Capitulo tres:
Ahí estaba yo, parada frente a la puerta de mis vecinos, esperando…
Cuando se escucha, un ruido de la puerta abriéndose. Estaba muy nerviosa me temblaba las manos, los pies, las rodillas, todo me temblaba.
-Hola vecino. –le dije un poco nerviosa.
-Hola. –me responde, con cara de sorpresa.
-¿Tú? –le respondo, con gran sorpresa.
El solo me miraba con una sonrisa, y dije:
-Eres el chico nuevo, ¿verdad?
-Sí, nos acabamos de mudar.- me responde.
-Catalina, mucho gusto. –le respondo un poco nerviosa.
-Ya lo sé. –me dijo sonriendo.
-¿Enserio?, ¿Cómo lo sabes? –le respondo confundida.
-Bueno… vamos juntos en química. ¿No?- me dijo.
-Sí, y también en historia. –le respondo con una sonrisa.
-Mi nombre es Aarón, mucho gusto en conocerte catalina. – me dijo , estirando su mano hacia mí.
-Igualmente. – le respondí, el gesto.
-¿Quieres pasar? –me dice con una sonrisa.
-Claro, gracias.- le respondí, entrando a su casa.
-¿Quieres algo de tomar? – me preguntó.
-Agua, está bien. –le respondí, un poco incomoda.
-Claro, ahorita vengo. Me respondió alejándose.
Era espectacular esta casa, nunca había entrado. Tenía una sala más grande que mi patio.
Empecé a caminar alrededor de la casa, era impresionante, tenían una biblioteca, todo era espectacular no lo podía creer que esta familia tuviera tanto dinero.
Iba caminando, cuando algo llamó mi atención, era un ruido que venía de abajo, parecía más bien un sótano, cuando empecé a caminar hacia abajo una voz masculina me detuvo.
-Oye, ¿tú?- dijo la voz masculina.
Me di la vuelta asustada, y lo vi. Era un chico de pelo rubio, de ojos color azul, alto. Vestía unos short color negro, y una camisa de color gris.
-Ah, disculpa.-le respondí, asustada.
-¿Qué haces aquí?-me preguntó molesto.
-Disculpa, no quería…. –le respondo, quedándome sin palabras.
-No deberías estar aquí. –me respondió, señalando con la mano hacia afuera.
-Sí, disculpa. Ya me voy. Le respondo, caminando hacia la salida.
Dirigiéndome hacia la salida, abriendo la puerta y saliendo, lo escucho decir:
-Un placer catalina.- me dijo, cerrando la puerta en mi nariz.
-Idiota.-se me sale, cuando golpea la puerta enfrente de mí
Caminando hacia la casa, estaban mis amigas todavía esperándome.
-¿Cómo te fue? Dijo aurora.
- Anda, cuéntanos Lina. – dijo después rubí.
-Entremos les contare. – le respondo, entrando a la casa.
Entrando a casa, les cuento todo en detalle, todo lo ocurrido, el ruido, el chico misterioso que me cerró la puerta en mi cara.
-No lo puedo creer.- dijo aurora, con cara de sorpresa.
-¿y si...?, son secuestradores.-dijo rubí, pasándose la mano por su cara.
-Claro que no rubí, no digas tonterías. –le respondí aurora.
-no creo que sean secuestradores. Les dijo a las chicas.
-Tienen razón chicas, ideas mías. –dijo rubí, riéndose.
-¿Entonces que fue ese ruido, chicas? –dijo aurora.
-No lo sé aurora. Le respondí, con cara de duda.
-Para mí, que tienen un perro.-dijo rubí.
-Puede ser. Respondí.
Así pasamos el resto del día, pensando que secretos pueden tener nuestros vecino.
Tal vez estábamos exagerando. Tal vez solo era su perro.
Editado: 17.12.2022