Su relación no duró mucho tiempo, pues un día como cualquier otro, se hartó de no encontrarlo a su lado en las pocas noches que podían compartir. Nunca la tocó ni le demostró ningún otro afecto: era súper amoroso y llamativo, pero de la misma manera era misterioso, raro y frio en la cama.
Él jamás desmintió nada de lo que decían y tampoco fue honesto para decirle por qué se mostraba tan distante, por qué se contenía con tanta sequedad e inseguridad, hasta aquella noche, que ella por si sola decidió descubrirlo…