Los Hijos de Ipswich El lado oscuro del pacto

Capitulo 9 parte ll“Lo que calla el corazón”

Selene, después de unos segundos, logró calmarse. Se pasó una mano por el cabello aún húmedo y comenzó a vestirse en silencio.

El sonido del teléfono rompió la quietud. Lo tomó y contestó sin mirar la pantalla.

Tyler:—Hola, ma belle lumière.

Selene parpadeó, desconcertada, curiosa ante el apodo.

Selene:—Belle lumière… ¿por qué me llamas así?

Tyler: —Es francés.Significa “hermosa luz”.Y eso eres tú para mí:una luz… incluso en medio de cualquier tormenta.

Una sonrisa suave se dibujó en los labios de Selene.Sintió un calor inesperado anidarse en su pecho.

Selene: sonriendo .—Me gusta, Ty.

Tyler (con una ligera risa):—¿Entonces puedo llamarte así…?¿Belle?

Selene:—Claro… —respondió con voz más baja, algo desanimada.

Tyler lo notó enseguida.

Tyler:—¿Qué sucede? Suenas apagada…

Selene vaciló unos segundos, pero terminó por sincerarse.

Selene:—No quiero que te alarmes… pero tuve una pequeña disputa con Demioz.

Tyler (en tono tenso):—¿Qué ocurrio?

Selene:—Entró a mi habitación… justo cuando salía de la ducha. Solo fue a fastidiar, como siempre.

El silencio al otro lado de la línea fue denso, casi tangible.

Tyler (suspirando, con fastidio contenido):—Ese idiota necesita entender lo que son los límites.No puede estar en tu casa, invadiendo tu espacio, haciéndote sentir incómoda cada que le apetece.No estás sola, Sel… hablaré con él.

Selene:—No, Ty.Por favor.Demioz es… peligroso.No tiembla al momento de usar la fuerza, y no puedo echarlo.Legalmente, la casa sigue siendo suya hasta que cumpla los 18. Es mi tutor… por ahora.

Tyler:—Aunque lo sea, no voy a quedarme de brazos cruzados.No importa cuán peligroso sea, no voy a dudar en defenderte.

Selene:—Te lo agradezco, Ty… de verdad.Pero estoy acostumbrada a manejarlo.Puedo con esto.

Tyler:—Lo sé.Siempre has tenido que cuidar de ti misma.Pero ya no estás sola, ¿sí? Tienes a Caleb, a los chicos… y sobre todo a mí.

Si vuelve a cruzar la línea, solo dímelo. Estaré ahí enseguida.

Selene:—No se que haría sin ti, Ty…

Hubo un breve silencio, más sereno.

Selene:—¿Y qué harás hoy?

Tyler:—Ayudaré a mi padre con unos documentos de la empresa.Pero si termino temprano… podríamos salir.Te vendría bien distraerte un poco. Solo si te apetece.

Selene:—Me encantaría, Ty.

Tyler:—Perfecto, ma belle lumière. Te llamo más tarde, ¿sí?

Selene:—Lo esperaré con ansias.

Colgó la llamada con una sonrisa sutil, más ligera.Se recostó en la cama, perdida en sus pensamientos… cuando su teléfono volvió a sonar. Sin mirar, respondió.

Kate (animada):—¡Hola, Selene! Me preguntaba si querías salir hoy con Sarah y conmigo. ¿Una noche de chicas?

Selene:—¡Claro! Suena divertido.

Kate:—Genial. Pasamos por ti.Vives en la mansión renovada cerca del bosque, ¿cierto?

Selene:—Bueno, no ,creo—

Kate:—¡Perfecto! Te vemos más tarde.

Sin más colgó sin darle oportunidad de responder.

Selene miró la pantalla, exhaló una leve risa y se dejó caer de nuevo sobre las sábanas. Al menos esta vez, la noche prometía un respiro.

Selene suspiró y se sentó frente al tocador. Observó su reflejo durante unos segundos: sus ojos seguían intensos, pero apagados por el desgaste emocional del día. No quería arrastrar esa energía a la noche. No esta vez.

Eligió un conjunto sencillo, pero con carácter: jeans oscuros de tiro alto que abrazaban su figura, un top negro de encaje que dejaba los hombros al descubierto, y una chaqueta de cuero suave, con ese equilibrio perfecto entre lo elegante y lo indomable. Se recogió el cabello en una coleta alta, dejando caer algunos mechones rebeldes que enmarcaban su rostro.

El claxon sonó. Bajó las escaleras con paso seguro, aunque por dentro sentía esa mezcla de ansiedad y alivio que sólo ciertas noches traen consigo.

Estaba a punto de abrir la puerta cuando Demioz se le adelantó. Se recargó con calma en el marco, una ceja alzada y la mirada fija en las visitantes. Sarah y Kate lo observaron con cierta curiosidad.

—¿Qué se les ofrece, señoritas? —preguntó con una sonrisa ladeada y un tono jalante.

—Vinimos por Selene —respondió Kate, un poco desconfiada—. ¿Y tú eres…?

—Demioz —iba a contestar él, pero Selene apareció justo a tiempo.

—No es nadie. Ignórenlo —dijo con fastidio, colocándose entre él y las chicas.

Demioz sonrió con su habitual arrogancia.

—Vamos, cariño, ¿ni una presentación? Seguro estas encantadoras señoritas sienten curiosidad por este apuesto servidor.

Kate alzó una ceja, divertida.

—Sí, dinos quién es, Sel.

—No creo que sea buena idea… —susurró Sarah a su amiga, en voz baja.

Kate, como de costumbre, ignoró la advertencia.

Selene suspiró, resignada.

—Sarah, Kate… él es Demioz. Un… conocido que está de visita.

Demioz hizo una pequeña reverencia teatral.—Un placer, bellas señoritas. Y entre nosotros… soy más que un conocido. Selene y yo somos muy cercanos.

Kate lo miró con picardía y curiosidad.

—¿En serio?

—No —interrumpió Selene antes de que él pudiera abrir la boca—. Es un pariente lejano. Vámonos, chicas, o llegaremos tarde.

—Bien. ¡Adiós, Demioz! —dijo Kate, divertida.

—Diviértanse —replicó él con voz melosa—. Y cuiden bien de Selene… por mí.

Mientras se dirigía al auto, Selene rodó los ojos con fuerza.

Subieron al coche de Kate. Selene ocupó el asiento trasero; Sarah fue al copiloto.

—Demioz se ve bastante agradable… y debo admitir que está muy sexy —comentó Kate, sin filtros—. ¿En serio vives con él?

—Créeme… no es tan agradable como aparenta —murmuró Selene con tono seco.

—Bueno, cambiando de tema —intervino Sarah, con una sonrisa—. ¿Es cierto que tú y Tyler ya son pareja?

—¿Quién te dijo eso? —preguntó Selene, aunque la sonrisa le traicionó.

—Caleb. obvio.

—Sí… ya somos pareja —confirmó, bajando un poco la voz.




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