Los elegidos: La ciudad de Vampiros

13

Ambos chicos fruncierón el ceño confundidos.

— Creo que quiere decir que somos atractivos— interrumpió Amon tratando de ocultar la rareza de su madre.

— Gracias— respondió dudosa.

— Bueno, entonces madre — colocó sus brazos sobre sus rodillas, hizo puño su mano y apoyó en el su barbilla — ¿A qué venimos a este lugar?

— ¿Quieren escuchar una historia?— dijo Kay con un tono misterioso.

— Creo que nos interesa más saber que hay aquí— las dos adultas le miraron con curiosidad— No nos dirán que se conocieron hace años, se enamoraron y ahora está extraña del bosque y yo seremos hermanos ¿verdad? — dijo señalando a Atenea y poniendo una cara de pocos amigos.
Aquello hizo reír a su madre, mientras tanto Bae lo miraba con desaprobación.

Kay sonrió con interés y negó con la cabeza dando a entender que estaba en lo incorrecto.

— Primero, Amon debes de bajarle a esa imaginación tuya y segundo deben de escuchar lo que vamos a decirles— dijo con seriedad Bae.

El chico se sintió intimidado y decidió optar una postura más apropiada ante la mayor dejando de lado su humor tan característico.

— Bien, empezare a relatando una historia — Kay se aclaró la garganta y comenzó su relato— Hace cientos de años la humanidad paso por una fuerte epidemia, los humanos comenzaron a morir, los curanderos no sabían que hacer, era un virus muy letal, tanto, que en busca de poder parar la infección, los altos mandos ordenaron el asesinato de cientos de personas, pero en vez de ayudar solo empeoraron las cosas, se creyó que el virus comenzó a evolucionar ya que solo el 2% de los que eran infectados sobrevivían, pero no volvían a ser los mismos. Se le conoció como el "virus V" debido a qu-

— Espera— interrumpió Amon — que tiene que ver una historia antigua de una enfermedad de la que jamás se ha documentado, con nosotros, no recuerdo haber leído sobre ninguna enfermedad con ese nombre— argumentó seguro— ¿eso era como la peste o solo una enfermedad de la que acaban de inventar para entretenernos?— preguntó con cierto sarcasmo.

— No hay documentos sobre ello, todo archivo fue destruido en busca de que la gente lo olvidara, por eso Amon, la historia no es muy conocida — habló Bae con tranquilidad — intentamos que esto sea de una forma tranquila, así que, si, todo lo que digamos a continuación tiene que ver con ustedes y si, necesito que te calles a partir de ahora — Lo miró con molestia.

— No entiendo — dijo Atenea con confusión.

— Lo entenderán si solo escuchan — afirmo Kay — como decía — comenzó de nuevo con su relato — El virus fue llamado así, debido a que el comportamiento de los humanos infectados cambiaba a uno agresivo y con instintos asesinos, pe- — el celular de Bae comenzó a vibrar haciendo que Kay callará al instante y rodará los ojos molesta por tanta interrupción.

Tomó el dispositivo y miró la pantalla de este con sorpresa, dedicó una mirada sospechosa a Kay y contestó la llamada, dejando atónita a Atenea

— Albhadur no despierta — se escuchó al otro lado de la linea, la voz del hombre sonaba a qué estaba preocupado y alterado

— Iremos ahora mismo— contestó Bae.

La mujer se puso de pie, tomó su bolso y respiro profundo adoptando una pose más tranquila.

— Kay nos necesitan en el trabajo— dijo con tranquilidad— tenemos que ir ahora— sonrió y miró a los menores convirtiendo a Atenea en un mar de confusión. ¿Su madre había sonreído? — Amon, vamos— ordenó.

El joven se puso de pie y siguió a la mayor. Acompañada de su madre.

— Nos vemos pronto Atenea— habló la mayor.

— Hasta luego Kay.

Atenea se quedó sentada viendo como las dos adultas y Amon se  iban del lugar.

Hasta que la puerta del coche se escuchó cerrar fue cuando Atenea reaccionó.

—¿Acaso escuché mal o ellas dos trabajan en el mismo lugar? Y ¿Ella sonrió? ¿Acaba de contestar una llamada justo frente de mi? ¿Quien era el hombre de la llamada? Y ¿Quien es Albhadur?— se cuestionó sintiéndose cada vez más confundida con cada pregunta que se fórmulaba.

Todo era extraño.

Toda su vida encerrada en aquella casa y de pronto su madre le daba la oportunidad de salir de ella, asistir a clases y convivir con demás personas, pero, aún más raro que haya invitado a dos extraños a su casa cuando ella le dijo que jamás hablará de donde vivía, que era por su protección y que si alguien lo averiguaba tendrían que mudarse.

Amon parecía confundido con todo al igual que la chica, no lograban entender nada, el comportamiento de ambas adultas era muy misterioso.

— Una historia jamás contada, un virus fantasma y alucinaciones — habló para si misma perdida en sus pensamientos.

Corrió a la sala de estudio que se encontraba a unos dos metros de distancia de la puerta secreta, se detuvo a observar las repisas llenas de libros, era una biblioteca privada. Amaba leer y algo dentro de ella le pedía que lo hiciera justo en ese instante.

Caminó y pasando su mano sobre cada libro esperó poder encontrar algo que le ayudará a entender.

— ¿Qué estás buscando Atenea?— se pregunto en voz alta, esperando a que la respuesta saltará de entre alguna página de un libro.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.