Desconcertado, perdido en sí mismo e intentando escapar de voces que resonaban en sus pensamientos como ecos agudos que lo atormentaban, el joven Karîm se daba la cabeza con ambas manos. Tapaba sus oídos repitiendo lo mismo una y otra vez.
— No puede ser… No puede ser… No puede ser…
Minutos más tarde detuvo sus balanceos, acurrucado en un rincón de la cama de su habitación y pensó.
— La madre de Amalie está muerta. Su tía está muerta. Los abuelos de Ihsân están muertos. Pero esa gente miserable y maldita le arrebató la vida de mi madrina. Hizo un infierno no de la vida de mi padrino. Merecen estar muertos y pudriéndose bajo tierra. No… No…no —repitió volviendo a darse golpes en la cabeza— Mi padrino no fue un asesino. Mi padre tampoco. Yo no seré un asesino. Jamás lo seré.
Para la segunda ronda, el elenco de la Academia Helen Kneist presentó una variación de la canción “All Of Me” (John Legend) donde prevalecieron los solos de Amalie y Henning que fueron tan fascinantes, tan sublimes y perfectos. Con tanta conexión entre ambos que si Aurora no estuviese al tanto del supuesto aborrecimiento que se profesaban uno contra el otro, habría jurado en pleno escenario que aquellos dos sabían disimular muy bien el amor que se tenían.
Todos los participantes habían presentado sin duda alguna magníficas coreografías. Cada academia de baile fue valorada y calificada según su desempeño, y tan y como era de esperarse la segunda presentación de la Helen Kneist Akademie sobresalió del resto de semifinalistas pasando a la ronda final tal y como se lo habían propuesto desde que pusieron los pies en Frankfurt para la competencia regional de ballet contemporáneo.
VIERNES 19 DE MARZO (UN PAR DE HORAS ANTES DE LA FINAL)
— Se ve algo triste. ¿Estará así porque no le hablo? ¿En qué estará pensando? ¿En mí quizás? ¿En nuestra discusión en el parque? —se preguntó a Aurorita, oculta desde un rincón del hotel mientras observaba a Karîm—
— ¿Aurora estás lista? —irrumpió repentinamente sus pensamientos, su compañero Dennis en compañía del elenco—
— ¡Lo estoy! —contestó intentando animarse—
Segundos más tarde se dispusieron a abandonar el hotel rumbo a la Ópera en compañía de la maestra Jennifer—
Una academia de la ciudad de Köln y otra de Düsseldorf habían llegado hasta la final al igual que la de Essen que correspondía a la Academia Helen Kneist, pero solo una se quedaría con el primer premio. El título de campeones de la Competencia Regional de Ballet Contemporáneo 2019. Para aquella final prevalecerían los solos de Aurora por lo que gran parte de la responsabilidad de salir victoriosos recaía en los pies de la reina de París y en la coreografía que ella misma había preparado y que gracias a la intervención de la maestra Jennifer fue corregido y ajustado acorde para utilizarla en una final anunciada por los entusiastas que con mucha confianza y determinación decidieron participar de la competencia. De los tres grupos finalistas, la Helen Kneist Akademie fue el segundo en presentarse aquella noche bajo un magnífico juego de luces, y una coreografía perfecta sobre el escenario.
Durante los solos de Aurora, infinitas sensaciones se compaginaron en su cabeza.
— ¿Qué me inspira estar aquí? ¿Qué hace que mi corazón lata al ritmo de mis pasos con tanta pasión?
Hacía apenas meses atrás, ninguna otra razón la inspiraba más que su hermana la exitosa trayectoria de su hermana Gina Alicia. Aurora anhelaba con toda su alma ser como ella y el amor de su familia fue el pilar que la sostenía para alcanzar el éxito. Uno de largo camino e incontables escalones que debía escalar uno por uno, sin precipitaciones y con mucha paciencia hasta lograr finalmente tocar las estrellas con las manos.
Hasta esos momentos era apenas una pequeña soñadora que flotaba dentro de una burbuja de colores, pero Aurora se enamoró y se ahogó en sus propios sentimientos. Ese primer amor había causado estragos en su corazón. Conoció y sintió al mismo tiempo lo dulce y lo amargo de ese sentimiento. Lo claro y lo oscuro de estar enamorada. Lo sanador y a la vez lo agonizante de respirar por él.
— ¿Quién me inspiraba? En esos instantes como en muchos otros desde que lo conocí, una sola persona me inspira y ese es mi bello Karîm Hafez. Mi sol, mi luna, mis estrellas, mi oxígeno, mi mundo entero. Ese mismo a quien odié y amé. El mismo qué ocupa en estos momentos mis pensamientos y genera en mí la pasión que necesita para que está coreografía llegue con gran perfección a su fin.
Al moderno, impulsivo y enérgico ritmo de una estilización de la canción “Antisocial” (Ed Sheeran ft Travis Scott) Aurora y todo su elenco se consagró con otra perfecta presentación. No con un segundo lugar ni mucho menos un tercer lugar. La Helen Kneist Akademie se llevó el galardón de campeón la CRBC 2019 y la celebración y los estallidos de felicidad arrasaron por todo lo alto de la ciudad de Frankfurt.
Luego de toda la algarabía y de una prolongada celebración, Aurora finalmente pudo dirigirse hasta el camerino correspondiente a la Academia. Ingresó para cambiarse de ropa y al acercarse a su bolso halló sobre el mismo una rosa roja junto con una pequeña nota.
“Esta vez no habrá espinas que te lastimen”
Sonriendo con gran encanto, Aurorita tomó la rosa roja con suavidad para olfatear su delicado aroma. La nota no tenía firma, no obstante sabía de sobra quién se la había obsequiado.