Los elegidos: La ciudad de Vampiros

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Ciudad de Vampiros 1905

— No lo se Brark, suena peligroso — dijo dudoso el joven, quien acariciaba al bello corcel mientras cepillaba la melena del mismo.

— será divertido, además, aun eres mi protegido — presumió de forma burlona.

— Brark ya tengo 25 años, soy uno de los protectores de la ciudad, además tu eres el protector de Lika, y nosotros ya no necesitamos que nos protejan — artículo con obviedad — ahora yo soy el que protege tu inmundo trasero — dio un leve empujón y río con ganas.

— Es cierto, pero aun así los guardianes tenemos que proteger a todos los elegidos por igual, no importa que nos hayan encomendado uno por guardián, todos ustedes son nuestra prioridad — dio la vuelta y tomo el otro cepillo del cesto — así que deberías ir — insistió.

Ambos cepillaban la bella melena del corcel, sin decir ni una palabra, era un silencio cómodo, hasta que Luhan decidió hablar.

— ¿Alguna vez te has preguntado que sería de nosotros si no nos escondiéramos de los cálidos, del resto del mundo? — cuestionó con nostalgia.

— No nos escondemos Luhan, tenemos a esta ciudad, el inmenso bosque y a ustedes, no necesitamos nada mas —

— Es esconderse; una barrera que hace invisible a la ciudad, unos enormes lobos mutantes, nuestro pueblo oculto aquí sin posibilidades de abandonar la ciudad y cinco jóvenes que nacieron para proteger el trasero de todos los fríos que viven en ella, eso es esconderse Brark — dijo molesto — si nosotros queremos podemos tomar todo el país, el continente entero, nosotros somos el futuro, ellos ya vivieron el tiempo suficiente en este mundo, es nuestro turno de reinar — miró a Brark con ojos de maníaco, en cambio Brark  tomo del hombro a Luhan y se acerco mas a el, le susurro al oído "Este mundo no le pertenece a nadie, recuerda siempre, que un buen líder debe de pensar también por su pueblo y no solo por si mismo", el joven se quedo callado pues el mas que nadie sabia que sus pequeños arrebatos no eran lo correcto mas aun si los vamp's vivían cómodamente en la ciudad de vampiros.

Una campana comenzó a resonar en toda la ciudad, los fríos corrían a sus casas y se resguardaban en ellas, Brark y Luhan salieron de los establos y corrieron a la entrada de la ciudad encontrándose con los demás elegidos y los guardianes.

— ¿Que sucede? — cuestiono Brark mientras miraba en frente, tratando de ver mas allá de la entrada.

— Esto — dijo Lika al mismo tiempo en que colocaba su mano enfrente de ella haciendo aparecer un tipo de espejo en el aire conformado por agua y nube, dentro de el se podía ver a dos grandes bestias cuyos dientes eran aun mas grandes que los de un oso, eran enormes y sus ojos brillaban en rojo intenso — Los Volkars intentan entrar a la ciudad y al parecer están muy enfadados.

— No pueden traspasar la barrera pero los golpes que provocan al chocar contra ella están ocasionando ondas de sonido demasiado fuertes, un pequeño se encontraba cerca de la barrera cuando empezaron a golpear contra ella ocasionando que sus tímpanos se dañaran, lo cual es o mas bien era absolutamente imposible, el tipo de magia que hemos utilizado retiene al mal afuera, todo aquel con malas intenciones no puede traspasar,  la barrera esta diseñada para que en estas ocasiones el sonido y fuerza se retengan en ella para así acumular la energía y regresarla al agresor, sin embargo algo la ha alterado, creo qu-

— Espera — interrumpió Limed colocando su mano en alto para que Luck se callará — Si es lo que creo que dices que crees que es... Tenemos que ir ahora a reforzar la barrera, si siguen golpeando mas, las ondas sonoras se esparcirán mas y mas y esto será como estar dentro de una campana en movimiento, dañaría los oídos de los pequeños por un largo tiempo— miró al resto y continuó — primero intentaremos hablar con los Volkars,  distraerlos si es posible — los demás asintieron con la cabeza, 8 mujeres vestidas de un traje negro a la medida les entregaron sus armas a los 10 protectores y estos se pusieron en marcha hacia la barrera.

Al llegar el fuerte sonido ocasionó que quedaran aturdidos por un momento, se reincorporaron y controlaron su audición, se encontraban a unos pasos de la barrera, se podía ver a los Volkars golpeando con intensidad la barrera, esta era invisible ante los ojos de criaturas no sobrenaturales, pero los ojos de los volkars permitían que estos pudieran ver la inmensa barrera, no ver que había dentro de ella pero si ver su estructura, era como ver el océano azul flotando en todas partes, en cierta manera era hermoso y efectivo.

— Lized, intenta abrir un poco la barrera, que seamos capaces de escucharlos y ellos a nosotros — dijo Limed, la contraria asintió y con un movimiento de manos logró lo que se le pedía, los Volkars dejaron de golpear contra esta y se mantuvieron quietos con unas miradas inquietantes para los fríos.

—Luck ten en mano el arco — dijo con voz tranquila y baja, se acerco mas al espacio abierto creado por lized y miro con seriedad a las bestias — Volkars — dijo en voz alta e hizo una reverencia con la cabeza, los contrarios le imitaron pero sin dejar de mirar con sed a los demás —  La ciudad de vampiros no quiere una pelea hoy ni mañana, ni nunca, sea lo que sea que los traiga a nuestro territorio les pido que den la vuelta y no vuelvan o se atendrán a las consecuencias, no queremos una pelea entre clanes — dijo segura, en espera de alguna respuesta.

Los volkars se miraron entre si y dieron la vuelta, se detuvieron en unos arbustos, miraron por un leve momento a los presentes y  después  desaparecieron entre los arbustos.




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