Los Hijos De...

Por qué lo digo yo.

No sé en qué momento se me ocurrió llevarlo conmigo pero bueno; caminamos hacia el jardín del conservatorio para después dirigirnos al estacionamiento, todo era silencio y miradas – Se puede saber ¿Por qué tanta prisa? – Bueno tu siempre tienes la necesidad de saber todo, tengo prisa porque solo tengo una hora libre y en lo que evite que Josema y Alonso se mataran perdí tiempo valioso – apresure el paso pero él seguía con su calma – Y no sería más prudente hacer lo que sea que tengas que hacer, después de clases – Pues no es un encargo de la profesora Layla, lo necesita antes de su clase – Se ve que te llevas bien con todo en este lugar – Ay ya cállate o te voy a besar para que cierres la bocota (Ay dios pero que estúpida eres Elizabeth) – Bueno Eli en ese caso seguiré hablando  ¿Y siempre hace este clima por aquí? Es que en Bucares suele hacer frio mucho de hecho – si algo me desespera es alguien que no sabe callar por lo que solo lo mire con el ceño fruncido; antes de llegar al final del jardín él se quedó callado unos segundos y se acercó peligrosamente a mí con los ojos entre cerrados ya sabía lo que tramaba, por lo que lo fui guiando hacia una pequeña piedra para que cuando se acercara más se diera un tropezón.

Cuando se dio cuenta de que me deje de mover, él se acercó a mí, mordiendo el polvo y haciéndome reír bastante; inevitablemente los chicos que se encontraban cerca se acercaron a ver qué pasaba. Vladimir se levando con cara de pocos amigos, se sacudió la ropa y comenzó a reír – Me gustan las chicas que se me resisten, siempre hace todo más divertido – suspire y moví la cabeza de un lado al otro – Mejor vámonos que ya tenemos fans – de la nada de la multitud salió tía Layla y sin decir una sola palabra al contrario de mi padre, disperso a todos de inmediato – ¿A caso no te pedí un favor Sara? – Miro a Vladimir con mucha sorpresa – Si perdón ya voy no tardo – sonreí y tome a Vladimir del brazo para ir al estacionamiento; con mucha más prisa llegamos a mi auto – Mujer me vas a romper el brazo – Cállate que por tus tonterías paso todo esto – solo me dio una descarada sonrisa, pero no tenía tiempo para perderme en esa bonita sonrisa; me dispuse a buscar las llaves de mi auto en mi mochila, después de revolver un poco mis cosas encontré mis llaves - ¿Llaves? ¿En qué año estamos? – Ay perdón, me gustan los autos clásicos – Una cosa es un clásico y otra vivir en las cavernas – Bueno ya ¿Te vas a subir? – me dio otra sonrisa, es como si le gustara provocar lo peor de mí. Ya por fin logre que se subiera a mi auto de las cavernas, me subí yo también, arranque y al fin pudimos ir al centro comercial; sin saber que mis tíos y papá  tenían una reunión.

Después de sentir que había visto una visión espectral, me acomode el sombrero y me dirigí al “jardín secreto” a hablar con el histérico de mi primo, no sabía que le acontecía ahora seguramente era algo con su esposa.

Abrí la puerta, haciendo un escándalo con la vieja herrería, rechinando como siempre nadie ha podido arreglar esa puerta. Díganme a que se debe el honor de tenerlos reunidos – Ya sabes Layla las histerias de Antua – Lo mismo pensé Jhoon – cerré fuerte la puerta para sacar a mi primo de sus pensamientos – No es histeria, es algo importante pero como siempre toman todo muy a la ligera, solo evito que colapse este conservatorio – Ay madre mía pero como exageras, no es para tanto ya no tenemos 20 años – Jose María siempre siendo la voz de la razón seguro es una niñería Antua – Nada de niñerías, un Del Moran quiere entrar al conservatorio y no lo voy a permitir solo vendrá a hacer disturbios – Antua, se ve buen muchacho – solo veía como Jhoon trataba de no darle un golpe - ¿Y eso que? - Antua no creo que sea igual que el terrible Fransua del Moran – Cállate Layla que no vez que es el Lord Voldemort de nuestra vida omite decir su nombre – me solté a reír Jose María casi nunca decía nada pero cuando habla siempre sabe que decir – No se puede hablar de manera seria con ustedes tres – A mí no me metas yo solo digo que es algo imposible, para ser exactos es ilegal negarle la educación, no tenemos ningún motivo para no recibirlo en esta institución y tener riñas de adolescentes con su padre no es un motivo de peso – No es solo eso Jhoon seguramente todo esto lo está tomando como un juego – mientras Jhoon y Antua estaban en su fiera discusión Jose María me dio el expediente del hijo de Fransua; lo abrí con rapidez me moría por saber si el chico que vi con Eli era el nuevo Del Moran pues era casi como una copia de todos ellos. Y estaba en lo cierto el atractivo chico se llamaba Vladimir Ezequiel del Moran; que cosas me hizo sentir vieja, yo había cargado a ese niño bueno muchacho. Mis pensamientos melancólicos fueron interrumpidos por mi nombre – Layla Curent te estamos hablado – ¿Que paso Antua? – Supongo que estás de acuerdo conmigo - ¿Ya viste su expediente? Yo solo veo buenas calificaciones y premios, además una excelente recomendación de varios de sus profesores – Antua suspiro desesperado y se pasó la mano por su, ya de por si alborotado cabello – ¿Tú también? El día en que le falte el respeto a una jovencita o que se porte de manera inapropiada en un a clase se van a acordar de mí – no tenía ganas de ver su cara roja por que vi de reojo a Jhoon que sacaba de su chaleco su reloj de bolsillo – Lamento como siempre ser el aguafiestas pero creo que a esta hora todos tenemos catedra que dar – Pensé que nadie lo diría, bueno por mi parte me da igual cumple con todos los requisitos para entrar y no se mira un mal muchacho – Jose María se levando de la mesa de cemento donde estaba sentado se sacudió el polvo y sin decir más se dirigió a abrir la puerta de nuevo haciendo escándalo y detrás de él va Jhoon tan sereno como siempre mientras se rasca un poco su barba.

Mira Antua cálmate las cosas ya no son como cuando éramos jóvenes, al final todos aprendimos nuestra lección, Fran es feliz y bueno tú finges que lo eres –No me dijo nada solo se acomodó la corbata casi como si se quisiera ahorcar, se acomodó el cabello, mientras veía su reflejo por una ventana – Cierras por favor – se fue con su aire de señor de los 50`s mientras una que otra chica lo mira con encanto. Cerré la puerta con cuidado puse el candado y puse mi dedo para que el candado leyera mi huella y se cerrara.




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