Capítulo 27: La posesión (FINAL)

Nicholas se iluminaba con el celular, temblaba ya que sentía miedo. Jamás se le había ocurrido que en aquella casa había estos seres.

—¿Por donde iremos?, ¡Están por todas partes!

—Hay una salida.. Solo hay que buscarla—dijo Mark.

Parecía que ellos se hacían más pequeños y que los demonios se hacían más grandes. Tales seres albergan al igual que sus extremidades.

Le cerraban el paso, solo la oscuridad había en cada parte.

— Nicholas ¡Nicholas! —llamaba Estaban.

—¿Esteban? ... ¿En donde estas?

—¿Con quien hablas?—dijo Mark.

—Es Esteban, él quiere decirme algo— agregó Nicholas— Pero no logro verlo.

—El juega contigo , debes vencer todo lo que él haga. Usa tus debilidades...si le demuestras que eres fuerte. Lo vencerás— dijo Esteban al aparecer a su lado. Ofreciéndole que le sostenga del mismo.

Nicholas pensó por un instante en Sasha y en que sólo necesitaba verla con sus propios ojos.

Miro fijamente a su mano y la tomó.

Como si fuera una linterna alumbró todos su alrededor y con otra fuerza, arrastró a Nicholas fuera de la habitación. Sostuvo del brazo de Mark antes de que lo sacarán de allí.

Los demonios intentaron cerrarlo nuevamente pero entonces, una puerta les cerró en la cara.

—Uff ...gracias Esteban. Pensé que eras el malo de la historia.

—Es que lo fue en verdad, pero no quería que mueras como yo.

— Gracias también por eso —dice Mark al tomarle en el suelo.

— Sasha esta en problemas, yo se donde se encuentra. Pero hagan lo que hagan, no lo escuchen, solo a mi.

Ambos chicos asistieron.

Mientras tanto, Alison llamaba a su esposo. Suplicaba, y le decía cosas que quiso decirle, cuando paso.

—¡Por favor!....quiero verte Owen...sin ti...mi vida es muy solitaria.

Dejo que su cuerpo se dejará caer sobre el suelo. Sus lágrimas se caían mientras su cabeza se apoyaba sobe la pared.

<_Alison , prométeme que si tenemos una hija la llamaremos Sasha...

—Si, lo prometo.

—Y si es que tengo un hijo, Ellias. Como mi padre.

— Pero hay algo que debes prometer también.

—Dime Cariño.

— Qué llegues a tiempo >

—¡Me lo prometiste! — sollozo con fuerza.

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Sasha trataba de forcejear contra el demonio pero él tomó forma de varias personas que ella conocía.

— Sasha, tu me encontraste, volvemos a jugar, ¿Si? — dijo Janice.

—¡Basta!

— No recuerdo quién soy...necesito tu ayuda—dijo Steve.

—¡Deja de hacerlo!

—Pero el pasado aún sigue aquí, un viejo como yo ya no tiene a su familia.

—¡¡¡Cállate!!!

El demonio río con malicia y sin demostrar más que él sentimiento que Sasha sentía en aquel momento, la soltó y fue a un rincón, en donde la miro. Gozaba a cada momento en que ella sufría.

Suspiro ante el delirio que pasaba a su alrededor. Las imágenes de los fantasmas eran apenas notables.

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Esteban los guio por otra parte de la casa. Era una grieta del que apenas podía entrar un niño. Como no cabían, Nicholas tuvo que romperlo con varias patadas.

Al entrar había telarañas, suciedad por doquier y nada de iluminación.

— Esteban...— respiro Nick—Te prometo una cosa...si Sasha sale ilesa de esto, trataré de ayudarte a salir.

— Está bien, hay que apresurarnos. Yo se que estas enamorado de ella. Como yo lo estuve.

—¿Qué es lo real de esta historia? —pregunto Mark al seguir gateando sobre el suelo sucio— Es que Sasha me contó varias cosas...y una de ellas es que tú lo mataste y que lo hiciste por que estabas celoso de él.

— Es verdad— contestó Esteban. Su voz resonaba en el lugar, solo se veía su cuerpo de luz.

—¿Entonces que paso? — dijo Mark.

—Él los manipula, todos fuimos de alguna forma influenciado por muchas cosas. Unas de ellas es que Claris tenía debilidad...por no poder elegir a uno. Steve fue los que unió a todos, se enamoró de ella perdidamente. Jamás presiento lo que iba pasar.

Janice era solo una niña, la más inocente. La mate a mano propia, tal hecho me sigue atormentando hasta hoy.

Albert, el anciano desolado, imploró que todo volviera a ser todo como antes, y que cada uno fuéramos al cielo. Pero no pudo....murió apenas rogó que lo enterraran a Claris cerca del sepulcro de su madre.

Varios de los hechos hacían rumores, que si se enterrara aquella joven, muchos de los demonios que rodearon la zona, regresaría por mas sangre. La familia Lewis fue maldita para muchos. Pero eso no acabo ahí, cuando sólo quedó huesos. A cada unos se le fue escondido en lugares que jamás se pudieron y volverán a ver :

Claris Lewis, Steve Morgan, Janice Thompson y Albert Lewis.

Los cuatro malditos. Lo hicieron llamar, solo mi madre logró enterarme.

—¿Pero entonces no habéis logrado desaparecer aquel tumulto de aldeanos? — dijo mi madre.

—Querida, jamás debimos habernos olvidado de vuestro hijo. De haber sabido que se juntaría con aquella familia...pudimos haber evitado tal tragedia— dijo mi padre.

—De algo estéis seguro, de que si se volvieran a despertar nuevamente...—mencionó una anciana que rondaba cerca de ellos.

Ellos los miraba con arrogancia y le respondieron:

—¡Usted que se cree!, ¡Mi hijo Solo fue un esclavo de esa familia!

— No, ellos fueron poseídos por el Satán— al decir eso se retiro aquella anciana.

Mis padres no volvieron a mencionar aquel legado de Lewis.

Con el tiempo solo quedó de parte de ellos, los primos que al final terminaron hasta Sasha Lewis.

En cambio de mi familia, se mezclaron con otras sangres hasta llegar a lo que fue una familia diferente.

Los Watson.

De repente Nicholas se detuvo.

—¿Quieres decir...?

— Si, tu eres de nosotros.