Los Guardianes de la Piedra Mágica

Primera parte

lanor era una joven elfa que vivía en el bosque de Lorien, un lugar lleno de magia y belleza. Su padre era el líder de los Guardianes, un grupo de guerreros que protegían el bosque de las amenazas externas. Su madre era una poderosa hechicera que conocía los secretos de las plantas y los animales. Elanor tenía el cabello rubio como el sol, los ojos verdes como las hojas y la piel pálida como la luna. Era ágil, inteligente y curiosa, y le gustaba explorar el bosque y aprender cosas nuevas.

Un día, mientras caminaba por el bosque, encontró un extraño objeto que brillaba con una luz azul. Era una piedra mágica que había caído del cielo hacía mucho tiempo. Elanor sintió una extraña atracción hacia la piedra y la tomó en sus manos. En ese momento, escuchó una voz en su mente que le dijo:

- Hola, Elanor. Soy Aran, un espíritu que vive dentro de esta piedra. Estoy aquí para ayudarte a cumplir tu destino.

Elanor se sorprendió y asustó al mismo tiempo. ¿Qué era ese espíritu? ¿Qué destino tenía que cumplir? ¿Qué aventuras le esperaban?

- Elanor, no tengas miedo. Soy tu amigo -dijo Aran con una voz suave y cálida-. Te he estado esperando durante mucho tiempo. Eres la elegida para portar esta piedra y usar su poder.

- ¿Qué poder? ¿Qué quieres decir con la elegida? -preguntó Elanor con confusión y desconfianza-. ¿Quién eres tú y cómo sabes mi nombre?

- Soy un espíritu antiguo que fue creado por los Antiguos, una raza de seres mágicos que gobernaron el mundo antes de que existieran los humanos, los elfos y los demás. Los Antiguos me encerraron en esta piedra para que pudiera guiar al portador que fuera digno de su legado. Tú eres esa portadora, Elanor. Tú eres la heredera de los Antiguos.

- ¿La heredera de los Antiguos? ¿Qué significa eso? -insistió Elanor, cada vez más intrigada.

-  Significa que tienes el potencial de despertar la magia que hay en tu interior y en el mundo. La magia que los Antiguos usaron para crear maravillas y prodigios. La magia que se ha perdido y olvidado con el paso del tiempo. La magia que puede cambiar el destino de todos.

- ¿Cambiar el destino? ¿De qué hablas? -preguntó Elanor, sintiendo una mezcla de curiosidad y temor.

- Hablo de la profecía, Elanor. La profecía que dice que un día vendrá una portadora de la piedra azul que restaurará el equilibrio entre la luz y la oscuridad, entre la vida y la muerte, entre el orden y el caos. Esa portadora eres tú, Elanor. Tú eres la esperanza del mundo.

 




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