Mintaka pertenecía a la cacería salvaje.
Orión sabía que era su hijo más combativo y con mayor experiencia en entrenamiento en los cielos, estaba seguro que sería quién se convertiría en el nuevo líder del Cinturón.
El lugar de encuentro fue en la Constelación de Leo.
Orión observó a su hijo acercarse a él a lomos del león, su cabello rubio como el de su madre Perséfone se mimetizaba con los dorados del hermoso mamífero.
Cada uno, padre e hijo, a lomos de su animal zodiacal, empezaron a luchar con espadas.
Orión recibió cortes en los brazos y en las piernas, su hijo era demasiado fuerte, demasiado poderoso.
El Escorpión no soportó la presión y al verse en inferioridad de condiciones, le clavó el aguijón al león entre los ojos, y ambos, león y su jinete, el fuerte Mintaka, cayeron al vacío terrenal.