Capítulo 6
Castillo Dracul en Bran, Braşov, Transilvania, Rumania, tras retornar del ataque a la Manada Höller en Perú.
Lucian, junto a los pocos sobrevivientes, llegaba al patio principal del Castillo Dracul tras cruzar el portal. Al ser el último en poner pie en la medieval construcción, Sasha cerró el medio que utilizaron para regresar desde otro continente, y se mantuvo en silencio esperando que alguien dijera algo. El ambiente se sentía tenso. Los nueve guerreros vampiros que sobrevivieron también esperaban que el primer general dijera algo. Al no escuchar la voz de Lucian, Darius se animó a preguntar.
- Y ahora, ¿qué haremos? –en la voz de Darius había duda, pero también preocupación. Ellos no contaban con la derrota, mucho menos con que la Luna Höller en realidad no fuera una humana cualquiera.
- Cada quien vaya a recuperar las fuerzas que hemos perdido en la fallida incursión. Debo pensar en lo que diré ante La Corte –Lucian no dijo más y caminó hacia sus aposentos. Darius miró a Sasha, aún sospechaba que el brujo los podía traicionar en cualquier momento.
- ¿Tú sabías sobre el poder de la Luna Höller? –Darius trataba de lucir intimidante, aunque en verdad recordar lo que pasó en Perú lo mantenía alterado.
- No. La última vez que la vi, el día que Laura llegó a Lima para asesinarla, ella era una simple humana, frágil y delicada como cualquier otra, que, con un solo golpe de licántropa que recibió, perdió a su cría y sufrió graves lesiones en su rostro –Sasha no revelaría a Darius sobre la Profecía que mencionaba la llegada de la hija de la Madre Luna a La Tierra. El brujo sabía que su vida y la de su familia peligraba si se enteraban que les ocultó esa información, pero él no podía caer más bajo de lo que ya había caído.
Darius dejó que Sasha fuera hacia las habitaciones donde su familia era resguardada por Ileana, su hermana menor, quien había recibido la instrucción de proteger a la esposa e hijos del brujo. La vampira de apariencia adolescente se despidió con una sonrisa de Paula y de los pequeños hijos, con quienes había pasado las horas jugando y sonriendo, escena que cuando el brujo recreó en su mente, produjo que la piel se le estremeciera al imaginar a la vampira jugando con sus hijos como lo hace un depredador con su presa antes de dar inicio al festín.
- Ella no es como los otros vampiros, Sasha –dijo Paula cuando su compañero eterno le hizo saber la mala pasada que le hizo su mente al hacer la comparación-. Ileana parece una jovencita como cualquier otra. Ni siquiera tiene colmillos.
- Recuerda que pertenece a una especie depredadora, y te puede confundir para lograr su objetivo de tomar la sangre de nuestros hijos –Sasha sufría en silencio al pensar que la vida de sus hijos pudiera acabar entre los colmillos de un vampiro.
- No, Sasha, te equivocas. Estuve observando muy atenta a Ileana mientras jugaba con nuestros hijos, y ella en ningún momento mostró deseo de morder el cuello de nuestros niños. No sé por qué, pero ella no es como los otros vampiros.
La seguridad de Paula hizo que Sasha se preguntara si era posible lo que su compañera predestinada afirmaba, pero se sentía tan casado, además de preocupado, que prefirió dejar el tema, y contarle lo que había sucedido al ir contra Los Höller en Perú.
- ¿Solo regresaron ustedes y nueve guerreros? –Paula no podía creer lo que su alma gemela le comentó. Ella pensó que la incursión había sido exitosa, ya que Laura le comentó que Lucian estaba siendo muy preciso en la preparación de ese ataque.
- Así es. Yo no sé qué ocurrió exactamente, ya que no los acompañé hasta el territorio Höller, puesto que debía ocuparme del portal, pero cuando vi llegar solo a esos cuantos al lado de Lucian, Laura y Darius, siendo perseguidor por Los Höller, supe que fueron vencidos fácilmente. Durante el regreso, los guerreros preguntaban qué era la Luna Höller para tener el poder que hace que la luna se convierta en un sol de mediodía de verano, tan fuerte y potente para aniquilar a cuanto vampiro estuviera expuesto a él. Darius nos reclamaba a Laura y a mí, pero ambos no sabemos qué fue lo que sucedió.
- Sasha, debe ser que la Profecía se está haciendo realidad –dijo Paula tratando de que su voz fuera casi imperceptible, acercándose al oído de su predestinado en el momento de hacer su comentario.
- Seguro. Mejor no hablemos más de ello. Quiero descansar para recuperar fuerzas. Cuando Lucian se presente ante La Corte deberá dar explicaciones sobre la derrota, y si los ánimos no son los mejores y quieren ir en contra de nosotros, tendré que estar listo para defendernos.
Lucian caminaba hacia sus aposentos como si hubiera perdido la consciencia y simplemente se dejaba llevar por sus reflejos al andar por pasillos muy bien conocidos por él. El vampiro estaba aún en shock, uno producto de haberse encontrado con impactantes realidades que nunca se imaginó hallar al ir en busca de Los Höller. En primer lugar, ese par de adolescentes híbridos de humanos y felinos que le dieron ardua pelea y no dejaron que ponga en uso su don de nacimiento. Era muy poco lo que se sabía sobre los felinos, y entre los vampiros la información era más escaza, por lo que nunca se imaginó que ese par le pudiera dar pelea. Eran tan fuertes, y eso que eran mitad humanos. «¿Cuán fuerte será un felino puro y de edad adulta?», se preguntaba Lucian tratando de imaginárselo, pero dejó de lado esa idea cuando otro detalle que vio en esa fallida incursión llegó a su mente.