la cual ocultaba una llave de la casa escondida entre sus flores.

Tanteo entre las flores en busca de las llaves. Luego de unos minutos estos se topan con mis manos, la sujeto y procedo a abrir la puerta de entrada.

-¡Woah!-Exclama con expresión de sorpresa.

-¿Qué?-Pregunto abriendo la puerta de par en par.

-Tu casa es tan...-Dice haciendo un raro movimiento con las manos.- Tú puerta de entrada es hasta más grande que mi cuarto.-

-Ahh... ¿Gracias?, lo tomaré como un cumplido.-Digo con media sonrisa ladeada.- Pasa.-Lo invito.

-Entonces...-Dice rascando su cuello.

Cierro la puerta con llave nuevamente y enciendo las alarmas.

-¿Entonces qué..?.-Pregunto sentándome en uno de los blancos muebles.

-Se supone que iba a cambiarte, ¿no?-Dice sentándose a mi lado.

-Ah... Cierto.-Sonrío.- Si quieres quédate aquí, sírvete jugo si quieres.-Recuerdo que siempre lo consiguen tomando,-O si quieres puedes... Tomar lo que quieras.-Añado

-Okay...-Se alza de hombros y me regala una sonrisa.

Subo rápidamente las interminables escaleras de mármol hasta llegar a mi habitación, al cual se diferencia de las otras puertas porque tiene una enorme "O" en color rosa.

Entro y cierro la puerta detrás de mí, busco algo de ropa en mi armario y me cambio rápidamente.

🍂️~~️🍂

Pasados unos tres minutos bajo en busca de Kevin, lo encuentro sentado en uno de los muebles tomando jugo de manzana, o así lo deduzco por el color, y porque es el único jugo que tenemos.

-Andando.-Digo pasando frente a él.

Escucho sus pasos detrás de mí, siguiéndome.

Abro la puerta y me hago a un lado para que salga, seguidamente salgo yo y cierro la puerta poniéndole llave y asegurándome de dejar las alarmas encendidas, escondo la llave nuevamente y emprendo el camino hacia la casa del profesor loco, con un loco compañero a mi lado.

-¿Cuánto tiempo llevas haciendo esto?-Pregunta distraídamente, Kevin.

-¿Haciendo qué?- Pregunto mirándolo de reojo.

-Osea... Cuánto tiempo llevas investigando sobre las desapariciones.-Dice.

-La verdad, desde que descubrieron el cuerpo de Alejo, tenía como unos seis años cuando lo encontraron y no losé... simplemente, de ahí he sido muy curiosa sobre el tema.-Dije, tratando de responder completamente su pregunta.-Pero en realidad empecé a investigar mejor hace dos años, no tienes idea de las cosas que me han tocado escribir en esta libreta.-Señalo el pequeño objeto que sostengo en mi mano.- Tan escalofriantes... Que te dejan con la piel de gallina, como: heridas abiertas infectadas, quemaduras graves, ahogamientos y , niños sin ojos y con marcas sobre ellos.-Añado sintiendo un escalofrío recorrer mi columna.

-Vaya... Eso es perturbador.-Dice y tiembla un poco.

Al cabo de unos minutos llegamos a nuestro destino, una casa que parecía abandonada, con las ventanas rotas pero tablas sobre ellas, la manija de la puerta estaba igual de rota, la puerta parecía que se hubiese chamuscado en un incendio.... Todo inspiraba en mí una mala sensación.

Di unos leves toques en la puerta y esperé a que alguien abriera.

Nada.

Volví a tocar un par de veces pero el resultado fue exactamente el mismo, Nada.

Toqué un poco más fuerte.

-¿¡Qué es lo que quieren, mocosos?!...-Gritó al abrir la puerta el viejo profesor Freddy. Pegué un brinquito del susto y puse una mano en mi corazón, mientras intentaba regular mi respiración, la cual en este momento estaba caótica; proseguí a hablar.

-Somos del instituto que queda a un par de cuadras de aquí, venimos a hacerle una entrevista...-Dije un poco nerviosa, sin ganas de mirar su cara. Aparté la vista, sus ojos eran de un negro profundo, los cuales daban una sensación de miedo. Sus ojos expresaban frialdad y crueldad, a parte de un toque grandísimo de locura.

-¡No me interesa lo que tengan que hacer, largo de MÍ propiedad, mocosos insolentes!-Grito y antes de que pudiera echarnos la puerta en cara, Kevin dijo:

-Solo son un par de preguntas, nada más.-

-¡Dije que no me interesa!, ¡¿Eres sordo, o qué?!- Woah, ¿es legal que un 'profesor' o bueno, 'ex-profesor' te hable así?

Kevin lo tomó con calma.

-Tres preguntas y ya...-Exclamó decidido, sé que no iba a rendirse fácilmente.

-Bien, pero que sea rápido...-Bramó, pero no se hizo a un lado, no iba a dejarnos entrar a SU propiedad... Sospechoso, demasiado sospechoso.




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