Los fantasmas del pasado

Capítulo 19 : Un beso tibio

Paso un día, aun seguía incómoda.

Mi madre no aparecía pero tenia la sospecha de que estaba a mis espaldas, asechándome.

Mark me dejo quedar a dormir, mientras que todavía siguiera en la escuela.

Cuando íbamos en dirección al lugar, recordé cuando Staycy me había tirado aquella bebida a mi cabeza. Y como me encontraba.

Pero de repente Mark me miraba.

—¿Qué?— le dije.

—Nada, te veo mejor que ayer. Es solo eso.

— Y tu también...—suspire—Todavía no me dijiste lo de mi madre.

—Más bien Esteban. Lo único que me dijo fue que me mataría si seguía a tu lado.

— Tal vez siente celos de vos y Nicholas.

Mientras charlábamos pude ver como a mis compañeros estaban afuera del establecimiento, y entre ellos Staycy.

—Maldición—musite.

—¿Qué pasa?

— Nada...es la loca.

Mark divisó sobre los demás personas, hasta llegar a la que mis ojos miraban con odio.

No le importó mucho, solo siguió caminando a mi lado. Pero como de costumbre, cuando le pase al lado, el bullicio entre su grupo se hizo obvio.

— Miren quien vino, la tonta y su noviecito emo.

— ja ja ja ja....—río una de ellas.

«Cómo me gustaría mandarla por medio de la calle y que un camión haga su trabajo..» pensé.

Mark se anticipo lo que reflejaba mi mirada.

—Percibo rabia.

—Es que ahora no puedo creer que no le pueda pegar....

— Igual estate tranquila, yo te defendí aquella vez. Deberías de olvidarla , ahora tienes que estar en lo tuyo.

— Tienes razón, es pérdida de tiempo.

En el salón proseguían las clases, hasta que sin poder resistirlo escuche el murmullo en el mismo.

— No se si escucharon , pero Sasha apuñaló a su mejor amigo.

—¿No era que fue así mismo? . Bueno, eso es lo que escuche—dijo otra.

—No, él fue apuñalado por su preciada amiga. Sasha Lewis.

«Están equivocadas»

—En fin está loca— dijo una voz que reconocí.

Al voltear se trataba de Staycy.

Fruncía su malvada sonrisa y sus manos juntas.

— Se nota que no podes fijarte en tus propios asuntos.

— Asesina— contestó ella, al seguir sonriendo.

— No lo soy.

—Peste — dijo su amiga.

— Cállate metida— dije al levantarme.

Mark escucho la discusión, volteo para ver que pasaba.

—Bruja— agregó otra.

—¡Ustedes son unas idiotas, no se metan en mi vida! — dije al salir del salón.

Mark miro con rencor sobre ellas.

En el baño, lloraba sin control. Estaba cansada.

Se juntaban todo: rabia, impotencia, locura y desconcierto.

No podía evitarse...

« Desde que he visto fantasmas mi vida se torno oscuro y desolada. ¿Por qué a mi? ...¿Por qué a mi? ...»

Sostenía en mis manos el papel que llevaba los nombres que Mark me había dado.

Los nombres de todos los fantasmas.

«Me hable tanto con Janice....pero cuando me fui de la casa ya no le veo. Albert, es el más antiguo. Desde que tengo memoria, ellos fueron mis amigos...mi compañía. Nada mas, deje de verlos»

— Los extraño...

Mis lágrimas derramaba lentamente mientras bajaba la cabeza.

Pero en un instante, las luces titilaron a mi alrededor.

Era una mala señal, pero ya no me quedaban más fuerzas para irme.

Me encontraba tan triste, tal que no me importaba nada.

Un viento fresco paso por detrás de mí espalda.

Tan parecido a mis apariciones, era como un recuerdo.

Pero a la vez sentí como si alguna mano invisible acariciaba mi mejilla.

Me tocó dulcemente y luego me obligó a mirar hacia mi costado.

Era casi indescriptible aquella sensación, pero me sorprendió a la vez cuando se me apareció Esteban.

Su imagen era claro pero se sentía real al tacto.

Me sonreía como lo hacía antes.

Sin embargo se acercó para darme un beso en mi mejilla y luego mis manos.

—¿Esteban?.

El miro fijamente a mis ojos.

—Sasha, no llores. Estoy aquí—dijo al abrazarme.

De alguna forma se sentía acogedor aquel abrazo. Aquella sonrisa...era tan familiar.

— Estoy confundida...Tú la mataste y ahora eres tierno conmigo.

— Te mostraré la verdad.

—¿Cómo? .

— Lo sabrás, ahora ven— tomó mi mano.

Me condujo con paciencia, a medida que caminaba. Era todo silencioso.

Dentro de la clase, Mark se preocupo, tal que se salió de inmediato.

Apenas lo hizo vio a lo lejos dos personas.

Una era una chica y del otro un muchacho. Pero aquellas personas le eran familiares.

—¿Sasha?

Vio más de cerca.

Esteban volteo como si se diera cuenta del que los observaba se trataba de Mark




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