Los Finales Felices No Existen.

Capítulo 5.

Han pasado una semana desde que llegue a Paris y estoy estudiando en la universidad École Polytechnique. Todo por ahora ha estado bien; tengo compañeros de clase muy graciosos y amistosos, y sí, estoy socializando; he conocido París y por supuesto la Torre Eiffel, El Louvre y otros lugares increíbles. En la universidad me va de maravilla, los estudiantes no son los comunes fiesteros que solo piensan en que se van a poner para la fiesta del fin de semana, no, son muy responsables, las fraternidades y hermandades no organizan las típicas fiesta fueras de control, a las fiestas que yo he ido en las fraternidades son calmadas no se descontrolan y tienen su horario de fiestas, es como un toque de queda y si se pasan de esa hora están en problemas.

Me he comprado un apartamento muy lujoso con vistas a la Torre Eiffel y es un sueño despertar con esa vista todas las mañanas.

Mi apartamento es muy, muy lujoso, yo sé que dije que no quería nada muy lujoso pero el asombro del lugar cuando entre me pudo y lo compre sin pensarlo. Un apartamento de dos habitaciones cada una con su baño privado, la principal con el balcón con las vistas increíbles, una cocina lujosa y con todo lo que un chef desearía tener –yo por mi parte aprendí muchísimo a cocinar con videos de YouTube– una sala hermosa con una televisión gigante que me mantiene en casa cuando no estoy estudiando y por último que no es de la casa fueron los tres bebes que me compre, mi Lamborghini Veneno negro –el cual uso poco porque es demasiado llamativo–, mi Audi R8 y por ultimo mi BMW X7 SAV los tres autos que compre para ir a la universidad y usar cuando ando por ahí, mis reliquias.

Tocan el timbre de mi última clase y eso me saca de mis pensamientos, recojo mis cosas de la mesa y empiezo a caminar al aparcamiento de estudiantes e irme en el Audi, es el que más uso últimamente.

Me dirijo a mi casa y cuando ya he aparcado el auto voy al ascensor del parqueo y le doy al botón de mi piso.

Cuando ya he llegado me dirijo a mi habitación, me desvisto y me dirijo al baño para poder darme un baño relajante. Lleno la atina y le hecho jabón para burbujas, y antes de entrar pongo mi playlist a sonar y en ella empieza You don’t know de Katelyn Tarver y me relajo.

Después de veinte minutos salgo y me dirijo a la ducha para quitarme la espuma y enjabonarme. Luego me voy hacia el armario y me pongo unos jeans negros con rotos en la rodilla y una blusa normal amarillo neón con unos tenis del mismo color que la blusa.

Cuando ya he terminado de alistarme me dirijo a la cocina cojo una manzana verde y mi mochila, salgo de la casa hacia el parqueo para ya, allá montada en el BMW me dirijo al restaurante Italiano en el que trabajo del medio día hasta que cierran.

Yo sé que no necesito trabajar porque con el dinero que tengo me sobra, pero lo hago para despejarme y entretenerme.

El día paso de lo más normal como siempre. Ya mi turno a acabado así que ya me voy. Cuando ya he acabado de cambiarme el uniforme voy y me despido de Juliette una amiga que tengo.

–Ehi! Me ne vado, ci vediamo domani, Juliani– digo en italiano

–Bene Maya.

Me iba a ir cuando me llama y volteo.

–Sai che domani vado al cinema con il mio migliore amico Carlo e... Mi chiedevo se vuoi andaredice y como no es su novio, no sería incómodo. A demás de que Juli es muy buena amiga y divertida. Sonrío.

–Se, naturalmente, mi dici a che ora e dove ci vediamo. Ci vediamo domani.

–d'accordo l'ho inviato a voi via chat più tardi addio

Después de nuestra conversación me monto en mi carro y me dirijo a mi hogar, mañana me espera un gran día con mis amigos y mis estudios también esperan.

Mi vida no puede ir mejor, es todo lo que soñé y todo lo que estoy viviendo espero que nunca acabe.

Ahora solo esperar que termine mis estudios y ver que me depara el destino.




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