Capítulo 25: La Puerta Final

La oscuridad parecía engullir todo a su alrededor, solo interrumpida por los débiles destellos de luz provenientes de los tubos fluorescentes rotos en el techo. Logan e Irene avanzaban, con pasos pesados, por el pasillo que los conducía al centro del bastión. La presencia de la figura encapuchada seguía rondando sus mentes, la idea de que había algo mucho más grande en juego ahora que nunca antes.

El aire era denso, húmedo. El sonido de sus respiraciones se combinaba con el eco de sus pasos, creando una sensación claustrofóbica. Irene había comenzado a sentirse más tensa, como si una sensación de peligro inminente estuviera envolviendo todo el lugar. Pero no podían detenerse ahora. Ya estaban demasiado cerca.

"Estamos cerca, Logan", dijo Irene, su voz baja, pero llena de determinación. "Ya lo puedo sentir. Estamos a punto de encontrar lo que necesitamos."

Logan asintió sin decir una palabra, concentrado en cada movimiento. Sus ojos recorrían cada rincón, escaneando en busca de cualquier señal de peligro. Sabía que el bastión estaba lleno de sorpresas, de trampas, de enemigos dispuestos a hacer todo lo posible por mantenerlos fuera.

De repente, llegaron a una puerta blindada. Era masiva, imponente, con una pesada cerradura de seguridad que parecía prácticamente indestructible. Pero, de alguna manera, sabían que esta era la puerta que tenían que atravesar. La última barrera que los separaba de la verdad.

“Es aquí”, murmuró Logan, acercándose a la puerta. Sabía que detrás de ella se encontraba la respuesta a todas las preguntas que lo habían atormentado, la clave para acabar con el caos que se había desatado en el mundo.

Irene se acercó, examinando la puerta. “Está sellada. No podremos abrirla sin la clave.”

Logan frunció el ceño. Sabía que no tenían tiempo de sobra, pero tampoco podían arriesgarse a fracasar. Miró alrededor, buscando algo que pudiera ayudar. Algo que les diera una ventaja.

De repente, recordó algo. En la entrada del bastión, había visto un panel de control oculto, olvidado por la vigilancia. Si podían llegar hasta ahí, quizás pudieran hackear el sistema de seguridad y abrir la puerta. Pero el camino de regreso no sería fácil.

“Vamos”, dijo, con voz firme. “Hay un panel cerca. Si llegamos antes de que nos detecten, podremos acceder al sistema.”

Irene asintió, confiando en su juicio. Ambos se dieron la vuelta y comenzaron a retroceder rápidamente, moviéndose con cautela, el sonido de sus pasos amortiguado por el suelo de concreto.

Unos minutos más tarde, llegaron al panel. Logan se adelantó, revisando el sistema con habilidad. Su experiencia con la tecnología de la ciudad le daba la ventaja. En pocos segundos, había hackeado el sistema de seguridad, desactivando las alarmas y abriendo el acceso al panel principal.

“Lo tenemos”, dijo Logan, con una sonrisa fría. "Ahora, volvamos a la puerta."

Regresaron al punto donde habían dejado la enorme puerta blindada. Esta vez, Logan presionó un botón en el panel de control que había encontrado, activando un mecanismo interno que abrió lentamente las pesadas puertas de metal. Un sonido sordo resonó en todo el pasillo, y el peso de la puerta que se deslizaba hacia un lado pareció simbolizar el peso de todo lo que se habían enfrentado hasta ahora.

La luz que se filtraba desde el interior de la sala era tenue, pero suficiente para que pudieran distinguir las siluetas de las máquinas y los tubos que recorrían las paredes. Al fondo, una gran consola digital brillaba, llena de pantallas que mostraban información codificada. Era el núcleo del bastión, el corazón de todo lo que se había desatado.

De inmediato, Logan y Irene se dirigieron hacia la consola, y cuando Logan comenzó a interactuar con los controles, una figura apareció detrás de ellos, emergiendo de las sombras. Era el líder de la corporación, la persona que había estado orquestando todo desde las sombras, el verdadero enemigo.

"Ya era hora de que llegaran", dijo la figura, con una voz fría y calculada. "Pensaron que podían detener lo inevitable, ¿verdad? Pero el virus no es lo único que controla este bastión. Hay algo mucho más grande que ustedes ni siquiera pueden comprender."

Logan y Irene se giraron al instante, sus ojos llenos de furia y determinación. Sabían que lo que estaba a punto de suceder sería la batalla final, la confrontación que marcaría el destino de todos.

“Dinos qué has hecho”, dijo Irene, su tono desafiante. “Detendremos todo esto, incluso si tenemos que destruirte.”

La figura sonrió. “Lo que han visto hasta ahora es solo una fracción del plan. La humanidad ya ha caído, pero los verdaderos cambios... están por venir."

Logan, sin dudarlo, se acercó a la consola y comenzó a manipular los controles con rapidez, buscando cualquier forma de detener lo que se estaba gestando allí dentro. De repente, las luces comenzaron a parpadear, y las pantallas de la consola mostraron imágenes distorsionadas de los infectados, conectados a una red global de control. El virus no solo estaba destinado a eliminar a la humanidad, sino a remodelarla, a controlarla.

“El virus... no solo mata... está siendo usado para transformar a las personas en algo más... algo que servirá a sus amos”, dijo Logan, sus ojos llenos de horror mientras entendía lo que estaba sucediendo.

Irene dio un paso hacia adelante, su voz temblando por la ira. "¿Qué estás haciendo? ¿Por qué?"

La figura, sin mostrar ni un atisbo de remordimiento, se acercó a la consola y presionó un botón final.

"Porque todo esto es solo el comienzo. Y ustedes dos no tienen ni idea de lo que han desatado."

Las pantallas comenzaron a parpadear más rápido, y la habitación se iluminó por completo con un brillo intenso. Logan y Irene se dieron cuenta de que estaban en medio de la última fase del plan. No solo la humanidad estaba en riesgo; el destino de la Tierra misma estaba en juego.