Los Desaparecidos

#5: ''El niño''

🍂❤️~~❤️🍂

Punto de vista de Kevin Kameron.

Se escuchó un disparo, seguidamente los llantos del niño cesaron.

-¿Escuchaste eso?-Preguntó Oriana, quien temblaba a mi lado.

-Creo que sí...-Digo tratando de controlar el tono de mi voz, la cual estaba un poco alterada.- Debemos ir a ver.

-¿Estás demente o qué?-Pregunta sin dejar de temblar, seguidamente se escucha otro disparo, solo que esta vez más cerca.- Escuchas eso... No iré ni loca, sería un suicidio si fuéramos.

-Por Dios, estamos investigando sobre el asesino, queremos atraparlo ¿no?, puede que este tipo sea lo que estamos buscando, ¿No te das cuenta?-Le respondo con el ceño fruncido

-Bien, iré, solo por eso...-Responde al mismo tiempo en el que alza las manos en forma de rendimiento.

Empezamos a caminar de vuelta a la casa a descubrir de donde provenía el llanto de ese niño, al igual que los disparos. Temblé ante la idea de lo que podría estar sucediendo en esa casa. Quién sabe si tenía secuestrado a un niño mientras nosotros 'hablábamos'. Tan solo pensar en eso hace que me duela la cabeza.

-Señor Freddy...-Toqué su puerta lentamente y pasé al darme cuenta de que no la había cerrado por completo.-Sígueme, ten mucho cuidado en no tocar nada.

Los pasos temblorosos e indecisos de Oriana resonaban detrás de mí mientras yo intento abrir puertas en un intento fallido de encontrar al señor Freddy, digo 'fallido' porque no lo encuentro por ninguna parte. Pero al abrir la última puerta que se encontraba frente a la cocina, se escuchó de nuevo el llanto de un niño seguido de unos pequeños susurros.

-Kevin, ni loca entro ahí.-Susurro la chica a mi lado, con cierto atisbo de temor en su voz.

-Entonces no lo hagas, entraré yo.-Respondo simple.

-Ah no, no me dejarás sola, si entras yo entro.-Dice rápidamente tomándome del brazo.

Al entrar a la habitación lo primero que se puede notar es un pequeño colchón desgastado, con sucias sábanas y almohadas. A nuestra izquierda se encontraba una especie de gabinetes de madera podrida con un poco de ropa sobresaliendo de sus cajones, a nuestra derecha se pudo ver un pequeño niño arrinconado en una esquina soltando pequeños sollozos que no lograban escucharse perfectamente.

El niño se encontraba algo sucio y a su lado estaba el señor Freddy con un Calibre .45, M1911, lo sé porque mi padre tiene una de esas. Nos quedamos estáticos en el mismo lugar, al parecer Freddy no se había percatado de nuestra presencia, ya que no había volteado. Luego de lo que creo fueron cinco segundos, el niño miró hacia nuestra dirección lo cual hizo que Freddy también se diera cuenta de nuestra presencia.

-¡Ayuda, por favor!-Gritó el niño con las lágrimas cayendo por sus pequeños y sucios cachetes.

-¿¡Qué coño...!? , ¡Lárguense, este no es su maldito problema!-Gritó histéricamente el demente tipo que se encontraba frente a nosotros.

Yo estaba demasiado impactado como para obedecer, aunque tampoco tenía pensado hacerlo.

-¿¡Tienen los oídos sucios o qué!? ¡Lárguense, ahora!.-Volvió a gritar, esta vez más suerte, asustando al niño que no hacía nada más que llorar y sollozar todavía más fuerte.

-¡No vamos a irnos!-Grito tragándome mi temor.- ¿Quién rayos es ese niño?

Oriana a mi lado tiembla.

-Él tiene razón, no vamos a irnos hasta que nos digas quien es ese niño.-Dice con voz entrecortada, supongo que es por miedo. Siento sus uñas clavarse en mi brazo fuertemente, seguramente para sentirse... ¿protegida?, aunque el dolor lo estoy soportando yo.

Aunque en realidad no creo que sea capaz de poder protegerla, así pudiera abalanzarme encima de él no voy a ser capaz de hacerle ningún rasguño, ya que el lleva un arma consigo.

-Ese no es problema de ustedes, salgan de aquí ahora o no respondo.-Amenaza apuntándonos con el arma en su mano.

En un momento siento que Oriana se coloca delante de mí para así decir lo siguiente:

-No nos vamos a...

No logra terminar de decir la oración, puesto que lo siguiente que se escucha es el fuerte sonido de un disparo, el cual va rápidamente y se aloja en la pierna de la chica enfrente de mí.

Pega un grito agudo que estoy seguro y se ha escuchado en toda la comunidad, seguido de muchas maldiciones por el dolor que le causaba la reciente herida.

-¡Mierda!

-¿Estás bien?-Pregunto visiblemente preocupado.

-¿Tú qué crees?, me acaban de disparar, estoy de lo mejor.-Suelta con un inmenso sarcasmo entre sus palabras.

Freddy empieza a caminar hacia nosotros. Tomo a Oriana del brazo y pongo este alrededor de mi cuello para ayudarla a caminar.

Empezamos a ''correr'' para poder salir de la casa.




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