Los hijos de las tinieblas

Capítulo 15

Aún quedaba un tema más por el que Wang Qiang llegó a Lima, pero me pediría hablarlo solo conmigo. Se notaba que le incomodaba tener que compartirme información sobre ese hecho que era de suma importancia para él, y como no quería aumentar su perturbación, le pedí que me acompañe a la biblioteca de la mansión mientras Amelia presentaba al resto de invitados a la familia y a las parejas del séquito. Tras tomar asiento, uno enfrente del otro, Wang Qiang lanzó un suspiro y empezó a hablar.

  • Saber lo que planea Satanás fue propicio para decidirme venir ante ti, Alfa Stefan –empezó a hablar Wang Qiang tratando de ocultar su nerviosismo, pero, aunque no olía sus emociones, era demasiado obvio para mis ojos que el felino estaba alterado.
  • Es la primera vez que nos vemos, pero, por favor, siéntete con la suficiente confianza para decirme lo que te aqueja. Yo te ayudaré en todo lo que esté a mi alcance –lo dije con sinceridad, y él lo supo, por lo que sonrió ante el comentario que hice.
  • La Madre Luna me reveló hace veinticinco años que mi predestinada nació entre los humanos. Al principio estuve interesado en irla a buscar, pero sucesos que se dieron en la Colonia de Mongolia me retuvo por dos décadas en Ulan Bator. Por esos años mi alma gemela era apenas una niña, y no estaba en edad para unirse a mí, por lo que asumí que podía esperar y dedicarme a buscarla tiempo después. Cuando ya pude dejar los deberes con las colonias, empecé a rastrearla, pero no pude encontrarla. Ella no es cualquier humana, por lo que su rastro no es fácil de hallar, para evitar que Satanás y sus seguidores la encuentren –Wang Qiang no había dicho cómo podía ayudarle, pero ya tenía varias preguntas por hacer.
  • Perdón que te interrumpa, pero cuando estábamos reunidos con mi Luna y los demás que te acompañan dijiste que tienes casi tres mil años de existencia en este plano. ¿Acaso esta humana es una nueva predestinada que la Madre Luna ha designado para ti? –al no conocer mucho sobre los felinos, supuse que Wang Qiang tuvo compañera anteriormente, pero murió y él pudo sobrevivir a su pérdida. Ahora la Madre Luna no estaba bendiciendo nuevamente, quizás con la reencarnación de su alma gemela.
  • No, ella es la única que se ha encarnado para unirse a mí. Los felinos no somos diferentes a los licántropos u otros sobrenaturales en ese aspecto: solo existe un alma gemela para cada felino –no podría crear lo que Wang Qiang estaba diciéndome.
  • Espera. ¿Quiere decir que llevas casi tres mil años sin una compañera? –no podía ser tan directo con él, ya que no lo conocía lo suficiente, pero lo que llamaba mi atención es que haya estado tanto tiempo solo, sin poder compartir la existencia con ese ser especial.
  • Así es. Los felinos somos como los sobrenaturales que provienen de Celestiales en ese aspecto: podemos estar décadas, siglos o milenios solos, sin hacer vida de pareja porque aún no llega nuestra alma gemela, y así nos enfocamos a nuestros propósitos de existencia –con esa explicación, pude entender mejor el motivo por el que su predestinada recién aparecía tanto tiempo después que él llegó a la edad madura. Y yo no pude soportar unos cuantos años de espera a que llegue Amelia.
  • ¿Y qué con eso de que ella no es cualquier humana? –pregunté tratando de dejar atrás el tema de la larga espera de su alma gemela para no sentirme un imbécil a la enésima potencia por todo lo que hice al no llegar Amelia durante mi adolescencia.
  • A diferencia de la mayoría de los humanos, ella puede ver a Celestiales y demonios, y eso incluye a los Caídos –me acomodé bien en el sofá donde estaba sentado porque percibí que la información que Wang Qiang iba a compartir conmigo sería de mi interés-. Diana, así es como ella se llama, es la descendiente del primer brujo que llegó a La Tierra por la familia de su madre, pero, además, es la hija de un sétimo hijo de un sétimo hijo. Ella es la que nació con el don de liberar a los Caídos que están atados en contra de su voluntad a los magos oscuros, a aquellos que lucharon en favor de Satanás en la Guerra de los Cielos, pero que se han arrepentido de haber faltado al Dios Supremo. Ella es la gracia que llegó a La Tierra para que los arrepentidos puedan tener una esperanza de ser perdonados.

