Los Hijos De...

El descuido

18- 09- 29

Querido diario el viernes que viene tengo uno de esos aburridos cotillones donde me ofrecerán como ganado para ver si a un buen comprador le intereso; mientras escucho a ancianos altaneros contar historias de como su generación es, fue y será la mejor, mientras veo la cara de los aburridos asistentes en especial la de los chicos de mi edad pero todos fingimos interés por ese eterno pretexto que enaltece el ego de esos viejos, pero por si no sabes a que pretexto me refiero es a ese de “Hay que ser educados” como si ser educado abriera una pauta para ser grosero con otras personas y fingir una sonrisa en vez de decir anciano elitista, como si usted solo construyo el imperio del que tanto presume, sin ayuda de ningún empleado escalones debajo del de usted; pero si llego a negarme ya sabes que mi padre se alterara y me dará un discurso de la importancia de estos eventos y como fortalece a la unión familiar pero lo que realmente quiere decir es “No quiero que se den cuenta de nuestros problemas familiares eso no demuestra educación y modales”

Cerré mi diario pues me distrajo un texto de mi hermano, en el cual me decía que mi padre nos estaba esperando para comer en casa y conociendo a papá era mejor no hacerlo esperar a sí que me dispuse a tomar mi mochila y salir de ahí sin darme cuenta de que se me estaba olvidando algo.

Llegando a casa note que Leo me estaba esperando en su auto y antes de poder entrar al auto o tan siquiera decir algo él me abordo – Hermanita perdón por hacerte salir tan rápido de la facultad pero tengo una idea; ya sabes que casi es nuestro cumpleaños 24 y es muy especial porque me voy de intercambio así que quiero hacer una gran fiesta con todo nuestros amigos y familia – subí al auto – Leonardo ¿Qué tiene eso de distinto a otros años? – exclame pero al ver la expresión en su cara me dio a entender que si sería algo distinto – Eli, hermanita ya me canse de tener dos fiestas de cumpleaños esta sería la fiesta número 17 que tenemos que celebrar con mamá y mi papá por separado y es por eso que quiero que mamá este aquí con nosotros para celebrar sin importar lo que diga Laura, es nuestra madre y nuestra fiesta no tiene derecho a decir algo – O sea todo muy guay pero sabes que mi papá le dará la razón a Laura y mi mamá pondrá mil pretextos para no venir, sabes que nuestros padres no se pueden ver ni en pintura – sentí como si la sonrisa en su cara se estuviera burlando de mi – Eli eso dicen pero  cada vez que volvemos a casa lo primero que hace mi papá al vernos es decir “ Y Jazmín ¿Cómo está?  No es que me importe lo pregunto por educación” y mi mamá al recogernos en el aeropuerto siempre dice “Y su papá ¿Cómo está?” ¿Crees que eso es no tenerse interés? A demás si le dices a mi papá, él no te dirá que no, jamás le dirá que no a su princesa hermosa y yo le diré a mamá ella jamás le dice que no a su Leo bebé – Nuestra charla fue interrumpida por nuestro odioso hermano menor - ¿Qué quieres Antua?- decimos en coro – Que humor tienen hoy, dicen mis papás que los están esperando para comer ¿Qué tanto cuchichean?- Leo respingo de inmediato - ¿Qué te importa enano? Ya vamos- salimos del auto y entramos a casa con Antua, sentí que pasaba algo o tal vez papá había tenido un mal día, Laura interrumpió mis pensamientos – Sara, Leo lávense las manos se les hace tarde y Sara tiene que regresar al conservatorio y Leo tú también tienes clases- sin decir nada como niños pequeños obedecimos a las órdenes de Laura.

Cuando regresamos para variar, cada quien estaba en la pantalla de su móvil – Papi te quería decir algo – mi papá volteo a verme mientras se acomodaba las gafas – mande princesa – Pues Leo y yo tenemos una idea de lo que queremos para nuestro cumpleaños, nos gustaría una gran fiesta con toda la familia y los amigos pero…- guarde silencio unos segundos hasta que escuche algo de la boca de Laura - ¿Pero qué? – al escucharla solo rodé los ojos – Pues quiero, más bien queremos, que venga mamá, solo por esta vez; papá es nuestro  cumpleaños 24- mmm… no se princesa, dudo realmente que ella quiera venir pero no depende de mí, sino de ella- a lo lejos se podía escuchar la respiración alterada de Laura. Desde que se casó con papá intento borrar todo recuerdo de mi madre a como diera lugar, todas las fotos de ella o con ella, las metió al ático o están en nuestros cuartos incluso una pintura una pintura que hizo Leo y mi papá, así que era más que obvio que ella se sentía amenazada por mamá, a un que ella vive del otro lado de mundo; después de que respiro como un toro enojado dijo – No, no, mejor vamos de viaje ustedes siempre dicen que desde que murió el bisabuelo Eleazar jamás vamos a Cuba, es mucho mejor un pequeño viaje familiar- lo dijo sonriendo de manera nerviosa – Lo siento Laura sabes que te aprecio pero este es un cumpleaños muy importante Leo se va de intercambio por un año a si aprovechamos y lo despedimos – Leo, Antua y mi padre solo se miraban manteniéndose al margen sabían que era mejor no intervenir, en esta guerra no habría una ganadora – Sarita es por eso que necesitamos algo más íntimo, algo más en familia – No me digas Sarita a si solo me puede decir mi abuela, soy Eli o Elizabeth – Leo se levantó de prisa – Eli o Elizabeth se nos hace tarde, ya vámonos – muy cierto hijo, nos vamos amor, anda Antua es tarde – todos nos levantamos de la mesa dejando a Laura con su coraje.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.