Los elegidos: La ciudad de Vampiros

28

Las siguientes horas fueron un martirio para todos: Amon, Astaroth, Albhadur y Atenea se sentían impotentes y aterrados, se sentían estúpidos, por haber creído que Bae solo reprendería a Gisha por dejarlos escapar a su pequeña "caminata", ya que no contaban con que Bae realmente fuera a cumplir su palabra, ahora por culpa suya, la pequeña e inocente Gisha estaba muerta y aún peor su muerte había sido horrible: Asesinada y devorada por aquellos que debían protegerla.

>> ah, lo olvidé...yo realmente no la conozco. No es mi madre, no es mi amiga y mucho menos es alguien de la cuál pueda hablar cariñosamente, no podría hablar de ella sin mencionar su inevitable sentimiento de odio hacia mi, entonces... ¿Por qué creí que la conocía?, ¿Por qué creí que solo se enfadaría y no le haría daño a Gisha?... Que estúpida he sido, si realmente- <<

La mano en su hombro ocasionó que dejara de lado su sin fin de pensamientos, concentrándose en el joven pelinegro que iba caminando aun lado de ella.

— Detente — dijo en voz baja, sabiendo que muy probablemente no sería  escuchado por los mayores gracias a que estaban concentrados buscando algo desde hace más de una hora.

Atenea frunció el ceño sin entender, por lo que Albhadur le hizo una seña con la cabeza para que volteara hacia atrás y viera a Astaroth; El chico no paraba de sacudir su cabeza y cerrar los ojos con fuerza, esmerandose en seguir caminando, siendo sujetado discretamente por Amon para que no se fuera a tropezar y llamara la atención de todos.

— Eres la única a la que Astaroth puede escuchar con claridad, tus pensamientos lo están aturdiendo — dijo Albhadur caminando sin mirar atrás — Se que lo que pasó con Gisha es algo que jamás podrás olvidar, ninguno de nosotros lo hará, pero debes de tener en cuenta que no solo tú estás siendo atormentada por la culpa, ellos también y el que Astaroth pueda escucharte cuando tus emociones son fuertes no es algo que él disfrute, así que intenta mantener la mente calma y deja de pensar tanto en Gisha y él podrá dejar de ser atormentado dos veces.

Atenea asintió con la cabeza, sintiéndose aún más culpable que antes.

>> Lo siento <<

Aquel último pensamiento Astaroth lo pudo sentir en todo su ser, pudiendo calmarse y descansar un poco, Atenea estaba tranquila, controlando sus emociones lo más que podía por lo que Astaroth dejó de escucharla.

Kay les había enseñado que sus pensamientos influían demasiado en sus emociones y para desgracia de Atenea y Astaroth eso aplicaba doblemente para ellos.

Todos sabían que Atenea pensaba de más las cosas, y la mayor parte de lo que quería decir se quedaba atascada en su mente, por lo que era de esperarse que en esos momentos Atenea estuviera pensando sin parar sobre el asunto de Gisha y Bae.

Durante los primeros días de entrenamiento los cuatro chicos habían tenido una pequeña reunión en el bosque, para poder saber más sobre ellos y sus habilidades debido a que los mayores se los habían hecho saber por separado, por lo que su reunión se trataba sobre sus habilidades y quien tenía la mejor de todas.

— Muy bien, empecemos por Atenea, todos ya sabemos que haces pero necesitamos más detalles, así que...¡El primer fenómeno de está noche es la bruja del bosque, ella es nada más y nada menos que la señorita Atenea Han! — anunció Amon como todo buen presentador del típico programa de rifas.

Los chicos comenzaron a aplaudir y a gritar proclamando el nombre de la chica quien solo hacia pequeñas reverencias y lanzaba besos al aire como toda una celebridad de Hollywood.

— Gracias, gracias querido público — sonrió intentando mantener su perfecta actuación —  Mi habilidad no solo es sentir presencias como ustedes ya saben, resulta que es mucho más que eso. Puedo sentir como las personas emiten ciertas vibraciones de acuerdo a sus emociones, estás vibraciones me ayudan a poder saber cómo se siente la otra persona y en dónde de encuentra, pero dada mi poca experiencia, por el momento solo puedo percibir aquellas vibraciones particulares como por ejemplo las de la loca de Izis y también vibraciones de personas cercanas como las de mi madre y Verriam — detuvo su relato en cuanto escuchó al perro ladrar corriendo directamente hacia ella pero en un parpadear el perro se había desviado e ido directamente hacia Amon por lo que la chica bufó indignada — como decía — se aclaró la garganta y continuo hablando — también existen algunas excepciones, por ejemplo la vez en que Amon me encontró en el bosque no lo sentí en lo absoluto, eso fue por qué sus emociones eran normales y no había alguna en particular...

— Entonces las emociones fuertes te ayudan a poder sentir las vibraciones — reiteró Albhadur pensativo.

— Así es, pero eso no es todo, una vez que logre controlar bien mi habilidad podré sentir e influir en el estado de ánimo de las demás personas, sin importar si sus emociones estén neutras, además de que gracias a las vibraciones pudo sentirlos, también pudo utilizar esas vibraciones para causar dolor físico, algo así como lo que pasó en mi casa — dijo lo último sonriendo falsa.

— Atenea tiene un poder simple pero efectivo y nosotros por carne propia sabemos cómo se sienten sus vibraciones — Comentó Astaroth al mismo en que temblaba falso de miedo.

— ¿Oye pero tú habilidad se basa también en tus emociones? — preguntó Amon.




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