Los desterrados descubren la navidad

Navidad improvisada

         Llevaban años bagando a través del espacio y el desánimo y la decepción eran cada vez mayores para los cuatro desterrados, ya que todavía no encontraban ningún planeta apto para ellos.

         La pequeña Ann era la que lo llevaba mejor, ya que había pasado prácticamente toda su vida encerrada en La Cobra y apenas recordaba nada de su pasado en la Tierra, aunque este tampoco había sido muy feliz para ella.

         A veces recordaba a su padre, pero eran más los recuerdos malos que tenía de él que los buenos. Era un hombre demasiado serio y ocupado con sus máquinas para preocuparse por su hija. Lo veían poco y se fue demasiado rápido... pero en el fondo hizo hasta lo imposible por protegerlas, a ella y a su esposa, pero su temprana muerte fue la señal que necesitó el gobierno para entrar de malos modos en la casa, requisar las pinturas de su madre y llevárselas a ambas.

 

      Pero aquello formaba parte del pasado, ahora quedaban cuatro: John, mamá y... bueno, y aquella figura que vivía con ellos pero que apenas se dejaba ver: el reservado Michael.

      Su mente infantil aunque ya contaba con casi trece, la hacía no entender mucho el motivo que los había llevado a esa situación. Todo fue muy rápido, el juicio, las duras pruebas para poder estar años en el espacio... y la triste despedida de su amado Doc y del resto de las personas que se habían quedado en aquel planeta tan tóxico para ella.

        Entonces, una voz la hizo despertar de sus pensamientos:

        —¿Sabéis que día es hoy? P.A.U.L dice que es 25 de diciembre. —Tanto ella como su madre se miraron.

        —Bueno cariño y ¿qué tiene de especial?

        —En una fecha como hoy, en la Tierra se celebraba algo que se llamaba "Navidad". ¿No sabes nada de eso Cleo?

         La mujer negó. Sabía que en el pasado se celebraban fiestas y la gente era feliz... pero ya todo se había perdido, las autoridades lo prohibieron todo. El músico se rascó la cabeza pensativo:

        —Yo tampoco recuerdo gran cosa y mis padres no quisieron jamás explicarme nada de antaño. —se dirigió al ordenador de a bordo —P.A.U.L, ¿guardas algún registro que tenga que ver con la navidad?

         Se oyó el sonido del ordenador procesando datos. En la Tierra ya no se guardaba nada que tuviera que ver con la antigua sociedad. Pero cabía la posibilidad de que PAUL, que debía sus iniciales por ser "Piloto Automático de ÚLtima generación" y ordenador de abordo de aquella nave-prisión, guardara algún archivo.

          Al cabo de un rato se oyó la tranquila voz de la máquina:

        —"Lo siento, no es posible recuperar ningún archivo de Navidad, pero guardo en mi memoria interna alguna información: Navidad: Conmemoración sobre el nacimiento de Jesucristo en Belén, se celebraba el 25 de diciembre en la Iglesia católica, en la Iglesia anglicana, en algunas comunidades protestantes y en la mayoría de las Iglesias ortodoxas.los cuatro se miraron sin entender nada de aquello, aquella información no les aportaba nada importante, pero el ordenador prosiguió — "En cada familia se hacía un banquete, se escuchaba música, cantaban, pensaban deseos felices, decoraban las casas... y se hacían regalos, además de acudir a las iglesias a rezar. "

          Ellos apenas sabían que quería decir todo aquello, pero comprendieron lo más básico: Música, cantar, deseos, banquete y familia.

       —Nosotros somos una familia ahora y todavía poseo mi violín. —les dijo John emitiendo una cálida sonrisa que mostró sus dientes perfectamente blancos que contrastaban con su negra piel. — nuestras autoridades nos encerraron aquí porque éramos una amenaza para la nueva sociedad establecida, pero eso no nos hará desfallecer. Si aquella fiesta era importante para nuestros antepasados, en el día de hoy, 25 de Diciembre del 2134, los "desterrados de la nave Cobra" van a celebrar La navidad.

       Ann no entendía porqué era aquello tan importante, pero comenzó a aplaudir contagiada por la ilusión de aquel hombre maravilloso y por su madre, que lo miraba a su lado con ojos brillantes.

 

        Entonces, sacaron bandejas con provisiones. No era mucho lo que tenían, ya que se aprovisionaban de los vegetales y frutas que cultivaban en los invernaderos, pero Cleo y Ann se pusieron a cocinar ilusionadas.

         John pensó como podían decorar la nave, pero entonces descubrió medio escondidos en un rincón, unos paneles plásticos de color verde y rojos que no les servían para nada y con ayuda de unas tijeras, confeccionó elaborados motivos de hojas y flores. Sabía que a Cleo le entusiasmaba la naturaleza, que ya no podía plasmar en sus cuadros y por eso trató de llevar la naturaleza al salón.

        Cleo salió al pasillo y llamó a gritos:

        —¡Michael! ¡sal de donde sea que estés escondido y ven aquí inmediatamente! —oyeron como el chico les contestaba algo desde lejos, pero ante la insistencia de su madre adoptiva optó por venir:

         —Vaya, por fin apareces. — le dijo John y ante la expresión desconcertada del muchacho que apenas era mayor de edad aunque musculoso gracias a las horas que se pasaba en el gimnasio de la nave. —¿Has visto? vamos a hacer una fiesta...



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En el texto hay: espacio, navidad, descubrimientos

Editado: 16.12.2023

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