El primer brujo que pisó La Tierra fue también el primero que sufrió las mentiras que los seguidores de Satanás regaron sobre los hijos de ese pueblo sobrenatural. Melquiades, como se llamó el primer ángel que encarnó para enseñar a los hombres el correcto uso de la creación, estuvo caminando entre los humanos por mil años junto a su predestinada, quien también era de su misma especie, hasta que fueron asesinados al creer que su conocimiento provenía del embaucador. Ellos tuvieron treinta y tres hijos, y del linaje del menor provenía la madre de Diana, la liberadora de los arrepentidos. En el caso del linaje paterno, ella era hija de un sétimo hijo de un sétimo hijo. Las leyendas dicen que Dios bendijo a ciertas familias entre los humanos por su fidelidad otorgándole al último de la prole una bendición, siempre y cuando haya nacido bajo el número siete, el reconocido como el de la perfección. El padre de Diana había sido doblemente bendecido, y no era el primero en la historia de su familia, ya que proveía de un linaje tan extenso que él era el septuagésimo sétimo bendecido.

  • Corrígeme si me equivoco, pero Diana no solo es importante para ti porque es quien nació para ser tu compañera eterna, sino porque ella puede ayudarnos a que los seguidores de Satanás reduzcan considerablemente al poder liberar de su yugo a los Caídos arrepentidos –dije al enterarme de la procedencia de esa humana.
  • Exacto. Encontrarla tiene un doble beneficio para mí –dijo Wang Qiang, y pude percibir que se sonrojó un poco.
  • Dime cómo te ayudo.
  • Con ayuda de Los Celestiales sé dónde se encuentra ahora que tiene veinticinco años. Ella vive en Ginebra, Suiza. Al ser bendecida, se le entregó también una inteligencia prodigiosa, por lo que a su corta edad es una experimentada científica especializada en Física Nuclear. Aunque ella conoce sobre Los Celestiales y los demonios, desconoce del mundo sobrenatural, por lo que no tiene ni idea de nuestra existencia y del don de predestinación. Debo ir a Ginebra y acercarme a ella con cuidado, ya que al ser humana puede decidir rechazarme si no me introduzco en su vida como es debido, desde el punto de vista humano. Necesito tu ayuda para poder vivir y orientarme en Ginebra. Sé que Los Höller tienen una propiedad en esa ciudad y un guerrero encargado de su cuidado y protección. Te pido que me ayudes concediéndome la posibilidad de vivir en ese lugar y que tu guerrero me apoye siendo mi guía. Aunque los felinos hemos estado ocultos entre los humanos, yo no he tenido la oportunidad de compartir con muchos de ellos, ya que mi deber con las colonias me ha mantenido ocupado y cercano a los míos más que a los humanos, por lo que requiero de alguien que oriente mi comportamiento.
  • ¿Eso es todo? –pregunté esperando que Wang Qiang me pidiera más.
  • Sí, eso es todo –la expresión seria del Señor Felino no podía ocultar su mirada de ruego para que accediera a su pedido.
  • ¿No necesitas que te apoye económicamente? ¡No me lo tomes a mal! Lo digo porque vivir en Ginebra resulta costoso, y creo que más llamarías la atención si te presentas como un acaudalado empresario. En esa ciudad Los Höller tenemos las oficinas de nuestro holding que gestionan nuestras relaciones empresariales con nuestros pares suizos, así que, si me lo permites, puedes llegar como un socio de negocios proveniente de China, pudiendo impresionar a Diana con más facilidad –el dinero no lo es todo, pero sí que sirve para llamar la atención, y, aunque no conozco a Diana, supongo que como hembra humana le debe gustar recibir detalles y que un hombre exitoso la corteje.
  • ¿Y si eso no es lo que busca en un macho? –Wang Qiang habrá vivido muchísimos más años que yo, pero su experiencia tratando hembras era nula.
  • Si ella es una afamada científica, significa que trabaja para el CERN –las siglas en francés del Centro Europeo para la investigación Nuclear-, y cualquiera no contacta a la gente que trabaja en tan prestigioso centro de investigación. Debes lucir imponente, y un alto estatus profesional, así como el dinero, te lo darán –Wang Qiang me miraba con duda-. La cosa es que llegues a ella, después ya tienes que ser tú mismo para enamorarla.
