El viento cortante azotaba las paredes de la fortaleza en ruinas. Fuera, el cielo estaba teñido de un gris ominoso, como si el mismo universo estuviera observando la batalla final que se desataba en el corazón de lo que quedaba del mundo. Logan, Irene y el líder estaban cara a cara en el centro de la sala de control, donde todo había comenzado. Pero ya no quedaba nada de lo que alguna vez fue. Solo cenizas, destrucción y desesperación.
Logan miró a su alrededor. Los monitores de la sala parpadeaban con imágenes distorsionadas, como si los recuerdos de la humanidad fueran poco más que fragmentos rotos de un pasado lejano. No importaba cuánto lucharan, cuánto intentaran reconstruir, al final todo se reducía a cenizas. La humanidad misma estaba atrapada en una espiral de autodestrucción.
"¿Te das cuenta de lo que has hecho?" dijo Logan, la voz cargada de furia y desdén. "Todo lo que querías lograr, todo lo que pensaste que sería la respuesta... ha destruido cualquier esperanza de futuro."
El líder, ahora con la postura erguida y una expresión casi serena, no parecía afectado por las palabras de Logan. "La esperanza es una ilusión, Logan. La verdadera libertad se encuentra solo en la destrucción. Lo que he hecho es liberar a la humanidad de su falsa necesidad de orden."
Irene apretó los dientes. La decepción en su mirada era palpable. Ella había creído en este hombre, en su causa, pero ahora entendía que su visión estaba podrida, corrompida por la misma hambre que había arrasado el mundo. "Lo que has hecho no es libertad. Es una condena. No hay redención en el caos."
El líder dio un paso hacia ellos, su rostro acercándose al de Logan. "El caos es el único camino hacia la verdad. Y tú, Logan, te aferras a las mentiras. A la falsa creencia de que aún hay algo por salvar."
Logan no retrocedió. Cada palabra del líder lo desnudaba aún más, haciendo que se preguntara si lo que había estado luchando todo este tiempo valía la pena. ¿Realmente había algo que salvar? ¿O era solo una ilusión que él se había creado para sobrevivir? Pero las respuestas seguían siendo evasivas, como sombras que se desvanecían al intentar tocarlas.
De repente, un estremecedor zumbido se levantó desde lo profundo de la fortaleza. Los monitores comenzaron a emitir un brillo cada vez más intenso, como si el núcleo central estuviera a punto de colapsar bajo su propio peso. El líder levantó las manos, como si estuviera controlando los hilos de la situación. "Esto es solo el principio, Logan. Los cimientos de la humanidad han caído. Lo que queda es el fin. La última verdad."
Logan, sintiendo el peligro inminente, dio un paso atrás, tirando de Irene con él. "No lo permitiré."
"¿Qué vas a hacer?" se burló el líder. "¿Vas a detenerlo todo tú solo?"
La respuesta de Logan fue rápida, y el sonido de su voz se mezcló con el rugido creciente de la máquina. "No estoy solo."
De repente, un destello de luz cegadora iluminó la sala. La estructura misma de la fortaleza parecía temblar, las paredes comenzando a ceder bajo la presión del colapso inminente. El líder retrocedió un paso, desconcertado por el cambio repentino en el ambiente.
"¡Esto se acaba ahora!" gritó Logan, empujando a Irene hacia la salida mientras avanzaba hacia el núcleo. La última batalla no sería solo contra el líder, sino contra el propio sistema que él había dejado en pie.
A medida que Logan se acercaba a los controles, una explosión resonó en la distancia. El mundo entero tembló, y las pantallas se apagaron de golpe. La luz del edificio se extinguió, dejando solo una oscuridad densa, insoportable. Las estructuras crujieron y el eco de la caída de la humanidad se escuchó en cada rincón.
Logan sabía lo que tenía que hacer. La red de control había sido construida para servir a la humanidad, pero ahora estaba convertida en su perdición. Para detener el ciclo, debían destruirlo todo. No quedaba más opción.
Con un rápido movimiento, Logan arrancó los cables del sistema, desconectando la red y desactivando los controles. El mundo comenzó a desmoronarse, pero en su destrucción, Logan vislumbró una chispa, una pequeña rendija de esperanza.
"El hambre nos ha devorado... pero no hemos sido consumidos por completo," murmuró, mientras el sistema se apagaba a su alrededor. "Todavía estamos aquí."
El líder, sin su control, cayó de rodillas, su expresión desconcertada ante lo que acababa de suceder. "No... No puede ser."
Logan se acercó a él, su rostro frío como el acero. "El ciclo ha terminado. Es hora de enfrentar las consecuencias de lo que has hecho."
Y con esas palabras, la fortaleza colapsó. El futuro de la humanidad, ya sea de oscuridad o luz, quedó en manos de aquellos que sobrevivieron. Los restos de la civilización, la lucha por la supervivencia, se convirtieron en un nuevo comienzo. No sería fácil, pero la esperanza había logrado resistir, aunque fuera un destello en la vastedad del hambre.
Editado: 02.04.2025