Capítulo 3: Un encuentro inesperado

Los policías llegaron al lugar. Todo parecía normal al principio, las personas alrededor se juntaban para ver lo que ocurría, nadie contestaba. Solo había un detalle: el portón y la puerta principal estaban abiertas.

Los policías entraron en posición de disparar por si las cosas se ponían mal.
Geovany iba liderando, aunque su cabeza se hacía la misma pregunta: ¿Quien fue la chica que lo solicito a él?, iban por el pasillo para las habitaciones. En la primera habitación para su sorpresa estaba con llave.

Geovany les dijo a sus hombres que buscaran en la casa, mientras él y un compañero intentarían entrar allí. Cuando todos se dispersaron el compañero se puso detrás para cubrirlo. Mientras él, con un nudo de confusión y de varias emociones, golpeaba la puerta. Para su alivio alguien respondió con una voz entrecortada: ¿Quién es?

-Somos la policía, recibimos una llamada de ayuda de aquí- dijo Geovany agregando: ¿Se encuentra bien? ¿Puede abrir la puerta?

Unos segundos después se escuchaba como alguien se levantaba y caminaba hacia la puerta y metía una llave a la cerradura.

Al estar la puerta medio abierta Geovany dijo: No se preocupe está a salvo. La llevaremos a la comisaría para hacerle unas pregun... No pudo terminar ya que Vielka abrió la puerta y se le lanzó encima para darle un fuerte abrazo, mientras seguía aún llorando, y le dijo: Como te extrañe. Gracia, Muchas gracias. No puedo creer que te vuelva a ver después de mucho tiempo.

Geovany algo desconcertado le pregunto: ¿Usted sabe quién soy yo? A lo cual Vielka, con una sonrisa forzada, le dijo: Si, pero veo que tú ya te olvidaste de mí. Así que te refrescare la memoria.
En ese momento fueron interrumpidos por los demás oficiales que llegaban a donde estaban ellos. Vielka a verlos no volvió a prenunciar ni una sola palabra, ni siquiera en el camino hacia la comisaria.

Estando en la sala de interrogatorios estaba renuente a decir algo. Uno de los oficiales que la estaba entrevistando, que estaba a punto de estallar por la cólera, le dijo: Si no nos dice lo que pasa o pasó no podremos protegerte a ti ni a tu amigo que fue secuestrado. ¿A caso quieres que lo maten?
Vielka al escuchar tan secas palabras solo inclino la cabeza y se puso a llorar. El oficial se calmó y algo avergonzado le confeso: Se por lo que has pasado, No es fácil estar en una situación así. Uno tiene mucho que procesar y a veces a uno le cuesta recordar. Descanse, volveré luego.

Salió de la habitación a tomar aire, cuando vio a Geovany se le ocurrió una idea.
Se acercó a él y le dijo: Geovany, como eres a la única persona que le tiene confianza necesito que entres allí y la interrogues.
Algo impactado pregunto: ¿Pueden dejarnos a solas? A lo cual movió la cabeza en seña de afirmación y saco a todos de la sala de observación. Cuando quedaron ambos se dirigió a Geovany y preguntó: Te he notado inquieto ¿Qué fue lo que ocurrió?
A lo que Geovany respondió: Aun no lo sé y eso es lo quiero saber.
Abrió la puerta y ella lo vio e inmediatamente fue como si la esperanza volviera a su ser.
Luego de cerrar la puerta ella le dijo: ¿Te quedaste con la duda, cierto? Típico de ti, nunca cambias. ¿Cómo sabes de mí?-Pregunto él casi desesperado.
Vaya monito este que ya se olvidó- Murmuro Vielka y luego una sonrisa muy infantil.
Geovany al oír esa frase se acordó. Pero no puedes ser tú. Como has crecido- Menciono el mientras sentía en estremecimiento atroz y sudaba helado. Se sentó en la otra silla y tartamudeo: Aaaliiiice. ¿Eeeres tuuuú?
Ella respondió: Vaya hasta que atinaste. Es un gusto verte de nuevo.