— Creo que hay que salir de aquí ahora — dijo Astaroth al darse cuenta de que algunos de sus compañeros ya estaban despiertos y quejándose dramáticamente.
Sin embargo cuando se pusieron de pie se dieron cuánta de que uno de ellos aún seguía dormido.
— Amon vamos, tenemos que marcharnos — dijo Atenea moviendo al joven con insistencia.
En ese instante Albhadur recordó haber visto algo por unos leves segundos mientras corrían fuera de la oscuridad.
— El idiota no logró salir— dijo sosteniendo la cabeza de Amon y ladeando la misma para dejar a la vista su oído derecho el cuál parecía estar sangrando.
— Hay que sacarlo de aquí ¡Ahora!— gritó Atenea llamando la atención de aquellas personas que ya estaban despiertas.
Astaroth colocó a Amon en su hombro tal cual costal de papas y caminó apresurado hacia la salida siguiendo a Albhadur y Atenea los cuales se dirigían nada más y nada menos que al bosque, justo donde solían tener sus "clases extra".
Al llegar ahí Amon parecía estar despertando pero no fue así, solo se quejaba y llevaba sus manos a sus oídos, lo que ocasionó que Astaroth lo tuviera que bajar de su hombro.
— ¿Que le sucede?
Albhadur se detuvo un momento a observar a Amon y se dió cuánta de que su gran plan probablemente había sido un fiasco.
— Creo que no solo "vinculamos sueños" sino que al entrar a su espacio oscuro fue como invadir un espacio personal, lo que vimos no creo que haya sido algo que esa persona quisiera que alguien más viera. Esta atrapado en la pesadilla de el miembro fantasma y todo el dolor que esa persona siente, él lo está sintiendo justo ahora.
— ¿Cómo hacemos que pare?
— No lo sé, el miembro fantasma es como nosotros y por lo que nos dijeron los guardianes, "solo un elegido puede dañar a otro elegido a muerte" y si Amon no sale de esa pesadilla...
— No lo digas — ordenó Atenea.
La chica se acercó Amon y volvío a intentar despertarlo con aún más insistencia, le gritaba tanto que esperaba que al menos pudiera escucharla para poder salir de aquel lugar...
— Tu me obligaste, fue todo culpa tuya, si tan solo hubieses obedecido, él ahora estaría con vida
La mujer continuaba dando vueltas al rededor de la niña hincada quién aún seguía gritando desconsolada, sin embargo la mujer de cabello largo y oscuro no dejaba de gritarle a la niña y de acercarse a ella de manera amenazante, su rostro no era visible pero apesar de eso Amon podía sentir su mirada diabólica.
— ¡Basta! — gritó Amon intentado que la niña lo escuchará y pudiera dejar de gritar.
— No debiste entrar aquí— aquella voz suave lo distrajo de aquella escena tan perturbadora, sin embargo el dolor en sus oídos continuaba.
— ¿Tu quien eres?— cuestionó Amon al poder visualizar a lo lejos una silueta.
La persona comenzó a caminar hacia él con tranquilidad, al mismo en que creaba una especie de campo de agua a su alrededor cubriendo a Amon el cuál al estar protegido de la esfera de agua logró descansar un momento del dolor que le ocasionaba la niña, permitiendo así que al levantar la vista se encontrase con un joven chico de cabello castaño y alborotado, sus ojos eran de un verde claro y su tés parecía ser de porcelana.
— ¿Luck? — dijo sorprendido.
— Es un gusto Elegido Amon, jamás creí que serías al primero en que conocería — sonrió alegre y dió una ligera reverencia con la cabeza movimiento que fue imitado automáticamente por Amon.
— ¿Que está pasando?
Luck hizo un movimiento de mano y el gran campo de agua comenzó hacerse más delgado permitiendo así que ambos pudieran ver a la niña nuevamente.
— Gracias a ustedes, ella está en su más grande pesadilla. Ella no duerme, jamás lo hace por qué cuando cierra los ojos lo único que ve es al niño muerto.
La voz del joven reflejaba auténtica tristeza y lástima por la chica aún que Amon logró percibir en su mirada decepción y furia.
— ¿Quién es él?
— Él solo era un niño inocente que pago la consecuencias de conocer a la niña equivocada.
— ¿Que le pasó?
— Eso es algo que no me corresponde decirte, pero lo que si te puedo decir es que tienes que salir de aquí antes de que te dañes de gravedad
— ¿Por qué lo dices?
— Tu cuerpo físico está sufriendo las consecuencias de estar en la mente de otra persona. La razón del por qué pudieron entrar aquí no está en ti, sino en Astaroth, él puede acceder a las mentes y el fue quien logró sacarlos, pero tú audición es mil veces mejor que la del resto por lo que a ti te afecto aún más, el grito es lo que te desorienta y hace que salir de este lugar te sea imposible y mientras más tiempo estés aquí más débil te volverás.
— ¿Estás diciendo que para salir de aquí necesito de Astaroth?
— Si y no, a pesar de que no existe un vínculo entre ustedes, ellos parecen poder llegar a ti, solo tienes que escuchar con claridad.
— ¿Que quieres decir con eso?, ¿Que no puedes llevarme con todo y tú campo mágico hacia la salida?
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Editado: 02.06.2022