  • Por el dinero no te preocupes. Los felinos hemos sabido cómo hacer fortuna –era de imaginarse que, con tantos años de existencia, la abundancia y riqueza no era algo que se le había negado-, por lo que cuento con mi propio dinero para poder costear un estilo de vida acaudalado en Ginebra, pero sí me ayudará mucho el que aparente ser un profesional destacado de las empresas que Los Höller tienen en Europa –Wang Qiang era orgulloso, así que debía ayudarle según cómo él requiriera.
  • Así será –dije y estiré mi mano para cerrar el trato. La fuerza con la que apretó me confirmó que era un ser orgulloso, de palabra, y que el favor que en ese momento yo le hacía, él me lo retribuiría con creces, aunque no fuera necesario-. Una pregunta más –dije de inmediato-. Si estarás ocupado en esta misión, ¿quién quedará en tu reemplazo?
  • Mi reemplazo será Wang Baihu, el Terrateniente de Hong Kong. Él es mi primo hermano, el siguiente a ser el Señor Felino si a mí me sucediera algo. Con él mantendrás constante comunicación para la misión de rescate que tenemos en conjunto en Tokio.
  • Mi sobrina Ania me comentó que Pietro es pariente tuyo –mencioné para saber qué tenía que decirme al respecto.
  • Que la predestinada de mi sobrino Pietro sea tu sobrina fue un punto más que me animó a pedir tu ayuda –la sonrisa de Wang Qiang apareció con mayor naturalidad. Estábamos hablando de temas familiares, por lo que se sentía más a gusto-. Wang Baihu también es tío de Pietro, al ser hermano de su madre, de mi querida prima Wang Xiuying, quien también nos ha acompañado hoy –cuando dijo eso me quedé helado. La madre de Pietro estaba entra la comitiva felina y no me di cuenta. Yo y mi falta de atención a los rostros.
  • ¡Pero qué descuido el mío! La suegra de mi sobrina está en la mansión, y yo no la saludé como se debía –Wang Qianj reía ante mi comentario apenado.
  • También está con nosotros la madre de Erik, Park Ji-woo –ahí sí que me sentí fatal.
  • ¡Qué pensarán ellas de mí! –dije con un toque dramático en mi voz.
  • No te preocupes, ellas saben que hay que seguir protocolos. Y para que sepas. Park Tae Hwa, el Terrateniente de Corea del Sur, y la madre de Erik, son hermanos. Así que este joven también proviene de una familia importante entre los de mi especie –mis dos sobrinas tenían predestinados que pertenecían a familias que destacaban entre los felinos.
  • Gracias por informarme de ello –dije a la vez que pensaba en cómo actuar para resarcir mi error al no identificar a las madres de ambos jóvenes guerreros felinos.
  • Bastará con que trates a sus hijos con cordialidad y familiaridad –dijo Wang Qiang, respondiendo a mis pensamientos. Mi cara de duda hizo que se diera cuenta que me preguntaba cómo hizo para saber lo que estaba pensando-. No tengo ningún tipo de poder telepático o algo así; solo que en tu cara se nota tu preocupación por querer disculparte por lo despistado que fuiste.
  • Gracias, nuevamente. Seguiré tu consejo. A Pietro lo conozco más, y me parece que es un muchachito excepcional, y lo poco que pude tratar a Erik, me parece que va por la misma línea que Pietro, así que no va a ser difícil tratarlos con cordialidad y familiaridad –dije y me levanté del sofá donde cómodamente estaba sentado-. Ahora vayamos a unirnos a los demás. Vayamos por algo de beber y comer mientras seguimos discutiendo lo de la misión de rescate en Tokio y tu llegada a Ginebra. A mi Beta le pediré que coordine con Günther Schäfer, el guerrero que está a cargo de las oficinas del holding en Suiza, y quien será tu guía durante tu estadía en esa ciudad. Confía en él, que estará dispuesto a servirte en lo que necesites –y sin más, dejamos la biblioteca para reunirnos con su comitiva y mi familia para departir amigablemente.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.