✨Capítulo Veintitrés ✨

​​Adrián. 

Después que descansara, y qué me recuperara con los medicamentos que tomé, me siento mejor. Ahora estoy en una habitación de huésped, estoy recostado en el marco de la puerta, en la cama está Catalina dormida o eso quiero creer. Está con una bata que le puso Leah, ya que es la única mujer, ella ya se tuvo que ir.

Catalina está siendo monitoreada con controles de la clave, al menos en algo han ayudado.

Las cosas se están complicando más de lo que esperaba. La clave está fuera de juego, quiere que lo solucionemos sin ponerlos en riesgo a ellos. Por eso han tomado una decisión, hoy en la noche entregaremos a Ester, a la clave. No quieren arriesgarse a que hagamos algo, y que pierdan la oportunidad de terminar con ella.

Las posibilidades de mantenerla viva, se nos están acabando. Aarón, está muy enojado conmigo, no me habla al menos que sea necesario. Álvaro tiene un pequeño plan para salvar a Catalina.  

Salgo de la habitación. Sentados en la sala están Álvaro, y Aarón. 

― ¿Cuál es el plan?―me siento con ellos.

―Harry quiere a Ester, y la clave también. Tenemos que decidir qué hacer―Habla mi padre.― ¿Engañar a la clave? Ó ¿Engañar a Harry?

Engañar a Harry, es muy estúpido de nuestra parte. Siempre termina un paso de nosotros siempre. Si se entera de que lo queremos engañar, él será más listo que nosotros y perderemos la cura. Y, por otro lado, está la clave. Podemos correr el riesgo que nos descubran traicionándolos y será el fin, también. 

Una complicada decisión ¿No?

―Engañemos a la clave. Será menos complicado.―Digo sin pensarlo.

―Opino lo mismo.―Habla Aarón.

―Hasta que estamos de acuerdo.―Rueda los ojos.―Si armamos un buen plan, será más fácil encargarlos. 

Tantos planes vuelan en mi cabeza…

―Hoy entregaremos a Ester, a la clave, es nuestra única oportunidad.―Se pone serio.―la clave, no confía mucho en nosotros. Creen que entregaremos a Ester, a Van Hart.

―Hay que actuar rápido.―Dice Aarón.

―Este es el plan.

****

Todo está planeado.

Última oportunidad.

Ahora o nunca.

Faltan una hora para entregar a Ester, a la clave. Una hora para llevar a cabo el plan, y arriesgarnos por ella. Es la primera vez que mi padre y Aarón, desobedecen a la clave. ¿Qué lo hizo cambiar? ¿Por qué ella es tan importante?

La clave quiere a Catalina. Pero prefieren a Ester, ante cualquier cosa.

Son las once de la noche, a las doce vendrán por Ester. La clave mandará a un grupo especializado a recogerla. 

Nada puede salir mal.

Bajo las escaleras del sótano, tengo a alguien a quien visitar primero. Enciendo las luces, meto la llave en el candado y abro la puerta. Allí en el suelo está Ester, igual de siempre. Encadenada, con la misma ropa, pelo despeinado, y algunas manchas de suciedad. 

Al verme sonríe. 

―Qué milagro. Su alteza me honra con su presencia.―Se burla.

Desde que la trajeron aquí, nunca he bajado al sótano. La odio, desde aquel día en que nos traicionó, y nos abandonó. Me traiciono.

― ¿Qué te trae por aquí?―Dijo.

―Hoy es tu día de suerte.―me acerco a ella.―Tengo un trato para ti.

―Ilumíname.

―Te ayudaré a escapar de aquí, pero con una condición.―Me separo de ella.

― ¿Tu padre, y tu hermano lo saben?―Pregunta.

―No―miento.― será nuestro secreto.

El plan es solo engañar a Ester, es muy probable que confiara más en mí que en ellos. Únicamente tengo que hacerle creer que la ayudaremos, y cuando se lo crea la traicionamos. El plan de Aarón no es muy bueno, quiere hacer las cosas bien. Para que no suframos muchas consecuencias, pero yo no creo eso. Así que mejore el plan, con la ayuda de Álvaro. Tenemos que elegir un bando, ya sea la clave, o Van Hart. Y yo elegí la mejor opción.

Traicionar a la clave.

Así que aquí estoy haciendo lo que Aarón quiere que haga, pero no antes sacar provecho de esta situación. Por qué haremos lo contrario de Aarón. 

― ¿Qué quieres a cambio?―Me observa.

― Un favor.

― ¿Un favor? ―pregunta sorprendida.

―sí, un favor. El que yo quiero, cuando lo necesite.―Dije.

Sí Van Hart quiere a Ester es porque trama algo. Y hacer que Ester, me deba algo será muy beneficioso para mí. La organización donde Harry trabaja tiene una regla muy clara, si das tu palabra tienes que cumplirla. Yo trabajé un largo periodo para la organización y sé que no pueden faltar a su palabra, de lo contrario habría consecuencias.

Loco, ¿Verdad?

Culpen a Matt, el dueño y fundador de dicha organización. El cual antes de desaparecer dejo algo muy importante para ambos bandos. Algo que solo una persona es capaz de llevarnos a eso. Esa es nuestra oportunidad de averiguar ¿Dónde está? Así que Ester, puede ser una pieza un poco valiosa, estando afuera.

―Está bien.―Responde.

―Júralo.― ordené.

―Lo haré, pero tú júrame me que sacaras de aquí.―Se levanta del suelo.―Así estamos iguales.

―bien.―Dije.―Yo Adrián Ferrer, juro por la clave que te sacaré de aquí.

―Yo, Ester juro por la organización que te deberé un favor. Si me sacas de aquí.―Dice.

―Muy bien. Tenemos un trato.

―Cuál es el plan.

