Los hijos de las tinieblas

Capítulo 12

De inmediato me comuniqué con mi séquito para una reunión urgente. Luego dejé la biblioteca junto a Amelia, previo pedido a Killari y Helmut de que se quedaran acompañando a nuestros invitados y nuevos aliados, ya que iría por mi familia para que formen parte de la reunión que decidí apurar porque el tema así lo ameritaba. Llevar a todos Los Höller hacia la biblioteca de la mansión no fue cosa fácil, ya que empezaron a hacer preguntas. Cuando todos ya estábamos reunidos, le pedí a Killari que deshiciera el hechizo de invisibilidad, dejando que todos vean a Lucian y Laura.

Mi bisabuelo Karl y mi abuelo Hugo de inmediato se transformaron y se pusieron en posición de alerta protegiendo a la familia. Lucian dio un paso hacia delante de Laura, para resguardarla. Mi padre me pedía una explicación, así como Marion y Marianne. Mis sobrinas Cassie y Ania estaban muy nerviosas porque reconocieron a Lucian, el vampiro que las inmovilizó y con quien sus predestinados, híbridos de humano y felino, lucharon.

  • ¡¿Ya pueden hacer silencio?! –elevé la voz para que todos me dejen hablar-. Han sucedido varios hechos importantes en el último par de días a Los Dracul. Bisabuelo y abuelo, por favor, guarden a sus lobos. Lucian y Laura son nuestros nuevos aliados, démosles un trato cordial y educado –lo que dije no era entendido por ninguno de mis familiares.
  • ¿Aliados? ¡Acaso te has vuelto loco! –dijo mi bisabuelo Karl tras volver a lucir como un humano-. ¡Ese vampiro ha matado a miles de licántropos!
  • Catalin también lo hizo y hasta hace poco tú y la bisabuela salieron con ella y Thomas a pasear por Lima sin ningún problema –ante lo dicho, mi bisabuelo caminó hacia donde estaba mi bisabuela, quien lo abrazó para tranquilizarlo.
  • Stefan, por favor, explícanos por qué Lucian está en territorio Höller –pidió más calmado mi abuelo Hugo.
  • Antes que nada, quiero decirles a todos, pero en especial a ustedes, abuelo Hugo y bisabuelo Karl, que entiendo que ver a Lucian les causa un gran impacto, pero es necesario que sepan la decisión que han tomado Los Dracul, la cual me animó a pactar con ellos una alianza. Por favor, tomen asiento, o acomódense como quieran, y escuchen lo que les tengo que decir.

Empecé a narrar los hechos que Killari primero compartió y luego lo que Lucian descubrió al leer los manuscritos que guardaban en la biblioteca de Los Dracul. Tras dejar de contarles lo sucedido, todos empezaron a comentar entre ellos, a dar sus puntos de vista, los cuales no estaban en total acuerdo con la decisión que tomé.

  • ¿Y quién confirma que lo dicho por Lucian sea cierto? –miré a mi bisabuelo con enojo.
  • Mi Luna, bisabuelo, la hija de la Madre Luna –respondí usando mi voz de alfa.
  • Disculpa, Amelia –soltó mi bisabuelo dándose cuenta que no había cabida a la desconfianza, ya que al ser todo confirmado por mi Luna, nos daba la seguridad de que todo era veraz.
  • Entonces, debemos actuar rápido para ayudar a Los Dracul a contener los ataques de los demás clanes y de las huestes de Satanás –dijo Matthias avanzando entre los reunidos en la biblioteca. Detrás de él caminaban Gonzalo y Patrick.
  • Exacto, mi estimado Beta. Debemos planificar la estrategia bélica, por si debemos ir a la guerra –luego miré a Gonzalo, y continué hablando-. Como Gamma sabes que liderarás a los mejores guerreros en el avance de la ofensiva, junto a mí –y Gonzalo asintió complacido-. Analiza los números de nuestro ejército en Alemania, por si necesitamos trasladar guerreros desde Perú -luego me dirigí a Patrick-. Requerimos formalizar la alianza con Los Dracul, así que prepara los documentos necesarios. También coordina con el Consejo de Alfas una reunión, ya que necesitamos que el pacto que ahora Los Höller tenemos con Los Dracul se extienda a todas las manadas.
  • ¡Entendido, Alfa! –respondieron Beta, Gamma y Delta, y salieron de la biblioteca para empezar a ejecutar sus deberes.
  • He invitado a Lucian y Laura a desayunar, de paso que damos tiempo a Patrick de preparar los documentos en los cuales quedará registrado nuestro pacto –me dirigí a mi familia-. Ellos no solo han venido a pedir ayuda para su clan, también han mostrado arrepentimiento por los malos actos cometidos en el pasado, así que, junto a mi Luna, les hemos otorgado nuestro perdón, al mismo tiempo que Laura también ha aceptado perdonarme –entre la familia había quienes miraban con desconfianza y otros con benevolencia-. Lo único que les pido es que les den una oportunidad –todos se miraban, pero nadie decía nada, hasta que una suave y cantarina voz se escuchó.
  • No te preocupes, Stefan. Tú eres nuestro Alfa y nosotros seguimos tus órdenes –era Lena, quien había escuchado todo permaneciendo detrás de Kiram.
  • ¿Quién es ella? –preguntó Lucian con un notorio gesto de curiosidad.
  • Mi sobrina Lena, la hija menor de mi hermana Marianne y mi cuñado Ravi –respondí a la pregunta del vampiro-. ¿Por qué?
  • Sé que he visto ese rostro anteriormente, pero no recuerdo dónde –respondió el vampiro tratando de hacer memoria.
  • Imposible. Siempre lo he tenido en mi cabeza, y nunca he salido de Perú –comentó Lena con una confianza que daba pena, risa y miedo entre los miembros de la familia por la posible reacción que podría tener el Príncipe Dracul.
  • ¡Ya lo recordé! –soltó Lucian notoriamente conmocionado-. ¡No puede ser! ¡No!
  • ¿Qué sucede, Lucian? –pregunté preocupado.
  • ¿Podemos hablar en privado? –pidió el vampiro.




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