Saiph era el hijo más inteligente de Orión. Él tenía la táctica de la guerra, y la sabiduría de un emperador interestelar, pero tenía un pecado capital.
La soberbia.
Su hijo más audaz eligió enfrentarse a su padre en la constelación de Sagitario, con el centauro como compañero para luchar contra el Escorpión y su jinete.
Estúpidamente creyó que el centauro dispararía la flecha contra el líder del Cinturón y el Escorpión.
Saiph cabalgaba a lomos del centauro, a una velocidad fantástica hacia sus enemigos de la noche, cuando se estaban acercando al objetivo, el caballo frenó su marcha a cero, y el jinete no pudo agarrarse de ninguna parte.
El cuarto hijo voló sobre el híbrido de animal y humano directamente a la tierra.
Los centauros no se dejan dominar, el sabio de Saiph ignoró esto, sabiéndolo porque fue cegado por su soberbia.