******

Todo estaba listo.

Son las doce de la noche. La clave está afuera esperando a trasladar a Ester. Le van a dar un juicio justo, y su sentencia dentro de dos días. No hay mucho que hacer con ella, lo más seguro es que le den la muerte. Ha cometido muchos delitos en mi opinión.

El jefe de prisión está listo. Un viejo de cincuenta años, alto, pelo negro, delgado, piel morena, vestido de un traje negro. Lleva consigo ocho escoltas, y afuera esperan otros ocho en carro.

Nada puede salir mal.

Sacaron a Ester, con esposas, y vendados los ojos. Según para que no descubra donde está la clave. La subieron al auto color negro.

―Todo está listo.―Habló él.

Estamos en la sala. Álvaro, Aarón y yo. 

―Es un placer trabajar para ustedes.―Hablo mi padre.

Claro cómo no.

―Es hora de retirarnos. Me acompaña.―Digo Simón.

Mi padre los acompañará en todo el viaje. Él se ofreció o más bien pidió si podía ir. La clave acepto, eso era bueno.

Sé retiraron de la sala. Escuché el auto irse de nuestra casa.

Ahora empieza el plan.

Salgo por la puerta trasera, tomo mi motocicleta y me dirijo donde acordamos con Álvaro. Aarón nos esperará en casa, cuidando de Catalina, no sea que Harry trame algo. 

Llego rápidamente al lugar, está vacío. Es afuera del pueblo, por aquí tienen que pasar. Tuve que tomar un atajo por el bosque, para llegar lo más rápido, sin ser visto.

Tuve que estacionar mi moto un poco lejos. Sacó de mi mochila y colocó en la carretera unos pequeños explosivos. Esto hará que cuando pasen, se activen y harán una pequeña explosión. Además, voy a poner bolas de humo, que se activan con las explosiones. Eso me dará la oportunidad de sacar a Ester, del vehículo con la ayuda de Álvaro, y sus aliados que vienen en el otro auto. Y llevar a Ester, al sitio acordado por Harry. Donde él me dará la cura. Eso espero.

Termino de colocar todo, falta unos minutos para que pasen. Me escondo detrás de los árboles, a esperar.

Dos minutos después, los veo acercándose.

Es la hora.

Tal como lo planeé, las bolas de humo explotaron junto con los explosivos. Todo era un caos, no se miraba nada. Logro adentrarme adentro de vehículo, logrando agarra a Ester, y sacarla del vehículo. 

―Todos en alerta.―Escuchó gritar a Simón.

Galo rápidamente a Ester, hacía la moto. Algunos ayudantes de papá me dejan pasar sin ningún problema.

¿Qué les ofrecería Álvaro?

Le quitó el vendaje a Ester, el cual sonrió. Y nos montamos rápidamente a la moto.

―Atrápenlo. ¡Rápido, se escapa!―Oí grita.

Acelere más rápido.

Fue más fácil de lo que pensé.

*******

Llegamos al lugar donde Harry nos dijo. Bajamos de la moto, y tuve que desposar a Ester. A lo lejos se venía acercando un carro negro.

Cuando se estacionó, de él salió Harry, con una enorme sonrisa.

―Vaya, creí que no lo ibas a lograr.―Se ríe.―Ya estaba preparando mandar flores al funeral de Catalina.

Detrás de él, bajan otras personas, entre ellas Leah.

―Traje lo que me pediste.―Ignoro su comentario. No quiero que crea que me importa Catalina.

―Ya veo.―La observa.

No entiendo qué quiere de ella, podría comprender a Matt, pero él. 

―Quiero la cura.―Dije.―Y tú la tendrás.―La señalé.

―Ya se la mandé a Aarón.―Dijo.―Para que sea el héroe.

―No te creo.―Dije sin soltarla.

―Pregúntale a Leah, ella es tu amiga.―La observa.―Dile Leah.

―Es verdad.―Dijo fría.

Saco de mi pantalón mi teléfono, marcó el número de Aarón. Me contesta de inmediato.

― ¿Aarón, tienes la cura?―Pregunte.

―Sí, me la trajo Leah.―Me respondió.

―Bien.―colgué.

No entiendo por qué tanto drama.

―Ves. Yo no miento.―una sonrisa arrogante.―Ahora, quiero que la sueltes.

La solté. Inmediatamente, salió corriendo a su encuentro. 

Se subieron al vehículo, dejándome solo en el bosque.

¿Así de fácil?

No entiendo, tanta cosa, para que Harry haga lo contrario. Algo no me cuadra.

Tengo que averiguarlo.

********

Llegue a casa a las cuatro de la mañana. En la sala está Álvaro, y Aarón.

― ¿Y bien?―pregunté.

―Sobrevivirá.―Dijo Álvaro.

―Únicamente falta que despierte.―Respondió Aarón.

―Bien. Iré a descansar.―Empiezo a subir las escaleras, cuando tocan la puerta.

―Hola, traigo un paquete… Para la familia Ferrer.―Aarón había abierto la puerta. Un joven con uniforme celeste, traía un paquete.

―sí, somos nosotros.―respondió.

―Firme aquí, por favor.―Aarón firmó, y cerró la puerta.

La caja que nos entregó, es mediana. En la parte de arriba traía una nota. Baje las escaleras y tome la nota.

―Por la nueva vida de Catalina.―Dije en voz alta.

Nos miramos. Sabíamos perfectamente de quién es el regalo.

― ¿Abrimos la caja?―Pregunté

Álvaro asintió.

Aarón puso la caja en la mesa. Empezó a abrir despacio la caja. Al final la terminó de abrir por completo, dejándonos mudos.

Dentro de la caja había otra nota.

“La traición no se perdona”

Y en la caja venía la cabeza de Leah.