Los Desaparecidos

#9: ¡Ayuda!

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De no ser porque unos gatos se pusieron a pelear casi a lado de nosotros, posiblemente hubiese besado a Kevin. Posiblemente...

De no ser porque unos gatos se pusieron a pelear casi a lado de nosotros, posiblemente hubiese besado a Kevin. Posiblemente...

Esa ''posibilidad'' me hizo  sentir el calor surgir en mi rostro. Seguramente parezco una cereza andante. O cuando un mango está pintón, esa parte rojiza de los lados...

Luego cada uno de nosotros fue por caminos diferentes, en el camino no dejaba de darle vuelta a ese incómodo momento, es irritante pensar que por culpa de esos gatos entrometidos hubiéramos terminado besándonos.

 En realidad tengo que admitir, que me hubiera encantado saber cómo se siente, ya saben, dar un beso. Y sí, me refiero a que no he dado mi primer beso.Nunca me he imaginado teniendo mi primer beso con un chico al que todo el mundo juzga por como es, como se viste,como habla y de donde viene, es extraño siquiera pensarlo. 

Nadie imaginaba, ni siquiera yo,que estaría con el chico malo - por así decirlo- investigando casos de asesinatos y mírennos, casi nos besamos...que cosas...Ahora me encuentro caminando a casa, pero en realidad no tengo ni la menor idea de donde estoy ni cómo he llegado aquí. 

Seguramente es por andar dándole vuelta a eso del casi beso, lo que sé es que escucho pasos detrás de mí y me estoy asustando. Demasiado Asustada para mi gusto, yo nunca me asusto

.-Hey, preciosa.- Me toma alguien por la espalda,colocándome una de sus manos en la boca.- Shhh... No hables, ¿estás asustada?,eres muy hermosa.- ¿Qué mierda?, ¿De dónde salió este? 

- Oye, déjame en paz.- Logro decir cuando quita su asquerosa mano lentamente de mi boca. Le propino un golpe en la entrepierna,pero parece que es de acero, porque ni se inmuta.Me asusto aún más. 

- Auch, me dolió; pero linda, no me echaré para atrás, eres mía. – Dice el vagabundo con olor a vómito y basura.

Ahora me tiene acorralada contra la pared y su cuerpo, no sé como reaccionar, una de sus manos- específicamente la derecha – va justo a mi cintura, acariciando esta, mientras que la otra está apoyada en la pared, aprisionando. Pero recuerdo las clases que defensa propia que mamá me obligó a tomar hace cinco (5) años. Le doblo la mano que tiene en la pared hacia un lago y, seguidamente, le propino un rodillazo en el estómago,pero, para mi suerte, se retuerce de dolor y aprovecho el momento para salir corriendo, pero me toma del tobillo y jala, lo que hace que me caiga de frente.

Mi cara choca contra una acera y luego siento algo espeso salir de mi nariz, lo que supongo es sangre y a mi boca la invade un sabor metálico. 

- Me gusta que seas ruda, le da mucha más satisfacción al momento.- Dice justamente en el momento en el que me gira y se coloca encima de mí. 

 - ¡Déjame!, o si no... o si no... o si no... no respondo.– Balbuceo torpemente. 

- ¿Ah sí?, ¿Y qué me vas a hacer?, soy más fuerte que tu por si no te has dado cuenta.- Okay eso sonó un poco machista.- Pero así me gustas , linda.- Ronronea en mi oído. Es completamente asqueroso.

No obstante, siento lágrimas deslizarse por mi rostro, y, por la posición en la que estoy, se van a mis oídos. Me duele que él tenga la razón, obviamente es más fuerte que yo. Siento como su mano va hacia mi blusa y no sé como, pero la levanta, aunque en su intento termina rompiéndola.

Comienzo a gritar, pero parece que estoy en un sueño, en donde soy la única persona, claro, con el hediondo vagabundo-violador. Su mano izquierda se posa sobre mi muslo y siento como sube lentamente hacia el botón y cierre de mi pantalón,lo único que me queda es gritar. Lo único que se me viene a la cabeza es un nombre. 

- ¡KEVIN! – Grito lo más fuerte posible.  

- ¿Qué?, ¿Quién es Kevin?, ¿Tú novio? – Pregunta lamiendo sus labios. Repito, es asqueroso. – Niña preciosa, no sé si lo sepas,pero aquí nadie te escuchará. 

-¡KEVIN, KEVIN, KEVIN! – Grito. Siento la boca del tipo repartir besos desde mi cuello, trazando un camino hasta mi clavícula. Cuando llega a mi brasier sus ojos se vuelven más oscuros y me quita una de las tira, lo que iba a hacer después no lo sé, porque alguien lo arroja lejos de mi con una patada.

 - ¿Kevin? – Estoy estupefacta, ¿pero qué milagro ha pasado?, ¿cómo es que llegó él?

 - Levántate. – Me da la mano y me levanto, para luego, voltearse hacia donde aquel tipo. - ¡Ella no es tu niña preciosa!, ¿¡Me Entendiste!? – Grita dándole repetidas patadas en el estómago al tipo ese. 

-¡Kevin!, ¡Basta!, ¡Vámonos! – Se voltea para mirarme, pero cuando lo hace,su mirada va directo a mis pechos semidesnudos. Se puso pálido del tiro, su respiración se vuelve agitada y su boca casi le llega al piso.- ¡Oye! – Le Reclamo cubriéndome con los brazos.




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