Los Guardianes de la Hermandad: Cenizas

Capítulo 14

Después de lo sucedido, Iris estuvo todo el día encerrada en su cuarto, esperando una visita de Dreiss que nunca sucedió. Estaba armada de valor para afrontar la reprimenda, teniendo muy claro que tampoco iba a quedarse callada. Sin embargo, la única visita que recibió fue la de Luna. Aunque tampoco llegó a cruzar más que unas palabras con ella y estando la puerta de por medio. Era consciente de que su amiga no se había creído la excusa del dolor de cabeza, pero sí estaba segura de que había captado el mensaje: no le apetecía hablar con ella en aquel momento.

La mañana acabó dando paso a la tarde. Y, durante todo ese tiempo, Iris estuvo contenida en el mismo bucle. De la cama, intentando distraerse con el móvil, a deambular nerviosa por la habitación. Y, de ahí, a picar alguna que otra cosa que tuviera por los cajones, y otra vez a la cama. Al final, cerca de las once de la noche, cuando ya todo el mundo debería estar durmiendo, el rugido de su estómago la empujó a hacer una visita al comedor. Por supuesto, la mesa estaba vacía, con la excepción de una nota que había firmado el mayordomo: «Hay comida en la cocina».

Iris vio una bandeja, justo al lado de los fogones, y se puso frente a ella, notando el aroma de la comida aún caliente. Suspiró, agradecida por el gesto del mayordomo, y el vaho que exhaló enturbió la imagen de sí misma que se reflejaba en la campana. No pudo evitar que eso evocase las hirientes palabras que hizo Lira sobre su aspecto. Apretó los dientes para tragarse la rabia que sentía, y por fin levantó la tapadera. Solo con ver la nube de vapor, que se levantó sobre un plato de sopa, fue suficiente para reconfortarla. Estaba tan hambrienta que devoró la comida y todas las piezas que había en el frutero. Después, sintiéndose en deuda con el gesto del servicio, decidió lavar la vajilla que había ensuciado. Como de costumbre, no pudo evitar hacerlo mientras tarareaba una canción.

—¿Qué estás haciendo ahí? —dijo alguien a su espalda. Iris pegó tal respingo que el plato salió por los aires. Por suerte, Gael lo sostuvo con un conjuro de levitación—. ¿Es que Dreiss te ha castigado limpiando platos?

La chica, que se había llevado la mano al pecho por el susto, tragó saliva y recuperó el plato que flotaba en el aire.

—Siento haberte asustado —se disculpó Gael—. Daba la casualidad de que pasaba cerca y me ha extrañado escuchar los ruidos. No suele haber nadie por aquí a estas horas.

—No, soy yo quien lo siente. No debería haber venido tan tarde.

Iris lo miró dubitativa. Quiso decirle algo, pero sus labios se movieron enmudecidos, sin llegar a articular palabra. Gael se rio.

—Tranquila —le dijo, adivinando lo que pasaba por su cabeza—. Lira está bien. Ha tardado un rato en despertarse, y estaba bastante magullada y dolorida. Pero ya sabes, puede controlar su energía para recuperarse rápido. Mañana estará como nueva.

—¿Y qué ha dicho Dreiss sobre ello?

Gael se encogió de hombros.

—Creo que no le ha dado demasiada importancia. De todas formas, está bastante distraído desde que viniste. Apenas se le ve fuera de sus dependencias personales.

Iris se dejó caer hacia atrás para quedarse apoyada en la encimera, agachó la cabeza y suspiró. Ante la tranquilidad de Gael, decidió contarle la verdad.

—Ha sido ella, Gael, te lo juro. —El chico entornó los ojos y pareció escucharla con interés—. Me dijo unas cosas horribles y llegó a amenazarme. Decía que me alejase de Álex para que fuese solo para ella. Quise marcharme, pero Lira me atacó. Se volvió loca. Creía que iba a matarme. Pero yo solo quería que parase. Te juro que no pretendía hacerle daño. Fue un accidente.

Gael guardó silencio por unos instantes, en los que se mantuvo pensativo.

—No te preocupes —dijo, por fin—, son cosas que pasan.

La chica dio un suspiró con resignación.

—Ya, no me crees. Solo hacía falta ver cómo me has mirado esta mañana. —Bufó con gesto dolorido—. Y Álex ya ni te cuento. No creo que vuelva a mirarme a la cara.

Gael, que pareció indeciso en un primer momento, caminó hasta donde se encontraba la chica, se apoyó en la encimera junto a ella y trató de reconfortarla con una palmadita en el hombro.

—Apenas te conozco, Iris —comenzó a hablar—. Aún no sé hasta qué punto puedo fiarme de ti. Pero sí conozco a Lira, y sé muy bien que no se puede confiar en ella. Es una chica demasiado pasional, impulsiva. A veces, parece que no tiene límites. Así que te creo.

—¿Lo dices en serio?

—¿Sabes? Igual que conozco bien a Lira, conozco bien a Álex. Me di cuenta de que se quedó prendado de ti en el momento en que te vio. Algo que nunca le ha pasado con Lira, por mucho que a ella le hubiese gustado. Así que quizá yo también tenga parte de culpa. Debí haber previsto que no se lo tomaría nada bien y haberla vigilado.

Iris se había sentido tan repudiada por todos que no pudo evitar darle un abrazo a su compañero.

—Gracias, Gael.

El joven le devolvió a la chica un endeble estrechamiento. Estaba claro que le incomodaba la repentina situación. Aun así, su débil gesto logró reconfortar a Iris.

—No hay de qué. Y tampoco te preocupes mucho por Álex. Él también conoce bien a Lira. Por no hablar de la inclinación que siente hacia ti. —El joven asintió con la cabeza, para darle aún más peso a sus palabras, y añadió—: Se le pasará, te lo aseguro.

A continuación, Gael puso rumbo hacia la salida y dijo sin dejar de caminar:

—Ahora, será mejor que descansemos. Nos hace falta a todos.

El chico parecía decidido a marcharse. Así pues, Iris, aliviada por la charla con su compañero, se dio media vuelta para terminar de limpiar la vajilla, con mucha más alegría de la que tenía cuando empezó. Sin embargo, Gael se detuvo nada más cruzar la puerta.

—Por cierto —Iris echó la vista atrás—. Ellos son gente de acción. Tú también lo pareces. Pero también hay mucha sabiduría en los libros. —El chico se encogió de hombros, como a sabiendas de que su proposición podía no ser muy tentadora—. Pero, si algún día no tienes muchas ganas de entrenar, yo suelo estar en la biblioteca.



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En el texto hay: intriga, accion, magia

Editado: 30.12.2023

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