Casi de un salto, Octavia se alzó sobre aquella cama, quedando sentada con la respiración agitada, y con una fuerte migraña, sus ojos no tardaron en recorrer aquella habitación en cual se había despertado, las paredes como el suelo estaban hechas de maderas, pero su mirada se enfocó más en la ventana cual se encontraba abierta, y por medio de estas, podia apreciar diversos árboles. No estaba del todo segura de donde se encontraba, pero no iba a quedarse mucho en aquel sitio. No tardó en ponerse de pie, y rápidamente, comenzó a tomar sus cosas, cuales se encontraban en una mesita de noche al lado de la cama
Mientras se dirigía a la salida de aquella casa, pensó en su amigo Leonardo, seguramente estaría preocupado por que no estaba en casa ¿se habría dado cuenta de su ausencia? Busco rápidamente su teléfono en el interior de su mochila, notando las diferentes llamadas perdidas de su amigo como la hora, era ya casi medio día pero antes que pudiera regresarle la llamada, una voz algo ronca llamo su atención.
-Por fin despiertas – aquel desconocido al otro extremo la sala, se trataba de Rohan, el lobo que había visto pelear la noche anterior.
-¿Dónde estoy? – observo al chico con un ojo cerrado y arrugando su cara, gracias a la capacidad regenerativa de su raza, aquel sujeto se veía mejor, a pesar que era evidente que todavía le faltaba recuperarse
-En nuestro campamento, te trajimos luego de que quedaras inconsciente… Debo admitir que nunca había visto una pelea tan corta, sin duda será algo para recordar – una sonrisa burlona se marcaba en el rostro del joven - todo un récord
-Idiota… - giro sus ojos mientras le enviaba un mensaje a Leonardo, diciéndole que estaba bien y que pronto regresaría - ¿Dónde está tu hermano? Me tengo que ir
-Está afuera – en ese instante, Rohan se levantó y tomo camino hacia la cocina - ¿tienes hambre? ¿Sed? No es bueno que te vayas sin comer algo
Sin responderle nada, la chica salió de la cabaña, encontrándose al otro sujeto sentado sobre un tronco, fumando y observando a la nada, como si estuviera pensando algo importante o simplemente estuviera meditando, pero lo que más llamo su atención es que se encontraban en una zona con mucha vegetación ¿Qué tan lejos estaban de la ciudad? Parecía que estuvieran en el bosque o en plena montaña, sea cual sea la opción, era un problema si quería regresar pronto.
Román olfateó un poco el aire al notar un aroma diferente aproximarse – Octavia –le saludaba sin ni siquiera voltear a verle – deberías de sentarte, nuestro chaman no tarda en llegar
–Gracias por traerme aquí pero no quiero conocer a ningún un chamán, me tengo a ir –se acercó al tronco hasta quedar parada a un lado de el
–No tienes que agradecer, los lobos nos cuidamos entre nosotros o por lo menos es así desde la formación de la tríada –le ofreció el cigarrillo, mientras expulsaba un poco de humo por la boca, algo que la rubia rechazo
–Aparte que Azumi le obligo cuidarte –Octavia giro su cabeza para observar a Rohan, quien traía consigo una taza llena de frituras – es lo menos que podía hacer después de meterte en todo esto ¿no?
Sabía que tenía que regresar pero iba a necesitar la ayuda de ambos, no sabía dónde estaba o como podría hacer para salir de alli, pero por un momento pensó cuando iba a ser la proxima vez que esté en medio de no una, sino tres diferentes manadas que convivían entre ellas, aparte que de alguna manera parecía tener la protección de Azumi, sin duda era una Alfa muy importante para que otro Alfa le hiciera caso ¿Sería una clase de respeto o miedo? Fuera lo que fuera, en ese momento era probable que pudiera obtener algunas nuevas dudas que se le había presentado.
Fue en ese momento en que recordó algo de la noche de la pelea, la razón por la cual Roman consiguió animar al público de poder apostar por ella, apoyarla en la pelea y aquella conversación con Azumi, relacionado a su familia y el linaje que tenían, una clase de legado ancestral conocido por todos los licántropos y las personas que estaban muy metidas en el mundo supernatural.
-¿Les puedo preguntar algo? – Ambos sujetos observaron a la chica con curiosidad - ¿Qué es eso de los hijos de la luna?
-¿En serio no sabes? –Preguntaba Román mientras alzaba una ceja – fue un apodo que recibieron los primeros licántropos, tu familia es descendiente directa de una de las manadas pura sangre, por ello esperábamos que tuvieras alguna habilidad especial como…
-Mi padre – interrumpió mientras entrecerraba los ojos - ¿Conocen a mí Padre?
-No tengo ni la menor idea de quién sea, eres la primera Bozkurt que conocemos –aclaraba mientras hacia una leve mueca con su boca
-Solo habíamos escuchado leyendas sobre esas manadas - decía Rohan tras ofrecerle aquella taza a la chica - hasta donde sabíamos, todas las manadas de la realeza están muertas
En ese instante recordó lo que Leonardo le había comentado hace unas semanas atrás, su especie había sido cazada durante mucho tiempo supuestamente por considerarse peligrosa, quizas en ese momento fue cuando su familia término al borde de la extinción ¿habría sido una amenaza para el nuevo orden mundial que se estaba formando en ese momento? Era conocido que algunas personas se aprovechaban de su posición, para hacer ciertas cosas sin recibir algún castigo, como posiblemente era el caso de aquel sujeto que estaba de espectador en la jaula, estaba segura que aquel lugar no era para nada legal pero aun así estaba allí, observando y muy seguro que lucrándose a costa de los licántropos. Sin conocer todos los hechos, solamente podría crear algunas teorías al respecto pero ¿Por qué su madre no le comento a ella y a su hermana que provenían de la realeza de los licántropos? En ese momento tenía más dudas que respuestas, a pesar que ahora conocía un poco más de sus orígenes y quizas entendía por qué no quería su madre tener contacto con alguna otra manada cercana al pueblo donde vivían.
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Editado: 27.10.2025