Interludios Divinos I

Se habían despertado lo que era tarde para ellos porque habían festejado el año viejo y nuevo todo el día de ayer hasta la madrugada. Se sentaron en la mesa juntos mientras uno de ellos se ponía a hacer el desayuno.
-¿Emocionados por este nuevo año?- Pregunto con una sonrisilla Evania.
-¿Emocionado? Ojala.- Respondió medio dormido de malhumor Khalid.- Es lo mismo todos los años, y significa que tendré que ver más mocosos.
-¡No seas así, Kai!- Exclamo Syren.- Además, bien que cuando aparecen te brillan los ojos y los tratas con mucho cariño.
Evania rio al igual que Metiory, quien cocinaba.
-Agh. Cállate, te he dicho que no me llames así.- Resoplo.
-Bueno, bueno.- Interrumpió Lilith.- Syren tiene razón.
-Solo eres un amargado cuando quieres.- Añadió Lukyan.
-Discúlpenme, que yo sepa que no todo es color de rosas no es mi culpa.- Respondió volviendo a cerrar los ojos.
-Vamos, Khalid. Has sido así desde lo que paso…- Dijo con suavidad Evania.
-Ya son siglos de eso, debes quedarte tranquilo.- Agrego Lukyan.
El dios del fuego hizo una mueca de desagrado.
-Bien, bien. No lo presionen, chicos.- Los detuvo Lilith, intentando aflojar el ambiente tenso y caluroso que empezaba a crear Khalid.- Mejor organicémonos.- Saco unos mapas y cuadernos.
Syren acaricio disimuladamente el cabello del dios del fuego, y este se dejó, sintiéndose tranquilo con la acción. Los demás se quejaron por ya tener que trabajar.
-¡Nada de quejas, la próxima se levantan temprano si quieren desayunar tranquilos!- Aclamo Lilith.
Metiory se acercó con los desayunos de todos.
-Espero los disfruten.- Sonrió, y los demás agradecieron.
-Ahora tu también siéntate.- Dijo Lukyan al ver que este se escapaba disimuladamente.
-Ya, ya.- Se apresuró para ir a su sitio.
-Bueno, tenemos cien niños embarcando desde Jerokuétava; treinta van hacia Whirdale…-Empezó a leer sus apuntes que había sacado de los informantes Lilith.
Khalid leyó su cuaderno y la interrumpió abruptamente.
-¿Ah? ¿Por qué yo tengo que hacer equipo con ella?- Señalo a Syren.
-¿Por qué soy tu amiguita y me queres mucho muchito?- Sonrisita.
-En tus sueños, y es horrible trabajar contigo.- Puso los ojos en blanco.
-Khalid.- Lo regaño Lilith.
-No te hagas, bien se sabe que aprecias MUCHO a Syren.- Sonrió Evania.
-Agh. No sabes de lo que hablas.- La miro amenazante.
-Además…- Interrumpió Lilith.- Ustedes se complementan muy bien y, si no haces equipo con ella, no te dejare verla.- Lo miro.
-¿Por qué metes a ella en esto?- Hablo empezando a enojarse.
-¡No te preocupes, Kai!- Acaricio su mano un poco por debajo de la mesa.- Prometo no provocarte muchos problemas.- Le mostro su dedo meñique.
-¿Se lo puedo cortar si no lo cumple?- Miro maliciosamente a Lilith, quien lo regaño con la mirada.- Agh… Bien, hare equipo con ella para la misión…- Resoplo, mientras que la sonrisa de Syren se ensancho.
-Gracias.- Le dijo con la mirada a Lilith, quien le guiño un ojo y volvió a hablar.