Los Hijos De...

Las cosas del amor

El "Señor Del Moran" tenía ese no sé qué el cual nos hizo voltear a las chicas de la clase; solo sonrió y volvió a sentarse. Bonita sonrisa, pensé eso me mantuvo muy distraída toda la clase, cuando menos me di cuenta la clase termino, tome mis cosas y salí pero unos papeles se me cayeron por lo que me detuve a tomarlos cuando al fin pude salir me detuve en el lumbral de la puerta, a disfrutar del perfecto y trabajado trasero del "Señor del Moran" y a un que fuera perfecto, el salón de baile está del otro lado del conservatorio, pero perfectamente podía mirar y caminar al mismo tiempo ya lo había hecho antes, pero para mi mala suerte tropecé con Antua y Josema justo lo que necesitaba a mi hermano y a su primo; quería decirles tantas cosas, pero en verdad tantas cosas, hasta que Josema me corto la cólera – Si le dejaras de verle el culo a los chicos que te parecen atractivos, no me tirarías todos los libros – cállate José María te puede escuchar y sabes que yo no le veía nada a nadie – para acabar de ponerme en vergüenza el "Señor del Morán" se detuvo un momento – Las 3 o 4 señoritas que me miraban el trasero, no fueron nada discretas para nada, pero no tengan pena mi trabajo me costó y si yo pudiera lo vería más seguido así que caminaré más despacio que goce el que quiera – se fue sin voltear y solo soltó una carcajada.

Me quede sorprendida; los chicos que conocía no eran tan... no se desenvueltos – Te cerraron la boca hermanita – Cállate Antua, no tienes una clase o algo por el estilo –. Me gusto su actitud pero mi tía Layla siempre dice que un chico que se sabe guapo es un chico peligroso; puede que me esté gustando ese peligro, a un  que gracias a ese peligro me hacía tarde; es por eso que decidí tomar mi rombo hacia mi clase.

Llegando al salón de baile, me lleve la mejor y la peor sorpresa del mundo, el descarado "Señor del Moran" toma la misma clase que yo; me siento en una de esas novelas que puedes comprar en un supermercado, solo hace falta que me bese o choquemos de manera accidental para vernos la cara, por si las dudas decidí ir hasta la parte tracera del salón a un qué él no tenga ni la menor idea de cómo me veo y menos de que le estaba viendo el trasero, pero ya me conozco me voy a delatar si lo miro a la cara. Entro Laura, contoneándose como siempre – Hola chicos lamento haberlos abandonado este par de semanas pero ya estoy de vuelta – tomo unos papeles los leyó unos segundos – Con que nuevo alumno, podría dar un paso adelante el Señor del Moran – muy obediente dio un paso hacia adelante – Soy yo Vladimir del Moran – Pues, bienvenido a Técnica clásica VI, ahora a cambiarse jóvenes, regresaremos a los pilares, solo por nostalgia – todos salimos a nuestros lockers o directamente al baño; cuando termine de cambiarme entre al salón y de nuevo me coloque hasta el fondo - ¿Qué esperan? Calienten chicos ¡vamos! – todos asentimos y comenzamos; me fui a la barra de calentamiento mientras escuchaba a mis compañeras cuchichear cosas del "Señor del Moran", que si estaba muy aguapo, que si tenía buen trasero, ojos bonitos, etc. Laura se levantó y se acercó al "Señor del Moran" – Bien, le di una hojeada a tus expedientes, eres buen bailarín y sobre todo con mucha experiencia, pero tu complexión, altura y otros factores, serán difíciles de acomodar con una pareja, pero creo tener a la bailarina ideal para que sea tu pareja, Elizabeth podrías venir un momento por favor – sentía que se me salía el corazón al ver que a un lado de Laura estaba él; no me quedo de otra cosa mas que caminar hacia ellos - ¿Si? – trate de no hacer contacto visual con ninguno de los dos, mientras movía mis pies de un lado al otro con el pretexto del calentamiento – Bien Elizabeth, él es Vladimir, Vladimir ella es Elizabeth serán pareja en mi clase y hablare con los demás profesores para que sea a si también en sus clases, ahora anden, anden a terminar de calentar – pero... ¿Eduardo? Llevo un año siendo su pareja no es justo – Si lo es Eli es difícil encontrar una pareja para Vladimir y en cuanto a su experiencia está casi a tu nivel y Eduardo está más que claro que no está en tu rango de experiencia, es su oportunidad de crecer y tomar clases avanzadas – ella tenía razón, estaba esperando una oportunidad como esta desde hace mucho tiempo – Está bien Laura – solo respire profundamente y voltee a verlo – Bueno ya escuchaste mi nombre es Elizabeth Castello – lo que menos quería en ese momento es que supiera que soy la hija del decano, era mi oportunidad para ser solo una estudiante más al menos por un rato – Un gusto soy Vladimir del Moran – me dio un beso en la mejilla y a si pude observar sus ojos eran azules con ligeras tonalidades grises y lilas; una mirada decía más que mil palabras pero su mirada era tan hiperactiva que no me decía nada realmente; Laura interrumpió nuestra charla – Jóvenes, quítense las zapatillas – todos nos miramos - ¡Que se quiten las zapatillas! Aplaudió despabilándonos y simplemente nos quitamos las zapatillas, cuando todos nos las quitamos nos miró un segundo – Gracias por seguir una instrucción ahora tomen una pareja, mejor dicho su pareja asignada, vamos por algo clásico una pieza de bossa-nova, una pieza de samba y una pieza de lambada, bueno a trabajar - ¿Enserio Laura? ¿Lambada? De todos los bailes clásicos, me pones el baile prohibido. Sentí que Vladimir me miraba ya en su posición.




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