FLETCHER
—Elthon, hola —lo saludo.
Es domingo y hoy estamos solo él y yo en la casa.
Me mira mientras sostiene su taza de café. —Hola.
—Oye —camino a su lado— mira… tengo que pedirte perdón.
Frunce el ceño. — ¿Por qué?
Tengo que hacerlo. —Por todo, Elthon —aclara mi garganta—. Mira todo este tiempo te he tratado como si ser tu fuera algo malo pero —me río irónicamente—, yo soy un desastre y tú eres tan… ¿Perfecto? Siempre me molestó eso.
Él niega. —No soy perfecto.
—Para mí sí lo eres —admito—, odio decirlo pero cuando éramos niños te veía como mi héroe o algo así, me parecías tan inteligente y quería ser como tú.
Junta sus cejas y me observa con incredulidad. — ¿De verdad?
—Sí, lo eras —recuerdo esos años—. Pero tú no me ponías atención y eso me dolía, quería que fueras más cercano a mí, antes tú pasabas más tiempo con Harriet o con Tomas.
Suaviza su expresión. —Oh, no sabía eso…
Niego, por supuesto que no lo sabía. No suelo hablar de lo que siento y menos con mis hermanos. —Está bien, yo solo… mira, sé que no somos los más unidos pero quiero que eso cambie. Solo nos llevamos un año, podríamos pasar más tiempo juntos, ser mejores hermanos, ¿No lo crees?
Entrecierra sus ojos. — ¿Y ahora porque sales con todo esto?
Sonrío. —Estoy tratando de hacer las cosas bien. —Miro la casa, aquí hemos construido muchos recuerdos y hace unos meses, todo parecía estar bien, pero hemos cambiado—. Nuestros padres se están divorciando, lo único estable que nos queda somos nosotros. Aun si nuestros padres se separan nosotros seguiremos siendo hermanos, ¿No?
Sonríe. —Qué raro estas hoy, no te había escuchado decir ese tipo de cosas.
Bajo los hombros. —Ser como antes no me sirvió de nada, ahora estoy tratando de ser mejor.
—Fletcher, ¿Si sabes que no tengo rencores contra ti, no? Mira, como bien dijiste no somos cercanos pero sigues siendo mi hermano menor y te quiero, de verdad que lo hago. Eres un tonto y muy molesto pero te quiero, Fletcher y eso no cambiará.
Ahora me siento como un niño pequeño, como cuando yo tenía cinco años y me caí de la bicicleta y Elthon llegó a ayudarme mientras yo lloraba. Él me llevó con mi mamá, sostuvo mi mano mientras ella limpiaba la herida y luego me regaló una paleta que era de él.
—Estúpido Elthon, me vas a hacer llorar —le digo sintiendo lágrimas en mis ojos—. Y yo… supongo que también te quiero.
Él suelta una risa corta. —Llora si quieres, no le diré a nadie.
Ruedo los ojos. —Eres un tonto.
—Tú también eres un tonto, Fletchie. —Usa mi apodo, recuerdo que cuando éramos niños él me llamaba así también.
Tengo varios recuerdo con él, mi hermano mayor. Aunque a veces se siente que entre ambos hay una distancia muy larga, sin duda lo quiero. A él y a Mia. Puedo aceptar perder a mis padres como un matrimonio pero no puedo aceptar perderlos a ellos.
Elthon siempre estuvo ahí para mí, me prestaba sus juguetes, me ayudaba a pintar dentro de la línea y me contaba historias divertidas.
—Cállate Elthon John —sonrío.
Abre sus brazos y levanta las cejas. — ¿Abrazarás a tu hermano mayor?
Hago una mueca. —Uno rápido.
Nos abrazamos y no me separé de él tan rápido. Mi hermano siempre estuvo ahí, protegiéndome y asumiendo responsabilidades que yo no. Mi hermano hizo tantas cosas solo para protegerme a mí y Mia. He sido malo con Elthon, le he dicho cosas de las cuales me arrepiento y no me he portado amable.
Pero como Benny me dijo, aún tengo tiempo.
—Entonces —nos separamos—, dime sobre tu audición dentro de dos semanas.
Elevo mis cejas. — ¿Cómo lo sabes?
—En el albergue donde trabajo llega uno de los integrantes ocasionalmente y le contó a Wanda, una de las encargadas sobre las audiciones y la gira.
Mi boca se abre. — ¿Has conocido a Los Firestones?
Niega. —Solo a uno, tiene el cabello negro largo.
—Ark —le digo—. Oh bueno, sí, he estado ensayando.
Asiente. —Asombroso, ¿Puedes enseñarme como tocas?
Frunzo el ceño. — ¿Quieres escucharme tocar?
Afirma moviendo su rostro dos veces. —Claro, nunca te he escuchado realmente.
Sonrío. —Sí, claro —señalo hacia arriba—. La guitarra está en mi habitación, ahora vengo —comienzo a salir de la sala pero antes me doy la vuelta—. Elthon, gracias.
Elthon me mira sonriendo. —Gracias Fletcher.
Termino de enseñarle a Elthon y él me ve como nunca lo había hecho antes, parece que realmente le gustó escucharme.
—Eres muy bueno —afirma—. Hablo enserio.
Sonrío mostrando todos mis dientes. —Gracias, creo que es la primera vez que dices algo así.
Resopla. —Pues, es la primera vez que te tomas algo enserio.
Dejo la guitarra a un lado. — ¡Oye! —Sonrío de nuevo—. Bueno, sí, es cierto… quizás debería hacerlo más seguido, arruinaría menos cosas.
Entorna sus ojos. — ¿Aun quieres a esa chica, verdad?
Asiento, tomando una respiración larga. —Sí, no sé porque o como pasó pero sí. No puedo dejar de pensar en ella y solo desearía regresar el tiempo, he hecho muchas tonterías.
Aprieta sus labios. —Entonces, quizás, no deberías rendirte. Creo que si realmente la quieres, no ocultes nada. Ve y abre tu corazón, habla con ella y deja que tome la decisión.
Niego, sintiendo un golpe en mi pecho. —Ella ya se rindió conmigo y, la entiendo. Hice muchas tonterías y la dañé, no puedo esperar a que me perdone.
—Pero inténtalo, Fletcher —pide—. Solo hazlo, ya pasaste por lo peor, ahora solo da un último golpe.
Curvo mis labios hacia arriba. —Eso dice papá, ¿no?
—Sí —suspira—. Extraño a papá pero, ya llegará el tiempo de hablar con él.
Niego molesto, recordando que él engañó a mamá. —No sé si quiero verlo.
—Yo tampoco —baja el rostro.