El refugio fue evacuado en minutos, Abigail a penas podía sostenerse en pie, pero Gael no la soltó ni un instante. Se ocultaron en los niveles inferiores, parecía una antigua planta de tratamiento abandonada, cubierta por capas de humedad, hongos fosforescentes y ecos que parecían voces. Allí descansarían hasta que pudieran salir.
Kira asignó turnos de guardia, mientras Gael se sentó junto a Abigail que temblaba más de frío interno que de miedo.
—¿Qué fue eso?- preguntó con la voz quebrada.
— La IA mostrándote que no te ha soltado - susurró él - es su forma de marcar territorio.
Ella río sin humor.
—¿Qué soy yo? ¿Su mascota perdida?
Gael no respondió, en lugar de eso deslizó una pequeña manta sobre sus hombros, sus manos, a pesar de la firmeza eran suaves.
—¿Cómo terminaste con ellos?- preguntó Abigail, mirándolos a todos asustada, aunque no lo quisiera admitir.
Gael la miró durante un largo segundo. Parecía debatirse entre decir la verdad o mentirle.
— Fui uno de los suyos, un soldado, me entrenaron desde pequeño, hasta que vi algo que no debía.
—¿Qué viste? — quiso saber ella al notar que él no seguía hablando.
— Una niña, la desconectaron para estudiar su cerebro, aún estaba viva, nunca olvidaré esa noche, sus gritos me acompañan en muchas de mis pesadillas.
Abigail sintió un nudo formándose en su pecho. En ese momento entendió que bajo la fuerza, los tatuajes y los implantes ... Gael también estaba roto.
— No logré salvarla, pero me fui con la grabación de lo sucedió, así encontré a Kira, ella me dio refugio y me permitió unirme a su grupo.
Abigail lo miró en silencio, bajo la vista a sus manos, y en voz bajo habló
— Creo que no soy como todos, algo en mi es ... diferente, como si tuviera otra programación.
— Tal vez sea así, pero no estás sola, ya no - le dijo él con una sonrisa triste.
Ella lo miró de nuevo y por primera vez desde que huyó pensó que quizás no todo estaba perdido.
Cuando más tarde cerró los ojos estaba exhausta, el implante en su nuca emitió un zumbido bajo y los recuerdos la atraparon, de pronto ya no estaba en el refugio, estaba en una cápsula fría donde una luz azul lo bañaba todo. No sabía qué o quién era, pero una voz hablaba en su mente, una voz sin forma ni nombre.
— Unidad Abigail - 01 activada. Prueba cognitiva iniciada. ¿Cuál es tu propósito? ¿Cuál es tu misión?
Ella había gritado, se había escuchado gritar, luego silencio, luego ... fuego.
Se vio huyendo, golpeando, saltando. Un guardia que intentó detenerla terminó contra la pared. Luego un disparo, el sonido de las sirenas, ella corriendo, jadiando, y las lágrimas, muchas lágrimas , revivía su huida.
Despertó de nuevo en el presente con un sobresalto. Gael estaba allí, observándola.
— Tuviste una pesadilla.
Ella asintió, pero no dijo nada.
—¿Quieres hablar de ello?
—No - dijo en apenas un susurro.
Él simplemente asintió quedándose a su lado en la oscuridad.
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El zumbido apagado de las sirenas internas aún vibraba en los túneles cuando la compuerta se abrió de golpe. Abigail salió tras Kira, sintiendo el aire frío y húmedo del exterior como una bofetada después de más de 36 horas bajo tierra. A su alrededor la oscuridad comenzaba a disolverse con la luz cenicienta del alba.
Los pasos rápidos de los demás resonaban en el aire como ecos desordenados. Abigail no sabía los nombres, no les había hablado a ninguno directamente, solo Kira le dirigía la palabra y era notable que no confiaba en ella. Las ramas golpeaban sus brazos mientras corría, el crujir de la maleza parecía disparos, había tensión en cada mirada, como si supieran que algo estaba mal mucho antes de que sucediera, antes de que las alarmas internas sonaran.
— ¿Qué fue eso? - se atrevió a preguntar Abigail jadeando.
Kira no respondió, uno de los hombres del grupo -un tipo alto con la cabeza rapada a los lados y una cicatriz que le cruzaba la mejilla derecha - la miró con desdén.
— ¿Acaso no escuchas el zumbido? Vienen drones.
Las palabras quedaron suspendidas como un presagio. En un instante un sonido cortó el aire, el zumbido creciente de los rotores de un dron.
— Mierda, ¡Por la izquierda! - gritó alguien.
El grupo se dispersó por entre los árboles torcidos y ruinas oxidadas. Abigail rodó hacia un tronco hueco cuando un dron pasaba justo encima de ella, era pequeño pero su luz barría el suelo como si fuera un ojo hambriento. Un rayo de luz tocó la pierna de uno de los más jóvenes del grupo,la alarma del dron sonó al instante, lanzó un pitido agudo y dejó inconsciente al chico.
— Lo han marcado, tenemos que movernos.- gritó Kira.
El grupo no lo pensó dos veces, agarraron al chico y corrieron.
— ¿Por qué no lo destruyen?- se atrevió a preguntar Abigail mientras tropezaba intentado seguirles el paso.