9.

🎵There's Nothing Holding me Back. 

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Comprar una saga de libros.

𝑨𝒅𝒆𝒍𝒊𝒏.

Puedo ver como Billy pasa saliva, nervioso. Yo solo me puedo mantener cruzada de brazos mirándolo con fijeza.

—La he cagado, lo sé—murmura—. He mentido y no estuvo bien.

—No, no lo estuvo.

Toma una bocanada de aire y aprieta los labios antes de observarme.

—La de la llamada si era Astrid. Pero, como te lo he dicho, no te he sido infiel. La cosa es que su amigo vende hierba y otras cosas similares, incluso antes de conocerte, fumaba— explica mientras yo guardo silencio escuchándolo—cuando empezamos a salir tú y yo, decidí dejarlo, en verdad, era mi propósito, porque tú eras lo mejor para mí, lo intenté y cómo verás, fracasé.

» Se que estás enojada conmigo y de verdad te quiero, necesito que lo sepas, porque no quiero romper contigo, dame una oportunidad y te demostraré que esto que te digo es verdad.

Intenta acercarse y alzo una mano negando.

—No.

Abre la boca, con la intención de decir algo, pero lo interrumpo.

—Ya hablaste tú, ahora es mi turno.

No luce muy contento, sin embargo, respeta lo que digo y asiente.

—Sabes que lo que haces, aparte de ilegal, es decepcionante para mí. Y necesito que sepas que yo también te quiero, pero no de esa forma, no después de lo que hiciste.

¿Duele? Sí, porque confié en él, porque lo quise y alejé a un montón de personas por estar a su lado.

—Me dices que te drogas prácticamente cuando todo se ha jodido, Billy.

—Es que si es por eso...

—No es solo por eso—lo corto—. Te invité a una cena con mi familia porque se iban, porque para mí, despedirme de mis papás como ellos lo merecen es importante y también era importante el hecho de que estuvieses ahí presente. Pero ¿qué sucedió? Que decidiste irte a fumar hierba, poniéndome de últimas.

» Es decepcionante y sí, me da mucho malgenio, estuve cabreada contigo desde hacía días. Porque yo quise remediar las cosas y tu solo decidiste desaparecer, así como si nada, y cuando vuelves, decides mentirme en la cara.

—Lo lamento, no sabes cuanto me he arrepentido, pero te necesito.

—No—sacudo la cabeza—necesitas ayuda, pero no mi ayuda, la ayuda de un psicólogo, la ayuda de una persona que pueda verte en un proceso de desintoxicación Billy. Esa persona no soy yo. Aunque te quiero con todo mi ser, no voy a someterme a algo que tu elegiste.

—No creo que pueda hacer eso.

—Lo puedes si lo quieres, es simple. Y no me vengas con que yo seré tu musa para salir adelante, porque, aunque estuvimos en una relación, lo que tu decidiste fue mentirme e irte a fumar hierba, entonces no me metas de excusa ahí.

Ambos nos quedamos en silencio, viéndonos apoyados de costado sobre la barandilla gris, él no dice nada y yo solo respiro hondo.

—No creo que haga falta decirlo, pero no vamos más—miro mis manos y luego a él—. Espero por lo que fuimos, que puedas encontrar esa ayuda que tanto necesitas.

Sella sus labios clavando la vista en el suelo rojo del pasillo y yo solo me enderezo para volverme a la salida, me giro y camino tres pasos.

—Adelin—llama y me quedo quieta— ¿alguna vez me perdonarás? Por todo...

Me giro sobre mis talones para mirarlo a los ojos. —Yo ya lo he hecho.

🐼💜🐼💜

Heather se pellizca el puente de la nariz apretado los labios en señal de frustración tras escuchar la tanda de tonterías que dice Trudy.

—Se que quizá Axel puede llegar a confiar en mí—sigue con lo mismo, la pelinegra saca el cuero del pollo del almuerzo, desmechándolo con las manos para mandarse una cucharada de vegetales, que no parecen saber bien por su expresión—. Aunque ustedes no lo crean, ha tenido una vida difícil.

—La perra de mi abuela también tuvo una vida difícil y mira que no anda mordiendo a todos los que pasan—replica Breeana.

—Si, pero él es un chico, y yo sé que es bueno.

—¿Bueno? —enarco una ceja— ¿cómo bueno?

—Si, explícanos— Heather apoya los codos sobre la mesa para poner su mentón en la palma de su mano—porque al parecer ese concepto me tiene algo confundida. ¿Cómo es que uno es bueno y se besa con otra delante de la chica con la que se acostó?

—Era la fiesta Halloween... era una fiesta libre.

—Trudy, estabas como un perrito faldero detrás de él y te trató como una mierda—comenta la pelirroja— no es novedad ¿o sí?

—Bailó conmigo.

—Ok— Breeana suelta el móvil guardándolo y le toma las manos—. Escucha y entiende algo. Axel, es un idiota en todo el sentido de la palabra, y aunque te prestará el mínimo de atención, no mereces alguien como él, mereces mucho más.

—Si, pero es que él ha pasado...

—Todos hemos pasado situaciones feas, en toda nuestra vida y déjame decirte que, si alguien usa su historia de vida, como excusa para hacerle a otra persona daño, es manipulación—continua y Trudy me mira mientras yo asiento—. Y por supuesto, las cosas que hemos vivido son aquello que marca nuestra conducta y la explica, pero no la justifica.

Trudy baja la cara a su plato.

—¿Nadie me querrá por qué soy gorda? —nos mira y veo como Heather ve a Breeana que clava los ojos en la comida de Trudy— ¿es por eso? ¿Eso es lo que está mal conmigo?

—No hay nada de malo contigo—interfiero—. Él no te merece, eso es todo.