Los Guardianes

Viaje al pasado

10 años antes 
4 de enero de 2009

El reloj digital marca las 2:30am tengo mucho sueño pero hay desalmados que se pasean por mi habitación murmurando entre sí, algunos caminan de forma apresurada otros estan leyendo unos libros que hay en la repisa. 
Les he dicho que por favor hagan silencio que mañana hablaré con ellos pero no me hacen caso.
Mis padres deben tener el sueño muy pesado como para no despertarse pero yo todo lo contrario por eso me levanto de golpe de la cama para ir a su habitación; la puerta está entre abierta hace un pequeño chirrido al abrirla mamá se encuentra del lado izquierdo de la cama.
-Mamá- digo casi en un susurro- después de varios intentos llamándola y ella al no hacerme caso la remuevo sólo un poco provocando que abra los ojos de manera pesada con la voz un poco gruesa por el sueño me dice:
-Está todo bien cariño
-Mamá tengo mucho sueño pero hay personas caminando y haciendo ruido y no me dejan dormir
Ella parpadea unas tres veces en lo que se sienta en la cama
-Quieres que vaya y duerma contigo cielo?- la luz de la luna se cuela por la ventana y me da una vista preciosa de sus ojos verde avellana
Asiento provocando que unos mechones de mi cabello caigan despreocupadamente sobre mi cara; mi mamá los aparta con delicadeza.
Me toma de la mano y caminamos hasta mi cuarto.
No se alarmó tanto porque le he dicho que tengo amigos imaginarios y cree que esta vez se trata de eso pero no es así. 
Cruzamos la puerta y aún están ahí, me suelto del agarre de mi mamá y le digo 
- Vez estan justo ahí sobre mi cama- mi mamá me ve con preocupación- el está caminando al frente tuyo y no te das cuenta
-Cielo, no hay nada lo vez- dice moviendo su mano al frente de ella como que con eso los pudiera dispersar.
-Mamá yo se lo que ví están por todos lados como no los vez?
Tuerce un poco sus labios. Se que suena un poco egoísta que la despertara para ver- en sentido racional-nada o bueno ante sus ojos solo una recamara normal.
- Linda yo no veo nada pero que te parece si duermo contigo esta noche? 
-Está bien- digo en un tono triste porque yo se lo que ví aunque parece que solo fue ante mis ojos.
Camino junto a ella hasta mi cama para acostarme del lado izquierdo y ella junto a mi. 
A la mañana siguiente lo primero que hago al despertarme es ver a mi lado para ver si aún esta pero no, supongo que fue a prepararle el desayuno a papá. Sin embargo quienes siguen en mi cuarto son los entes les doy una mirada furiosa y ellos me ven con extrañeza 
-Ustedes se supone que son mis amigos y no me dejaron dormir en la noche.
Me miran con un ápice de culpa 
- Y no me miren así, estoy muy furiosa- digo desviando mi mirada y cruzando los brazos por encima de las sabanas.
Una voz delicada hace eco por toda la habitación
-Lo- lo sentimos no quisimos ponerte de mal humor, perdonanos te prometemos que no volvera a pasar. 
Suavizo mi mirada y digo:
-Está bien, espero que sea así

La misma chica que hablo segundos antes asiente con la cabeza.

Me levanto de la cama pensando que quizás, sólo quizás esta noche será diferente a las demás y no se pasearan como fantasmas por mi habitación( tomando en cuenta que si lo son)

El día pasa tal como los demás y con ello se acerca la noche, voy caminando por la acera, viendo algunos árboles y el majestuoso cielo que está en mi punto favorito, tonalidades rosa hasta llegar al morado, es precioso pero sólo dura poco por eso camino con la mirada levantada y sin fijarme tropiezo con una piedra que no sabía que estaba. Espero mi estrepitosa caída porque se que pasará y con ello una gran raspadura en mi rodilla porque lo que me cubre las piernas es una falda y con el impacto esta se alzara y caere de boca.
Pero... mi caída nunca llega, sólo aprieto mis ojos y al ver que no he tocado el piso veo por el rabillo del ojo que el que la ha parado es un chico de no más de 12 años. 
Me quedo embelesada al verlo y no por su físico, aunque también es algo alucinante sin embargo algo que captura mi atención son sus ojos, color cristal, como el agua, puedo ver mi reflejo a través de ellos, noce cuanto tiempo pasa hasta que el recuerdo de mi -casi caída- se hace presente y la vergüenza se apodera de mí.
Rapidamente me enderezco y acomodo mi falda para sonreírle un poco avergonzada y decirle en un murmullo que logra entender

-Yo, he gra-gracias por evitar mi caída.

-Cuando quieras pequeña- me guiña un ojo.

Le brindo una sonrisa antes de darme vuelta y seguir caminando hasta que lo escucho hablar otra vez

-Hey

-¿Si?

-Fue divertido ver como disimulabas el embeleso por mis ojos-Sonríe de costado.

El bochorno se apodera de mi con tanta intensidad que creo que se me han revuelto las tripas y mi cara se torna caliente

-He bueno-bufo- para nada, tus ojos son tan comunes como los demás.

Tiro demencia y desvío la mirada moviendo mi cabello hacia atrás.

-Así-cruza los brazos-Cuando estabas de cerca de mí pude ver que tus pupilas se dilataban y eso sucede cuando algo te gusta. Te gustaron mucho mis ojos cierto?
Me mira con burla

-Como te dije son comunes no me atrayeron en lo absoluto.

-Pues tus tensiones nerviosas no piensan igual.- ¿Sabe de ciencia?

-Como sea,no tengo tiempo para tus tonterías ya es tarde me tengo que ir.

-Hasta luego, pequeña

-Que no soy pequeña- le grito desde la avanzada distancia en la que voy.

Una vez que llego a casa mi mamá está preparando la cena me brinda una cálida sonrisa




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