Los Dieciséis Guerreros (libro 2)

Capítulo 4

El salón de reuniones era un lugar usualmente tranquilo. Sin embargo, en esos momentos era un caos total. Era la primera vez que los Peones asistían a una asamblea, por lo que silenciosos escuchaban a las Piezas Mayores hablar y discutir a la vez. El Rey, el Caballero Bynner y Alexandria permanecían también en silencio, con una expresión sombría. 

Después de haber salido del lugar de los casilleros, el Rey se había dirigido a la cancha. Todos se habían detenido y le habían dado espacio para que caminara entre ellos.

-Ya ha sido suficiente, – había dicho con su voz tranquila y majestuosa. – Las clases están canceladas. Regresen a sus hogares ahora. Ustedes también, – añadió dirigiéndose a los estudiantes y maestros que aún veían por las ventanas. – Retírense, – ordenó.

Nadie había sabido quién era esa persona. Ya fuera por temor o respeto, la verdad es que todos habían obedecido. Despejaron las instalaciones y regresaron en silencio a sus casas.

Cuando el Rey regresó al escaque, envió a Alan y a Kháli recuperarse en sus respectivas habitaciones. Kháli había preferido ir con sus padres y también enviaron a Alan con su propio padre al que le habían permitido residir en el Imperio Blanco. Luego, al Rey dirigirse a la Fortaleza, había encontrado ya al resto de sus Guerreros en reunión. 

Julian permanecía sentado silencioso en un rincón del salón; le estaba permitido participar en estas reuniones, pero no tenía lugar dentro de la gran mesa de los Guerreros Blancos. Otro personaje que solía presenciar las reuniones mas no era un invitado, era Billmorzei, la muerte personificada. Los Guerreros se habían acostumbrado a su taciturna presencia aunque a veces lo sentían como un intruso y jamás como un aliado. 

-Silencio, – dijo de repente el Rey en un tono bajo. Todos obedecieron inmediatamente. Suspiró y se enderezó. – Alexandria, Bynner, Julian, díganos qué fue lo que hallaron.

Bynner relató cómo encontraron la corriente de aire y la siguieron hasta el nivel debajo del Palacio Nacional. Cuando su relato llegó al hecho de que se encontraron con la pared, se detuvo, parecía extremadamente preocupado y algo avergonzado cuando continuó.  – Rompí la pared con mi espada y… - hizo una pausa, inhaló profundamente y dijo –…y liberé a Fraiton.

La Piezas Mayores dieron un grito ahogado. Los Peones solo intercambiaron miradas sin comprenderlo.

-¡¿Qué?!  - profirió Rita.

-¡Creí que estaba muerto! – aseguró Danna - ¡Él y sus compañeros!

-¡Esperen! ¡¿No eran un mito?!

-No, solo estaban sellados, – afirmó la Reina.

El Rey, quien no se había inmutado ante la revelación de Bynner, asintió y dijo: - Lo sospechaba, Vinicio también anda libre.

Las Piezas Mayores volvieron a lucir sorprendidas. El Rey les relató sobre cómo había planeado una riña en el Instituto y los resultados que obtuvo.

-Los estudiantes respondieron rápido y de una forma violenta ante la poca provocación de los Peones. 

-Con su permiso, - dijo Rochelle, la primera Peón en hablar. - ¿Podría alguien explicarnos quiénes son el tal Fraiton y Vinicio? 

-Sobre todo porque dos de nuestros compañeros fueron casi estrangulados, – añadió Cai  tratando en vano de ocultar su indignación y furia.

Ronnman se veía igual de molesto. -Así que es por eso que Alan y Kháli no están presentes.

El Rey volvió a tomar la palabra.

-Son cinco Terrorianos.

-¿Qué? - preguntó Jim. - Jamás había escuchado de esas criaturas… ¿o ya lo olvidé?

-Tampoco lo recuerdo, - aseguró Reff. - Nos han hablado de varios seres, pero no recuerdo haber escuchado sobre ellos.

-Es porque pensamos que ya no serían un problema, - el tono de Bynner era apesadumbrado. Sus enormes cejas se encontraban tan bajas y pensativas que casi cubrían sus ojos. - Son cinco seres. Sin embargo, de solo cuatro nos debemos preocupar, el quinto personaje no ha causado problemas mayores. 

El Rey asintió. - Nacieron en el cuarto escaque de la dimensión Beillia; era un mundo enorme, pero sus habitantes eran extremadamente débiles.

-¿”Eran”? – preguntó Jim.

-El cuarto escaque de la dimensión Beillia es una casilla negra, – observó Reff.

-Sí, – confirmó el Rey; – fue el lugar en donde la penúltima Guerra entre ambos Imperios se llevó a cabo. El Imperio Blanco ganó en esa ocasión, pero con bastantes pérdidas...

Hubo un momento de silencio respetuoso.

-Los habitantes eran débiles… – repitió el Rey, hizo una pausa y añadió: – …cuando eran muchos. La Guerra central se lleva a cabo entre ambos Imperios pero pueden tener aliados. El escaque de los cinco Terrorianos era aliado del Imperio Negro. 

Rita sacudió su grande cabeza. - No estoy entendiendo bien.

Fue cuando Alexandria tomó la palabra. – Los habitantes de ese mundo eran parecidos a los de la Tierra excepto por una extraña anomalía de la que se dieron cuenta ellos mismos mientras iban siendo exterminados y era que los que vivían se hacían más fuertes mientras sus compañeros fallecían.



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En el texto hay: peleas, romance, guerreras

Editado: 08.06.2024

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