Los 4 entran de nuevo en el túnel de vuelta a Lima.
Sara: Entonces no queda ninguno más. ¿Verdad?
Diana: Yo no noto que quede ninguno.
Laura sigue abrazando a Diana mientras camina. La tiene elevada sin que sus pies toquen el suelo.
Diana: ¿Piensas soltarme algún día?
Laura: Es que eres tan mona.
Diana: Me están empezando a doler los mofletes.
Laura: Esta bieeeeeen.
Laura suelta a Diana. Diego le entrega el equipaje para que lo cargue ella.
Sara: Vamos directos a hablar con el alcalde. Le voy a cantar las cuarenta cuando le vea.
Diana: Esta bien pero primero reclamamos la recompensa.
Sara: Es verdad. Ya se me había olvidado que él nos tiene que pagar. ¡Pues le voy a obligar a darnos un plus por la peligrosidad. Por cierto. ¿Rin no se cabreada contigo, Laura?
Laura: No pasa nada mientras no se entere de que e salido. Mientras siga desmayado no hay problema.
Sara: ¿Y si se despierta?
Laura: Pues seguramente me haga lo mismo que ha Ruben.
Sara: ¿Te bloqueará la salida?
Laura: Sí.
Sara: ¿Y entonces no podrás salir?
Laura: Es más complicado que solo salir o no. Es como si te encerrasen en una caja a pequeña de cristal y no pudieses salir.
Sara: ¿Entonces Rubén está así ahora?
Laura asiente.
Sara: Siendo así siento pena por el.
Laura: No te preocupes por él. Se lo merece por salir sin necesidad alguna.
Diana: Pero tu también has salido.
Laura: No es lo mismo. Yo he salido mientras él está inconsciente y por razones de vida o muerte. Él solo salió para ayudaros a ganar un estúpido juego. No pasaba nada malo si no salía.
Sara: Pues yo no creo que fuese tan malo que nos ayudase.
Laura: La verdad es que Rin nos provocó un poco para ayudaros, pero hace tiempo que quedamos en no salir más que si la situación lo exige.
Sara: Aún no entiendo qué tiene de malo que salgáis.
Laura: No es que sea algo malo en sí. Es simplemente algo que no debemos hacer si no lo vemos necesario.
Llegan al final del túnel. Se dirigen directos al ayuntamiento.
Laura: Creo que me da tiempo a visitar la ciudad antes de-
Laura se calla de golpe y se le pone la cara blanca.
Sara: ¿Estas bien, Laura?
Laura: Rin se acaba de despertar. Y no parece muy contento.
Diana: Puede que si se lo explicas.
Rin: No hace falta que me explique nada.
Rin mira con mala cara a los demás.
Rin: ¿Alguien quiere hacer el favor de explicarme qué ha pasado?
Sara: (Cara de cometer un error) No ha pasado nada.
Rin: ¿Y por qué estabais hablando con Laura y no estamos en la sala con los espectros?
Sara: Pues te vas a reír (risa tonta) Estábamos luchando contra los espectros cuando…
Diana: Uno te callo encima.
Sara: Si, eso. Y por eso salió Laura.
Rin: Así que salió Laura. ¿Y después?
Sara: (Se lo está tomando bien) Entre los 4 acabamos con todos.
Rin: Ya veo.
Rin empieza a ponerse rojo.
Rin: ¡¿Es que lo que digo yo no le importa a nadie?!
Sara: Venga Rin. No creo que sea algo tan malo.
Rin: ¡No es que sea malo o no! Yo dige que no podían ayudaros. A demás, vosotros elegisteis la misión y tendríais que haber acatado las consecuencias.
Sara se empieza ha cabrear.
Sara: Escucha. Ella salió solo para ayudarnos y para salvarte a ti. No puedo creer que seas tan desagradecido.
Rin: Seré desagradecido si quiero. Además, no tengo que agradecer nada.
Sara: Hay que ver que cabezón eres. Vamos ha dejarlo ya y cojamos la recompensa.
Rin: Creo que será mejor. Así podremos volver rápido a casa.
Los 4 empiezan a caminar hacia el ayuntamiento. Llegan y suben hasta la oficina del alcalde.
Sara entra dando un portazo y el alcalde se asusta.
Alcalde: ¿Se puede saber a qué viene ese portazo?
Sara entra cabreada.
Sara: Usted. No nos avisó de que era una misión tan peligrosa.
Alcalde: A. Sois vosotros.
Sara: ¿Eso es todo?
Alcalde: Yo no tenía que avisaros de nada que no os hubiese avisado ya. Además estáis vivos y por lo visto sin heridas. Así que no creo que os costase tanto.
Sara: Que sepas que hemos estado a punto de morir ahí dentro.
Alcalde: Eso no es culpa mía.
Rin: Déjalo Sara. Vamos a coger la recompensa y ha irnos.
Sara: No me puedo creer que quieras dejarlo así.
Rin se acerca al alcalde y le da la tarjeta de la smap. El alcalde la coge y pone la marca mágica sobre ella. Rin la vuelve ha coger y se gira.
Rin: Ya está. Vámonos.
Los 4 salen de la sala. Sara sale cabreada. Una vez fuera, se dirigen hacia la salida cuando Rin se para en una tienda. Los demás se alejan un poco hasta que se dan cuenta de que Rin se ha parado.
Sara: ¿Que haces Rin?
Rin coge unos objetos y los paga. Después se acerca a los demás.
Rin: Os he comprado unos regalos pero no os confundáis. Son para que recordéis este día y el que habéis estado a punto de morir.
Sara: ¿Un regalo?
Rin: Si no lo quieres lo devuelvo.
Rin les da: A Sara un colgante con forma de gota, a Diana unos pendientes en forma de llama y a Diego una hebilla de cinturón.
Sara: ¿Y cuanto te ha costado esto?
Rin: En los regalos no se pregunta el coste.
Sara: Así que caro. ¿Te has gastado el dinero de la misión?
Rin: Claro que no. Ese dinero era mío. Además, ese dinero no es nuestro. El dinero de la misión se lo queda la smap y después nos da un sueldo segun el dinero y las misiones que hayamos realizado.
Diana: Eso es verdad.
Rin: Bueno. Ahora más vale que los uséis.
Sara: Vale vale.
Sara se pone el colgante, Diana los pendientes y empieza a sonreír hasta que las coletas se los tapan y Diego se cambia la hebilla con dificultad.
Rin: Ahora volvamos a casa.
Editado: 25.09.2020