UN LUGAR EN LA CIBCC

SCHÄPENKAMP – ESSEN (CASA DE LA FAMILIA HAGGARD)

— ¿Qué estás diciendo Timo? ¿Estoy oyendo bien?

— Oíste perfectamente lo que te dije, padre. Me voy a casar y no quiero que vayas a cometer ninguna tontería por esta noticia. Intenta por favor mantenerte al margen de mi decisión.

— ¿En verdad estoy oyendo algo así, Anna? ¿Oíste lo mismo que yo?

— Ja… (sí) oí lo mismo que tú Alex.

— Te lo iba a decir el día que Mara y yo vinimos a almorzar aquí a la casa, pero no me animé. No supe por dónde empezar justamente porque sabía el modo en que te pondrías.

— ¡Esto yo no lo puedo creer! ¿Tú tuviste las agallas para ponerte delante de Khaleb y pedir su consentimiento para salir con su hija, sin embargo, no te animaste a contarme sobre los planes que tienes en la cabeza? ¡Qué absurdo, hijo! Mara y tú acaban de hacerse novios, deberían pensar únicamente en vivir esa bonita relación, divertirse, disfrutar cómo lo hacen todos los novios del mundo.

— Si Mara y yo no nos casamos no habrá nada de eso porque la condición del señor Hafez para aceptar mi relación con su hija fue que nos comprometiéramos.

— Ah no… Yo mato a Khaleb. Yo juro que lo mato.

— ¿Papá, que dices?

— ¡Alex, por favor! ¿A quién matar a tú? —le reprendió su esposa Anna— No digas tonterías.

— Por favor, nada. Ustedes dos no tienen idea de lo que soy capaz por mis hijos. No voy a permitir que Khaleb imponga sus decisiones retrogradas contigo y con su hija. Él tendrá que oírme ahora mismo.

— No irás a ninguna parte, Alexander Haggard. No en ese estado. La verdad tampoco entiendo a ese señor ¿Qué padre pone ese tipo de condiciones para el pretendiente de su hija?

— Uno con pensamientos extremadamente retrógrados, pero no dejaré las cosas así. Yo acabaré con este absurdo.

— ¡Papá, ya basta! ¿De qué absurdo hablas? ¿Tú te casaste con mi madre a qué edad? ¿A los 16, 17 años? Perdón, Anna, pero tenía que mencionarlo.

— ¡No! No tenías que mencionar siquiera tal cosa porque fueron circunstancias muy distintas Timothy y lo sabes —le reprendió su padre— Creciste conociendo mi historia con tu madre y conoces la razón por la cual ella y yo decidimos casarnos siendo tan jóvenes.

— Pero la amabas, padre y no dudaste un solo segundo ¿Cierto? Querías hacerla feliz hasta su último suspiro de vida y no importaba nada más que eso. ¿Sabes desde hace cuánto tiempo estoy enamorado de Mara?

— Mmm… No lo sé porque en algún punto lejano de tu vida dejaste de compartirme tus cosas.

— Tres años, papá, pero me aterrorizaba siquiera respirar cerca de ella las pocas veces que podía verla justamente por causa de su padre. Hace poco me llené de valor suficiente y conseguí algo que ni yo mismo pude creer, por lo tanto, voy a casarme con Mara. Lo haré porque la amo y porque tengo 19 años y puedo tomar mis propias decisiones. ¡Por favor no arruines esto que para mí es muy importante!

— Tu padre no arruinará nada, mi niño hermoso. Él se sentará aquí junto a mí en el sofá en este mismo instante y meditará las cosas con calma. Lo hará por ti, por mí y por la paz que toda nuestra familia ¿Cierto, Alex?

— Esto no puede ser… ¡Está mal!

— ¡Alex! —insistió Anna Wieber jalando a su esposo de un brazo— Ven y siéntate junto a mí!

— De acuerdo. Yo voy a sentarme aquí y para ponerme a pensar un poco mejor las cosas únicamente por tu felicidad hijo, pero la actitud de Khaleb es detestable y ni tú ni Anna podrán evitar que yo lo confronte en algún momento por esta situación. ¡Ojalá mi hermano Said estuviera aquí para tomar cartas en el asunto.

— ¿Y qué hubiese hecho mi tío Said al respecto? Él aceptó que Gina y Michael se casaran a los 17.

Anna no pudo evitar reír.

— No te rías mi amor que nada de esto tiene gracia. Said permitió tal cosa porque tenía una hija de carácter insostenible que nunca pudo contener. A él no le quedó de otra qué acceder, pero aquella unión soy libre y espontánea para Gina y Michael. Nadie los obligó a ningún matrimonio. Mi hermano jamás hubiese estado de acuerdo con esta actitud de Khaleb. ¡Jamás!

AALTO THEATER – ESSEN

— Yo te esperaré aquí afuera, Aurorita.

— ¿Qué dices, Karîm? ¿No quieres ver acaso mi presentación en las preliminares?

— Hay demasiada gente allí dentro.

— Por supuesto que hay demasiada gente allí dentro. Hay concursantes de diversas Academias del país, pero yo ya pensé en eso y haré que estés en un lugar exclusivo —dijo jalándolo de una mano—

Pese a que Aurorita contaba con mucha prisa, le quedó tiempo de llevar a Karîm hasta un lugar donde no se sentiría incómodo y saturado, y podría ver absolutamente todas las presentaciones de las preliminares, sobre todo las de ella. Aquel día y los días posteriores en caso de avanzar.

— ¿Qué te parece? Este es el palco exclusivo de las bailarinas vitalicias de la Compañía Nacional de Ballet de Essen.

— ¿Qué? ¿Y a quién le pediste permiso para ingresar aquí?