Los elegidos: La ciudad de Vampiros

23

La castaña entró prácticamente pateando la puerta al mismo en que gritaba con furia el nombre de su amiga llamando la atención de todos dentro del salón de clases.

— ¿Me puedes explicar por qué desapareciste ayer?

— Lo siento Asher. Digamos que tuve un asunto familiar...

— Bien pues, tu asunto familiar no están importante como el que ayer el rector cometiera suicidio.

— ¿Enserio?

— Si, ayer los estuvieron buscando a ustedes cuatro para interrogarlos por qué fueron los últimos en ver al rector apesar de que una testigo dijo ver al rector saltar por si mismo desde la ventana. ¿Que no notaste el caos que hay en el instituto? hasta hay patrullas fuera del edificio

— ¿Y saben por qué cometió suicidio?

— Pues...— Asher le hizo señas para que se acercará más para poder susurrarle al oído — Al parecer su esposa tuvo un accidente y murió. Pobre hombre amaba tanto a su esposa que decidió acompañarla en el más allá — el tono de la chica reflejaba lástima por el occiso.

Atenea se mantuvo callada todo el tiempo, prestando atención a la clase teniendo que disimular que no notaba las miradas sobre ella ya que como antes lo había dicho Asher ellos cuatro fueron los últimos en ver al rector, por lo que los rumores no tardaron en correr por todo el instituto aún cuando se había dicho que había sido suicidio pero para el resto de la gente aquello era curioso, después de todo era un pequeño pueblo donde casi nada pasaba....

Los truenos llamaron su atención, parecía acercarse una tormenta, la luz era mínima y solo a lo lejos podía escuchar gritos combinados con los truenos, era como si estuviera cercas de algún estadio.

Caminó hacia la luz que se veía a lo lejos, cada vez que se acercaba más los gritos se intensificaban logrando distinguir algunas palabras entre tantas voces.

— ¡Corre Lized!

— ¡Corre Luhan Corre!

Las personas estaban sentadas en bancos de madera que formaban un círculo perfecto dando la apariencia de un pequeño estadio, sin embargo al acercarse más notó que aquello era más bien un campo de batalla.

Las espadas chocaban unas con las otras, la tierra era levantada por los pies desnudos de los "guerreros" quienes más bien eran niños.

Una niña de cabello rojo logró tomar el pañuelo azul que una enorme bestia igual a un gato enorme portaba en el lomo. Los gritos se intensificaron al mismo en que la niña gritaba victoriosa.

— ¡El ganador es Lized!

Aquel anuncio despertó aún más al público quienes no se contuvieron en gritar a todo pulmón el nombre de la susodicha.

— No es justo, Lized siempre ha sido la más rápida de todos — El pequeño niño de cabellos alborotados parecía decepcionado.

— Luck recuerda lo que te hemos enseñado.

— Losé, celebrar las victorias de mis hermanos.

La mujer le dio un beso en la frente para después acariciarlo y decirle que fuera donde sus hermanos celebraban felices por la victoria de Lized.

La chica parada aun lado de la mujer la miró con los ojos llorosos, la mujer sonreía de oreja a oreja y miraba al pequeño niño con los ojos iluminados llenos de orgullo.

No lo pudo soportar más, algo la golpeaba tan fuerte en el pecho que incluso sentía que no podía respirar, sentía que la estaba matando.

Las lágrimas comenzaron a brotar y las palabras simplemente se escaparon de su boca.

— ¿Por qué no me miras así? ¿Por qué no me sonríes? ¿Por qué no me das ni el más mínimo afecto madre? ¡¿Por qué?!... Yo también quiero tu amor...

La chica lloraba y gritaba golpeando su pecho esperando que la sensación desapareciera, pero con tan solo ver cómo Bae jugaba con los cinco niños y les decía lo orgullosa que estaba de ellos, el dolor aumentaba cada vez más matando todas las esperanzas que tenía.

Al ponerse de pie se encontraba en la habitación donde la gran mesa de madera era testigo de diversas discusiones, tratos e incluso planes.

Una niña rubia estaba parada en frente de la mesa siendo observada por los cinco mayores.

— ¿Estás segura de eso Limed?

La voz de la mujer reflejaba su falta de confianza en la niña ya que parecía no creer lo que Limed decía.

— Si, lo pude sentir, Luhan utilizo Mentys en Lika durante la prueba de las escrituras Druidas.

— Esa es una acusación muy grave Limed — El único hombre en la habitación había adoptado un semblante molesto.

— Losé pero todos sabemos que Lika es la más lista de los cinco, el resolver esas escrituras era tarea fácil para ella y fue la tercera en terminar...Lika nunca falla.

Los mayores se miraron entre si y asintieron con la cabeza.

Bae suspiro pesado y habló con decepción.

— Reúne los ahora.

Limed cerró los ojos y en un santiamén los cuatro niños restantes estaban parados a sus costados con las manos en la espalda y la mirada hacia el frente manteniéndose en completo silencio.




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