—¿No has escuchado las leyendas que hacen en estos alrededores.
—Ya te dije que sí, pero no creo en eso.
—¡Pues vas a creer! Es muy fácil pensar que el diablo, las almas en pena e incluso los espíritus malignos no existen, cuando lo podemos tener muy cerca, tantas son las veces que en ocasiones lo tenemos mucho más cerca de lo que imaginamos y ni aun así nos damos cuenta.
Paula se quedó escuchándolo con esa voz súper seca y ronca, observando además por el ventanal y apreciando el polvo que volaba a la par de la velocidad.