Los Hijos De La Noche

Capítulo 9: La Sangre del Ancestro

La noche estaba más oscura de lo normal, como si supiera que Dante estaba a punto de cruzar un umbral del que no habría retorno. Junto a Adrián y el misterioso desconocido, avanzó por calles silenciosas, apenas iluminadas por faroles moribundos. Cada paso los alejaba más de lo que conocían y los acercaba a un mundo que, hasta ahora, solo había existido en libros antiguos y susurros prohibidos.

El hombre que los guiaba no hablaba. Su postura era rígida, sus movimientos precisos. No miraba atrás, como si supiera que nadie los seguiría. O peor aún, como si supiera que ya estaban siendo observados.

Dante sintió el impulso de preguntar dónde se dirigían, pero las palabras quedaron atrapadas en su garganta. Algo dentro de él le decía que era mejor esperar.

Después de varios minutos de caminata, llegaron a un callejón estrecho, donde la piedra del suelo parecía más vieja que el resto de la ciudad. El hombre se detuvo frente a la puerta de hierro incrustada en la pared del edificio sin ventanas.

Sin decir nada, sacó una llave de su bolsillo y la giró en la cerradura. El sonido del metal raspando la madera fue lo único que rompió el silencio.

—Pasen —dijo finalmente.

Dante cruzó la entrada con cautela. Dentro, la habitación era pequeña y apenas iluminada por unas velas. El aire olía a humedad y antigüedad. Pero lo que más llamó su atención fue la gran mesa en el centro, cubierta de libros abiertos, mapas y documentos gastados por los años.

—¿Qué es este lugar? —preguntó Adrián, su voz apenas un susurro.

El desconocido cerró la puerta detrás de ellos y se acercó a la mesa con un aire de misterio y dijo:

—Es lo que queda de aquellos que han intentado escapar antes.

Dante sintió un escalofrío recorrer su columna.

—¿Intentado?

El hombre lo miró con una mezcla de gravedad y resignación.

—Nadie escapa de ellos sin pagar un precio. Pero hay formas de ganar tiempo. Formas de encontrar respuestas antes de que te encuentren.

Dante tragó saliva.

—¿Qué respuestas?

El hombre extendió una hoja envejecida sobre la mesa. Sus bordes estaban quemados, pero el texto era visible. Un nombre destacaba entre las líneas: Dante Allister.

El aire pareció detenerse.

Dante sintió cómo el mundo se inclinaba bajo sus pies.

—Eso… no puede ser.

Pero era. Su nombre estaba en un documento que tenía siglos de antigüedad.

—No eres el primero en llevar ese nombre —dijo el hombre con voz firme—. Y eso significa que no eres el primero en ser elegido.

La vela empezó a parpadear y la habitación se sintió más fría que antes.

Dante ya no estaba muy seguro de querer saber lo que vendría después.

Queridos lectores,

Gracias por sumergirse en las sombras conmigo y descubrir los secretos que acechan entre las páginas. Los Hijos de la Noche no es solo una historia de vampiros, sino de elecciones, destino y el precio de lo desconocido. Cada capítulo los acerca más a la verdad… pero, ¿están listos para enfrentarlo?

La noche es eterna, y esto apenas comienza. 🖤

Déjenme saber qué les ha parecido hasta ahora. ¡Sus comentarios hacen que esta historia cobre vida! 😃




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