Los gemelos del millonario

Capítulo 7: Mujer misteriosa

Owen

El abogado de mi padre entra a la oficina en donde todos le esperamos, este sonríe pasando la vista por todos y luego camina hacia la pantalla frente a nosotros, mi madre y hermanos están sumamente nerviosos e interesados, yo también estoy interesado en ver el video aunque sé de sobra ya lo que esté dirá, dudo que mi padre nos haya dejado algo, miro mi reloj, dentro de poco debo salir de aquí y buscar un apartamento, ya salí de casa y no puedo seguir en el hotel en el que estoy, tampoco volveré a la casa y aunque mi madre esté enfadada pienso divorciarme de Fabiana, no seguiré con los juegos de Irma.

—El video fue grabado hace bastantes días —dice el abogado sonriendo —espero lo disfruten y como siempre digo, solo cumplo las órdenes de Richard, era un gran hombre y

—Ponga el dichoso video ya —pide Margot desesperada, el abogado asiente y en la pantalla aparece mi padre, sentado en el despacho de su casa, sonrío un poco mirando como se acomoda en su silla y siento mis ojos llenos de lágrimas.

—Queridos hijos —al fin habla y sonríe a pesar de parecer bastante enfermo —hice este video para explicarles muchas cosas y al fin decirles lo decepcionado que he estado toda la vida de ustedes —bufa —si están viendo esto es que claramente el sueño de ustedes de verme muerto se ha cumplido.

—maldito viejo —masculla Margot y la mando a callar

—... hace seis años pensé que solo me quedaban meses y aun así —él suspira —muy enfermo ninguno se preocupó por eso, pero no estoy para reclamarles, al final, la vida en vez de unos meses me regaló años, los mejores años de mi vida —papá sonríe y yo también sintiendo culpa —y sí, sé que solo quieren saber qué les he dejado y ahora se los diré, pero pienso comenzar con esa mujer que he lamentado por años haber conocido —miro a mamá de reojo —esa bruja, arpía y víbora a la que ustedes llaman madre —mi hermano ríe y mi madre tensa su mandíbula —querida exesposa, sé que estás feliz de que ya haya muerto y tu regalo está en tu oficina, espero de verdad y sin mentiras que pronto lo uses, muy pronto —André pone en pausa el video y todos corremos hacia la oficina de mi madre detrás de ella.

—¡Maldito! —vocifera esta y cuando veo lo que hay dentro comprendo su enojo, es imposible no reír con el ataúd lleno de flores que hay en el centro de la oficina, sí que mi padre lo planeó todo —¡hijo de puta! —ruedo los ojos y aun riendo vamos a la oficina de papá a seguir viendo el video en donde el abogado está sentado sonriendo.

—Hijos —papá respira hondo —a ustedes les dejaré el dinero que tengo en la caja fuerte de mi oficina, eso, pueden repartirlos a partes iguales para los tres —otra vez ponemos pausa y el abogado nos dicta la contraseña de la caja fuerte, rápido pongo los dígitos y al abrir la caja.

—Infeliz —masculla André al tomar los cien dólares que habían

—Pero qué demonios —Margot niega, yo respiro hondo y vuelvo a poner en marcha el video.

—André —mi hermano sonríe —a ti te dejo además de ese dinero el auto que usaba siempre para ir al trabajo

—¿¡Qué!? —grita André —ese auto está horroroso y viejo

—Margot, a ti te dejo pagadas todas tus malditas deudas de juego

—Maldición —mi hermana pasa las manos por su rostro

—y tu Owen —miro el video al escuchar mi nombre —siempre has sido el favorito —siento las miradas de todos sobre mí y mi padre hace una pausa —y ahora puedo decirlo sin culpa —mi padre sonríe triste —pero cometiste el error de dejarte influenciar por tu madre, te volviste ambicioso hasta el punto de casarte por conveniencia con una mujer a la que eres infiel y que nunca amarás —en eso tiene razón y sus palabras solo me hacen pensar en lo que perdí, Serena —Owen a ti te dejo tu puesto en la empresa, agradece que no te despedí —solo asiento como si pudiera verme.

—¿Y lo demás? —mis hermanos y madre cuestionan al mismo tiempo, pero mi padre ha hecho una dramática pausa

—Se preguntarán que pasará con el resto —él vuelve a sonreír —mis casas, mis hoteles, las acciones de la empresa, mi colección de autos, mis yates y mi jet, así como todo mi dinero de mis cuentas bancarias en este país y en el extranjero, todo eso es para mi esposa —alzo mis cejas.

—¿Esposa? —pregunta mamá y todos estamos estupefactos

—La única mujer con la que he sido feliz, ella ha estado conmigo todos estos años —los ojos de mi padre brillan mientras habla de la mujer misteriosa —cuidando de mí, ella me dio lo mejor que pude tener en mi vida —frunzo el ceño

—Qué asco —espeta mi hermana, pero yo sigo mirando el video

—me dio lo más lindo, lo que más he amado, ella me hizo estos cinco años la persona más feliz del mundo y por eso ella se merece todo y más, no espero que comprendan lo que he hecho, tampoco me importa, todos me importan un bledo y pueden irse a la mierda —sonrío — conocerán a mi esposa y sabrán a qué me refiero cuando digo que me dio lo mejor que tengo.

—¿Es una maldita broma? —André se pone de pie y va hacia el abogado que ha detenido el video —¿Qué demonios significa?

—Su padre fue claro señor

—¿Una esposa? ¿cuándo se casó? —mi hermana también ataca al abogado —¿por qué no sabíamos de eso?

—Su padre quiso que fuera secreto

—Infeliz —brama mi madre —lo tenía todo planeado el maldito.

—Mañana conocerán a la nueva dueña de esta empresa —habla el abogado —y si escucharon bien, el único que tiene su puesto aquí garantizado es Owen, los demás van a depender de ella —el abogado sale de la oficina, respiro hondo.

—¡A saber qué vieja vendrá maldita sea! —expresa mi hermano pateando la silla

—Tengo curiosidad —musito mirando la pantalla en donde el rostro de mi padre se ve y respiro hondo, una esposa, imaginaba todo menos eso, quizás a eso se refería Milton cuando me dijo que él había sido feliz y eso me hace sentir mejor, mi padre no estuvo solo, tenía a alguien que le quería, alguien que no llevaba su sangre y que aun así era mejor que sus hijos.




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