7 años antes:
Diana,
Me sentía diminuta, insignificante y atemorizada. Frente mio se alzaba un edificio de color oscuro con ventanas que reflejaban la ciudad, personas con trajes elegantes entraban y salian, en la entrada se estacionaban autos lujosos de los cuales salía gente mucho mas vistosa que la máquina.
Tragué saliva, respire hondo y entre. El lugar era mucho mas brillante que afuera, se oían el ruido que hacían los zapatos al golpear el piso, el timbre de un teléfono, la llamada del ascensor y la voz de la recepcionista. Me acerqué hacia ella, era una mujer muy hermosa, con facciones delicadas ojos verdes y cabello castaño atado en una cola alta.
-Buenas tardes, me llamo Diana-hable-he venido a entregar un pedido para la señora...
-No me digas, Diaaaanaaa-dijo con sorna- ¿Crees que soy estúpida?-interrogó, no entendía lo que trataba de decir-Ya conozco todos esos trucos, eres periodista y quieres averiguar mas sobre la nueva señora ¿verdad?
-No, no, no. Vengo de pizzerías Paulino's pidieron delivery a esta dirección-comenze hablar mientras sacaba el recibo-en serio, no le estoy mintiendo señorita-le acerqué el recibo para que pueda ver que no le mentía
-No te creo, todo el mundo hace lo mismo. Ahora si me disculpas tengo que atender una llamada, eres joven y pareces una niña así que te pido que te retires amablemente antes de que llame a seguridad-dicho esto, volvió a contestar el teléfono que no paraba de sonar
¿Qué se supone que debía de hacer ahora? Es mi primer día en el trabajo, me despedirán si no entrego la pizza. Maldición, nunca debí haber venido aquí en primer ligar ¿Qué hago tan lejos de casa? Resignada me doy la vuelta y me dirijo a la salida.
-Hey, chica pizza-escucho a lo lejos, me detengo en seco y volteó hacia la persona que me llamó. Es un chico, de mi misma edad o unos años mas, viste un short y un polo negro tiene el cabello despeinado y ojeras bajo sus ojos.
-¿Si?-es lo único a lo que atino decir, ya que todo el lugar se ha quedado en silencio ante su presencia ¿Quién es el?
-¿Cuánto te debo?-pregunta-por la pizza y por hacerte esperar
-Son dos pizzas gigantes, una americana y otra vegetariana-empiezo a decir, saco el recibo y se lo entrego. Me siento incómoda, hay muchos ojos observándome o mejor dicho observándolo ¿Quién es el?- En total serían $80
-Bien-dice, saca su billetera y me entrega un billete de $100- quedate con el cambio y por favor lleva las pizzas al último piso-¿llevarlas? ¿último pizzo?
-Pero, yo....-no me deja terminar de hablar ya que se había dado la vuelta y estaba dentro del ascensor- rayos y centellas- salgo del edificio y voy a la moto, saco el pedido y vuelvo a entrar. Una vez dentro, me siento observada, un hombre alto y vestido en un traje negro se me acerca.
-Señorita, sígame por favor yo la llevaré al último piso-me dice al mismo tiempo que sujeta mi brazo de manera tosca
Nos dirijimos al ascensor, una vez dentro el presiona el botón del último piso. El trayecto es silencioso e incómodo ya que no deja de tocarme el brazo en todo el camino. Las puertas se abren y salimos a un pasillo con cuadros en las paredes y flores en jarrones con colores llamativos, al fondo se encuentra una puerta marrón. Doy un paso y la mano de aquel hombre me detiene.
-Usted llega hasta aquí-me quita las pizzas de las manos-espéreme por favor
Estoy aburrida, así que empiezo a caminar lento y sin pisar fuerte, siento que en cualquier momento activaré una trampa y me hara volar. La puerta se habre y sale el chico que me atendió afuera, me mira y sonrié. Sin previo aviso sostiene mi brazo y me lleva de vuelta al ascensor, presiona el botón; este demora unos segundos antes de abrir las puertas, me lleva con el adentro y le sonríe al hombre con traje que sale de la puerta agitado, el empieza a correr para alcanzarnos pero el ascensor cierra sus puertas.
-Fue divertido, enserio-empieza a hablar- oh, no te pregunte ¿Cúal es tu nombre?
-Diana-respondo, ahora que lo miro de cerca, puedo notar que tiene unos hermosos ojos oscuros
-Yo me llamo Nicolas-dice-un gusto conocerte Diana.
Nicolas, en ese momento pensé que nunca mas iba volver a verte pero me equivoqué. No sabía que tu serías el que se llevará todo de mi y me dejara en blanco.
No sabes cuanto odio el haberte conocido.