Sara se despierta en su habitación. Está amaneciendo y el sol que entra por la ventana le da directamente en la cara. Ella se tapa los ojos con una mano. Se levanta y se estira. Mira durante unos segundos la habitación y después baja las escaleras para ir al salón donde está Rosa.
Rosa: Buenos días Sara. ¿Vas a contarme hoy tus aventuras?
Sara mira a Rosa con cara triste.
Madre de Sara: Sara no va a contarte nada esta vez, Rosa.
La madre entra por la puerta del fondo con unos platos de huevos con bacon.
Madre de Sara: Aquí tenéis el desayuno.
Sara y Rosa: Buen provecho.
Las 2 empiezan a comer. La madre se sienta en otra silla delante de Sara.
Madre de Sara: Sobre lo de anoche. ¿Que has decidido?
Sara: Lo he pensado y creo que dejaré la SMAP.
Rosa: ¿COMO QUE VAS A DEJARLA?
Sara: Creo que yo no valgo para eso.
Madre de Sara: Deja de decir tonterías. Has cometido algún error pero eso nos pasa a todos. No puedes rendirte al primer problema. Descansa un par de días en la granja y ya verás como ves las cosas de otra manera.
Sara: Esta bien.
Terminan de comer y Sara ayuda a su madre a recoger.
Madre de Sara: Si no vas a ir a la SMAP hoy, deberías ayudar a tu padre.
Sara sale de la casa y se dirige a la parte trasera. Allí está un hombre con el típico traje de granjero, pelirrojo y una pala.
Padre de Sara: Veo que ya te has levantado. Anoche te fuiste tan rápido a tu habitación que no pude ni verte.
Sara sigue cabizbaja.
Padre de Sara: ¿Hoy no vas a la SMAP?
Sara: No, así que me ha dicho mamá que te ayude.
Padre de Sara: Pues si que me viene bien que me ayuden. Sería como en los viejos tiempos. Podrías ir alimentando a las overranas.
Sara se va hacia una caseta de madera roja y tejado negro. Tras coger una bolsa, se dirige hacia una zona vallada donde hay unas ranas con lana. Mientras les da de comer, Sara empieza a recordar.
HACE 7 AÑOS.
Sara de 12 años está alimentando a las overranas. Su madre sale de la casa.
Madre de Sara: Sara ven a casa. Necesito que me ayudes.
Sara: Ya voy mama.
Sara deja el saco y va corriendo con una sonrisa hacia la casa. Al llegar la madre le dice que está en la cocina y ella va.
Sara: ¿Qué necesitas?
Madre de Sara: Estoy preparando la comida pero hay mucha verdura que preparar y sola no puedo.
Sara: Claro mamá. Ahora te ayudo.
Mientras las 2 están cocinado, Rosa entra en la cocina. Está de pie con un vestido. Tiene el pelo marrón y le llega hasta los hombros.
Rosa: Mamá, mamá. ¿Podemos jugar al aro?
Madre de Sara: Ahora no Rosa. Estamos haciendo la comida.
Rosa: Pero yo quiero jugar ahora.
Rosa se cabrea un poco. Se acerca a su madre y le empieza a tirar de la ropa.
Rosa: Venga mamá un poco. Porfa porfa.
En uno de los tirones la madre se hace un corte en un dedo.
Madre de sara: Ya te he dicho que ahora no Rosa. Ya me he cortado por tu culpa. Ve a la habitación y juega allí.
Rosa mira a Sara.
Madre de Sara: Tampoco la mires a ella que me está ayudando.
Rosa se cabrea aún más y se va de la cocina. Al poco de salir, se escucha un ruido y a Rosa gritando. La madre y Sara dejan la comida y van corriendo a ver qué ha pasado. Al llegar a las escaleras ven a Rosa tirada en el suelo. Tiene el pelo ardiendo, se sujeta las piernas y está llorando.
Rosa: MAMÁ, MAMÁ. ME DUELE, ME DUELE MUCHO.
La madre sale corriendo hacia la cocina a por agua. Mientras, Sara sale de la casa a llamar a su padre.
La madre regresa con un cazo con agua que tenía para las verduras y se lo echa a Rosa encima pero las llamas no se apagan.
ACTUALIDAD
Sara ya ha terminado de ayudar a su padre y está dándose un baño. Ya es por la tarde. Mientras Sara se está bañando entra Rosa.
Rosa: ¿Estás enfadada conmigo?
Sara: Claro que no estoy enfadada contigo.
Rosa: Desde que has llegado casi no me has hablado así que pensaba que estabas enfadada conmigo.
Sara: Tu no tienes nada que ver con lo que me pasa.
Rosa: ¿Y entonces qué te pasa?
Sara: No es nada de lo que debas preocuparte.
Rosa pone cara triste y se va. Sara se sumerge en el agua de la bañera.
HACE 7 AÑOS
Sara se está bañando. Fuera del baño están sus padres hablando con un hombre. Aunque están alejados Sara los escucha hablar.
Madre de Sara: ¿Qué es lo que le pasa a mi hija?
Hombre: Por lo que he podido observar, vuestra hija posee magia de fuego que no es capaz de controlar. Además tiene un exceso de magia que, cuando alcanza el límite que aguanta el cuerpo, se libera a través del pelo.
Madre de Sara: ¿Y las piernas?
Hombre: Debido al calor producido por su magia, los huesos de sus piernas cambian de tamaño rápidamente. Por desgracia, no hay una cura para lo que le pasa. La única opción es que su hija aprenda a liberar ese exceso de magia de alguna forma.
Madre de Sara: ¿Y qué podemos hacer nosotros?
Hombre: Lo único que se puede hacer para reducir la gravedad es que la niña tenga una tela con agua mágica en la cabeza para que apague las llamas. También deberá ir en silla de ruedas.
Padre de Sara: Muchas gracias doctor.
El hombre sale de la casa. La madre de Sara abraza al padre.
Padre de Sara: No te preocupes. Encontraremos la solución.
Sara termina de bañarse y va directa a la habitación de Rosa. Al llegar la ve tumbada en la cama con una venda mojada cubriéndole la cabeza.
ACTUALIDAD
Sara está pensativa mirando por la ventana del salón. Se ve unos tablones de madera en forma de cruz.
Madre de Sara: Hace tiempo que no practicas con tu espada contra algún muñeco de paja.
Sara: Ya soy mayor. No necesito practicar con un muñeco de paja que ni siquiera se mueve.
Madre de Sara: Recuerdo cuando eras más joven. Te pasabas todo el día practicando con tu espada de madera.
Editado: 25.09.2020