Los Días del Hambre

Capítulo 26: El Último Juego

La habitación estaba llena de un brillo cegador. Las pantallas parpadeaban rápidamente, proyectando imágenes de caos y destrucción a través de todo el bastión. El sonido de los tubos de energía vibrando y las máquinas activándose llenaban el aire, creando una sensación de presión, como si el mismo edificio estuviera respirando de manera agónica.

Logan se apartó rápidamente de la consola, incapaz de soportar la intensidad de las imágenes. Cada pantalla mostraba lo que podría ser el futuro si no se detenía lo que ya estaba en marcha. A lo lejos, la figura encapuchada observaba con una calma perturbadora, como si todo estuviera dentro de sus cálculos.

“No lo lograrán,” dijo la figura, su voz una mezcla de arrogancia y amenaza. “Este mundo ya está condenado. No hay forma de volver atrás.”

Irene no dudó. Con rapidez y sin pensarlo, se lanzó hacia la figura, pero Logan la detuvo con un gesto firme. Ella lo miró confundida, pero él solo negó con la cabeza. El enemigo ante ellos no era alguien que pudiera derrotarse con violencia. No esta vez.

“¿Qué es lo que realmente quieres?” preguntó Logan, su tono cargado de odio, pero también de desespero. “¿Por qué hacer esto?”

La figura encapuchada sonrió, la expresión en su rostro enmascarada por la oscuridad de la capucha. “¿Por qué no? Este mundo se está desmoronando desde el principio. Todo ha sido una mentira. El sistema, el control, las reglas. Ya está todo podrido. El virus no es más que el último paso. Este planeta siempre estuvo destinado a caer. Ustedes simplemente se niegan a aceptarlo.”

Logan y Irene intercambiaron una mirada. Sabían que ya no había tiempo para largas explicaciones ni discursos filosóficos. El plan estaba en su fase final, y todo lo que quedaba era tomar una decisión. Avanzar o rendirse.

“¿Sabes qué es lo que no entiendes?” dijo Irene, su voz firme y desafiante. “Es que aún queda algo que puedes destruir, pero nunca podrás eliminar: la esperanza. La resistencia. No somos como tú. No importa cuántas veces caigamos, siempre nos levantamos.”

La figura se rió, pero no con malicia, sino con una tristeza profunda que dejó en el aire una sensación de vacío. “Ustedes piensan que pueden ganar. Pero el tiempo ya ha pasado. El virus ya ha comenzado su trabajo. No hay vuelta atrás.”

De repente, las pantallas mostraron algo que los dejó sin aliento: imágenes de ciudades devastadas, personas convertidas en monstruos, la humanidad corriendo hacia su propio exterminio. La red global de control estaba en funcionamiento. La transformación ya estaba en marcha. Cada minuto que pasaba, más y más seres humanos perdían su humanidad, transformándose en una horda que respondería solo a la voluntad del líder encapuchado.

“Esto no es solo un virus,” explicó la figura mientras observaba las pantallas. “Es la primera fase de un nuevo orden. Un orden donde los humanos no serán más que una pieza en un tablero. Yo seré el que controle todo.”

Logan, sintiendo el peso de la desesperación apoderándose de él, dio un paso hacia la consola. “¿Y qué pasa con nosotros? ¿Qué pasa con las personas que aún resisten?”

“¿Resisten? Son una ilusión. Nada pueden hacer para cambiarlo. Las masas caerán, y los pocos que sobrevivan serán controlados. El futuro ya ha sido escrito.”

Irene apretó los puños con fuerza, casi al punto de romperse. “El futuro no lo escribes tú. Lo escribimos nosotros.”

Con rapidez, Logan comenzó a presionar los botones de la consola, buscando la manera de revertir el control que el líder encapuchado había establecido. Pero la red estaba protegida por medidas de seguridad imposibles de desbloquear en tan poco tiempo. A cada intento, la respuesta era la misma: bloqueado, cortado, sellado.

"¿Vas a rendirte también?" preguntó la figura, su tono casi burlón.

"No, no voy a rendirme," respondió Logan, con voz decidida. “No importa lo que haya que hacer. Esto no puede quedar así.”

Con un suspiro, la figura se alejó de la consola y comenzó a caminar lentamente hacia ellos, sus pasos resonando en la oscuridad de la habitación. "Te equivocas si crees que todo puede solucionarse con fuerza de voluntad. La resistencia es inútil. No pueden detener lo que está por venir."

De repente, algo dentro de Logan se encendió, una chispa de rabia y desesperación que se convirtió en una determinación férrea. No podía dejar que todo terminara de esta manera. Si algo había aprendido en todos esos días de lucha, era que la esperanza podía ser el arma más peligrosa. No importaba cuántas veces cayeran, siempre podían levantarse. Y ahora, más que nunca, necesitaban levantarse.

“Si no lo puedes detener con la fuerza, tal vez puedas hacerlo con la voluntad de las personas,” murmuró Logan mientras su mirada se centraba en Irene. "Dime que tienes una idea."

Irene asintió sin dudar. Sabía que si querían ganar, tenían que hacer algo que no fuera esperado. El virus, la red, todo lo que estaba sucediendo no podía ser revertido solo por tecnología. Necesitaban algo más.

“Voy a destruir el núcleo,” dijo Irene, su mirada fija en la consola. “Si destruimos la red de control, tal vez podamos desactivar el virus antes de que sea demasiado tarde.”

Logan la miró con asombro. “¿De verdad crees que lo lograremos?”

“Si no lo intentamos, ya no habrá nada por lo que luchar.”

Con una determinación renovada, ambos se dirigieron hacia el núcleo central. Sabían que el tiempo se agotaba. Si no lo conseguían ahora, todo estaría perdido.

Pero antes de que pudieran llegar a la consola central, la figura encapuchada levantó una mano, y el aire en la habitación se volvió denso, pesado, como si todo el peso de la humanidad se estuviera colapsando sobre ellos.

“No tienen idea de lo que están haciendo. No hay lugar para la esperanza en un mundo que ya está muerto.”

Logan y Irene se miraron por un segundo. El destino estaba en sus manos.

Y entonces, la puerta se cerró.



#3128 en Otros
#599 en Acción
#356 en Aventura

En el texto hay: zombies, thriller, supervivencia

Editado: 02.04.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.