Los fantasmas del pasado

Capítulo 23 : Náufragos de la luz

Nicholas empezó a mover varios de sus dedos. Un par de las manos y otros de los pies.

Mark, sorprendido, se acercó al lado de la camilla.

Observó el monitor y le dijo: —¿Nick?

Y de repente las pulsaciones se aceleraron aún más.

— Hace mucho que no me llamas así...—dijo Nicholas.

— Dios...pensé que jamás despertarías —dijo Ashelee al aparecer en la sala.

— Hola hermana, ¿Estas....estas llorando? —dijo Nicholas al ver que lagrimaba su pequeña hermana.

Ashelee corrió hacia el, lo abrazo fuerte mientras sollozaba de alegría. En cambio, Nicholas tocó con lentitud como si le sorprendiera aquel afecto.

—¿Cuánto estuve así?

— 6 semanas.

—Vaya....

De pronto alguien mas apareció entre ellos.

—Nicholas—dijo la madre de él y Ashley.

—¿Mamá?

 

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Se hacia de noche mientras Sasha tomaba retorno a su casa nuevamente. Parecía tantos los días en que al final pudo ver con sus ojos.

Cuando ya se encontraba en la calle próxima a ella, noto que había varios policías a su alrededor. Tomaban fotos y inspeccionaban .

Al ver esto, Sasha se oculto entre los árboles que estaban a su cercanías.

Unos de los policías iluminó a los contados del asfalto, con su linterna mientras estaba en el auto con su compañero. Fueron unos cuantos segundos al revisar aquella área.

Unos de ellos hizo un llamado.

— Ya tomamos la denuncia, ahora hay que ver si se encuentran en el barrio. Si, habrá que preguntarles a sus familiares.

Al finalizar la llamaba hizo una señal al resto de los hombres para que se marcharán.

— Regresaremos luego, mientras el resto tendrá que seguir con el monitoreo. En busca de Alison Lewis, Sasha Lewis y Ellias Lewis. La mujer es de edad próxima a unos 34 años, la niña entre 12 años y el pequeño de 10 años.

Apenas de marcharon, Sasha entró sigilosamente a la casa, a través del sótano. Desde allí llegó a las escaleras y luego a su habitación.

—A ver....¿En donde están? .

Reviso en cada parte de su cuarto, pero sus esfuerzos eran en vano. No consiguió ver a ningunos de los fantasmas.

«¿Qué ocurre, por que no están?» , pensó ella.

Sin embargo, mientras se dirigía al pasillo, lo que no noto es que una presencia oscura la miraba desde el pasillo. Este le brillaban los ojos, de color blanco y aparentaba a una figura de un hombre. A cada paso que Sasha daba, él se acerca más, hasta llegar a su espalda, donde permaneció quieto, como una estatua.

—¿Janice?.....¿Albert?.....¿Steve?....

No hubo respuesta.

«¿Es una broma o que?, deben estar en alguna parte»

Cómo no encontró a nadie, entre tantos pasos se tropezó con una silla. Maldijo en el momento, pero al agacharse para para verse el golpe. Aquella sombra alzó su mano y se preparó para golpearla.

Sasha apartada de todo, solo se fijaba en su dolor. La sombra término por rasguñar su espalda, dejándole tres marcas.

Grito ante el dolor que le era irritante y hasta punzante. Puso su mano en la herida, cuando sus ojos se enfocaron a los ojos de aquella sombra. Su sangre se heló.

 

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Alison abrazaba a Ellias para que no tuviera frío. El lugar era inhóspito, desolado y deprimente.

Las estatuas ya habían perdido su color, hasta tenía grietas en varias partes. Algunos de ellos hasta perdieron partes del cuerpo.

Una que Alison le llamo mas la atención era la de un niño que se postrada, viendo el cielo nocturno. Todavía conservaba algunos detalles, la figura y el rostro. Las pequeños rasgos era la de un niño que un pensaba en la soledad . Sus manos estaban entrelazadas como si rogara a los Ángeles que se lo llevarán. Hasta sus pies eran tiernos, pequeños sencillos.

Tal era la nostalgia que Alison llevo a Ellias cerca de aquella estatua.

Observa más de cerca. Con sus dedos rozó las mejillas de la estatua del chico.

—Mamá...— musito Ellias al acercarse entre sus brazos— Tranquilo mi niño, él prometió algo. Espero que lo cumpla.

—¿Quien?—dijo Ellias entre bostezos.

Alison le sonrió y luego le dio un pequeño beso en la mejilla.

 

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Nicholas ya se encontraba totalmente despierto, mantenía una charla con Mark y su hermana. Después de un rato, aparecieron el resto de sus hermanos.

Christian Watson de 29 años, Danniel Watson 19 años y Paul Watson 18 años.

—Hola Nicholas, ¿Estas mejor? — dijo Paul al entrelazar las manos.

Paul era morocho con ojos negros, era el que mas resaltaba, ya que Ashley y él siempre estaban juntos. En cambio Christian y Daniel siempre estaban lejos de casa.

— Por ahora bien— contestó Nicholas.

—Papá estaba preocupado, el te verá apenas termine de trabajar—mencionó Christian al estar cerca de Nicholas.

— Escuche que pudiste estar con una chica, ¿Se asustó de ti o que?—dijo Danniel al sonreír. Él era el alma de la fiesta, siempre hacia chistes para romper el hielo. Y este caso, para romper la tensión del momento. Lo único que coincidía con Nicholas eran los ojos celestes, al igual que el color de cabello, solo que Danniel era más castaño.

— Madre, iré por agua, ¿Quieres? —dijo Christian.

— Si hijo, también tráeme algo para comer—dijo la mujer.

— Llamare a Sasha, si quieres—dijo Ashley al susurrarle a Nicholas.

Mientras los miembros de la familia seguían saludándole y hablando sobre el asunto, Mark, salió de la sala y fue a la salida donde se sentó en el suelo.

Saco de su bolsillo el celular, donde marco el numero de Sasha.

Mantuvo el numero durante unos segundos, miro lejos de los establecimientos, los árboles y las personas que salían del mismo hospital.

Al fin ya cabo presionó el numero y espero a que atendiera .




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