Bellatrix, era su hija más sensible y altruista. Su cabello largo color azul brillaba con polvos de estrellas; ella se pasaba toda la noche peinándose para iluminar a las dracónidas.
Su hija le pidió a su padre enfrentarse en la Constelación de Virgo.
Frente a su progenitor y su venenoso compañero de lucha, su hija vestida de blanco estaba tomada de la mano de la Virgen constelación.
En pose sumisa, agachó la cabeza y pidió clemencia, no quería luchar, solo quería alimentar a las estrellas.
Su padre, estaba a punto de darle la libertad cuando su compañera, la preciosa Virgo empujo a Bellatrix al vacío.
Cuando un anonadado Orión le preguntó al respecto, esta le dijo que no se puede alterar el curso de la profecía de Hades y se fue volando sobre la cola de un cometa.