Ella rió y le respondió:
—No sabes lo que dices.
—Eso es lo que crees… —Dijo, bajando la velocidad.
—…
—Ya estamos llegando a la carretera de la ciudad. ¿Quieres que te lleve donde Mark…? —Al finalizar su pregunta, desató un gruñido de dolor… —También te puedo mostrar mi rostro si así tanto lo deseas. —Soltó, mucho más grave con mucho dolor.