Decima Sexta parte

Entonces, todos pronunciaron las palabras sagradas, siguiendo el orden de los colores y los elementos:

· Aran, Ragnar, Nara, Terra, Luna, Nox, Aura. Los siete espíritus de los Antiguos. Los siete elementos del mundo. Los siete portadores de las piedras. Los siete herederos del destino. Los siete cambiadores del futuro.

Al pronunciar las palabras sagradas, algo increíble e inesperado ocurrió. Las siete piedras se elevaron en el aire y se juntaron en el centro de la sala, formando una esfera multicolor que giraba sobre sí misma. Los siete espíritus se elevaron en el aire y se juntaron en el centro de la sala, formando una figura humana que brillaba con luz propia. La esfera y la figura se fusionaron en una sola entidad, que era la suma de las piedras y los espíritus. La entidad emitió un destello cegador que iluminó toda la sala.

· ¡Lo hemos conseguido! -exclamó Elanor, emocionada.

· ¡Lo hemos conseguido! -repitieron los demás, emocionados.

· Lo habéis conseguido -dijo la entidad, con orgullo-. Habéis cumplido la profecía. Habéis elegido vuestro destino. Habéis cambiado el mundo.

Todos se quedaron en silencio, asombrados y felices. Nadie sabía qué iba a pasar después.

Después de escuchar la voz de los siete espíritus, todos los presentes se quedaron en silencio, atónitos e impresionados. Nadie sabía qué significaba eso ni qué iba a pasar después. Hasta que la voz volvió a hablar, con más claridad y autoridad.

· Escuchadme, hijos de los Antiguos -dijo la voz-. Os voy a contar la verdad sobre vuestro origen y vuestro destino. Os voy a contar la verdad sobre la profecía y las piedras. Os voy a contar la verdad sobre el mundo y su futuro.

Todos se quedaron en silencio, atentos e intrigados. Nadie quería perderse ni una palabra de lo que iba a decir la voz.

· Vosotros sois los descendientes de los Antiguos, los creadores de la magia y los primeros seres que existieron -dijo la voz-. Los Antiguos eran una raza de seres mágicos que gobernaron el mundo con sabiduría y armonía. Los Antiguos usaron la magia para crear maravillas y prodigios, para explorar y comprender el universo, para vivir y disfrutar la vida.

Todos se quedaron en silencio, asombrados y orgullosos. Nadie podía creer que tuvieran un linaje tan noble y glorioso.

· Pero los Antiguos también cometieron errores y pecados, que les llevaron a su caída y su desaparición -dijo la voz-. Los Antiguos se dejaron llevar por la soberbia y la ambición, por el egoísmo y la codicia, por el odio y la violencia. Los Antiguos se enfrentaron entre ellos por el poder y el control, por el conocimiento y el secreto, por el amor y el deseo.